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[SiHae] Quédate conmigo: Capítulo final.

Capítulo cuatro: Quédate conmigo.

Como todas las veces Siwon había sido el primero en despertar.
Tenía la costumbre de abrir los ojos en cuanto salía el sol y ya después de eso no podía volver a cerrarlos por mucho esfuerzo que hiciera.
Ahora, ya bien despierto después de haberse desperezado, se acomodaba en su cama hasta quedar ligeramente recostado sobre un par de inmensas almohadas blancas y observaba al delicado angelito que yacía dormido semidesnudo a su lado enredado entre las sabanas.

Habían sido largos minutos en los que había recordado su vida entera durante estos tres largos meses, desde que comenzó todo cuando DongHae llegó triste a su departamento buscando consuelo, escena que se repetiría muchas veces mas, la visita a HyukJae, hasta el encuentro de anoche. Todo lo había revivido con tal claridad que la nostalgia no demoró en aparecer.
Esos tres últimos meses veces habían sido los mejores como tambien los mas sufridos y le angustiaba creer que tal vez eso se prolongaría, si fuera por él así seria, amaba a DongHae y con tal de vivir aquellos momentos tan especiales con el estaba dispuesto a sufrir el doble después.

“Soy un maldito masoquista”

El sol poco a poco comenzaba a iluminar la habitación débilmente a través de las cortinas. Un pequeño rayo había alcanzado los ojos de DongHae haciendo que arrugara el ceño y corriera un poco la cabeza apretándose aun más a la almohada. El gesto a Siwon le hizo gracia porque a pesar de todo seguía durmiendo tan tranquilamente como antes.

¿Es que algún día lo dejaría de encontrar tan hermoso?
¿Algún día lo dejaría de amar?

Mientras estiraba una mano para apartarle el pelito de la frente recordó nuevamente lo ocurrido anoche. La verdad es que no sabia bien como es que esta vez habían ocurrido las cosas, o mejor dicho, como habían llegado a la cama.
Se acuerda haber estado bebiendo, solo, tratando de pasar sus penas en vano con el alcohol, cuando había oído la puerta, se trataba de DongHae, y en cuanto la abrió recordaba que el chico de inmediato se había lanzado a su cuello y le había besado tan exquisitamente, como solo el sabia hacerlo, que de inmediato le arrastro entre tumbos a la habitación. De ahí en adelante todo eran imágenes placenteras y excitantes de las tantas posiciones, que como otras noches, había disfrutado con DongHae.
Ahora Siwon abandonaba esos pensamientos para caer en la realidad y odiar al estúpido rayo sol que amenazaba con despertar definitivamente a su compañero.

Que daría por quedarse así para siempre. Si fuera por el se pasaría la vida entera viéndole dormir.

El rayo de sol al final logra su cometido y DongHae comienza a pestañar somnoliento.
Siwon ya sabia de memoria todo lo que venia ahora y se preparó.

– Es tarde Hae – dijo firme antes de que el otro puediera decir cualquier cosa.

El moreno se revuelca un poco entre las sabanas antes de abrir definitivamente los ojos y mirar a Siwon con cara de pocos amigos.

– Pero aun tengo sueño – ronroneó.

Su expresión le causo tanta ternura que estuvo a punto de saltar sobre él y comérselo a besos. Era increíble como sus simples gestos lograban aplacar momentáneamente su tristeza, devolverle aunque fuera por segundos la alegría y la vitalidad que había perdido hace semanas atrás.

– Por mi que te quedaras.. – dijo sin pensar, cayendo de inmediato en la cuenta de que ya flaqueaba de nuevo, quiso volver en su error y adoptó otra vez esa actitud medio indiferente – pero ya se.. tienes que irte.

DongHae solo le sonrió.

¿Se estaba burlando de él?

Lo miro por largo rato y le incomodo ver como la sonrisa no se iba de su rostro. Comenzaba a sentirse estúpido.

– ¿Es así como lo llevas? – preguntó de pronto llamando nerviosamente toda la atención de Siwon.

Sí, se estaba burlando de él. ¡Pero que descaro!

– No se de que hablas – apartó la mirada. De pronto se sentía terriblemente triste y los ojos le escocían queriendo llorar. En un minuto DongHae lograba hacerlo feliz y al siguiente ya se sentía triste de nuevo con ganas de llorar.

– Imagino que ha de ser difícil – dijo el otro en un tono más comprensivo.

Siwon se encogió de hombros como restándole importancia pero sus lagrimas advertían con salir en cualquier momento. No sabia a donde quería llegar el moreno con su actitud, pero quería que acabara pronto o lloraría frente a él y no quería dar esa clase de lastima.

– Vi a Hyuk este fin de semana…

Aquello fue un cambio de tema muy repentino para el, casi, alivio de Siwon.

– Oh… – expresó con un entusiasmo falso – que bien – trató de sonreír -, cada vez sus visitas se hacen mas frecuentes.

– ¿Sabes hace cuanto que no lo veía? – pregunto extrañado. Siwon negó con la cabeza – tres semanas…., además, él no vino, yo fui a verlo..

Esa información heló le heló la sangre y paralizó a las traviesas lagrimas que inundaban sus ojos.

¿Qué quería decir eso?
¿DongHae lo sabia todo?
¿Todo?
¿Hyuk le habría contado de su visita?
Dios. ¡No!

– Y si – contestó el moreno a las preguntas mentales que se formulaban en las expresiones faciales de Siwon – Hyuk me contó todo.

Desesperación.
¿Qué hacer para retener las humillantes lagrimas?
¿Qué no era costumbre de Hae despertar e irse?
¡Porque le hacia esto!
¿Para que revivir todo aquello?

– Asíque al final lo encontraste.. – dijo casi en un hilo de voz.

– ¿Por qué no me dijiste nada? – la rudeza infantil de su pregunta lo descolocó – ¿Por qué no me dijiste que sabias donde estaba?

No hubo respuesta por parte de Siwon.
DongHae se enderezó hasta quedar sentado en la cama y ahora miraba a su compañero directo a los ojos.

– Bueno.. no importa.. se que Hyuk te pidió que no me lo dijeras.

Siwon solo atinó a asentir vagamente apretando el nudo en la garganta para evitar el llanto. El moreno seguía mirándolo como esperando algún otro tipo de respuesta o de reacción.

– Fuiste muy amable en pedirle que volviera y me escribiera… – hizo una pausa – … o muy tonto.

Siwon le miró de soslayo.

¿Había sido un tonto?
Claro. Solo un tonto enamorado haría lo que fuera por ver feliz a la persona que ama.

– Por el remitente de las cartas supe donde encontrarlo .. – contó.

“Claro.. que “tonto” en no pensar en eso”

– Y que pena que Hyuk no me conozca tan bien como dice hacerlo.. – silencio – … yo si lo hubiera entendido – agregó bajando la mirada.

Siwon no entendía porque DongHae le estaba contando esas cosas y tampoco quería saberlas, no había que ser muy inteligente para darse cuenta que todo eso le afectaba terriblemente.

¿Qué acaso DongHae no lo veía?
¿No veía las lagrimas que estaban a punto de saltar de sus ojos?

– Pero ya lo encontraste y lo sabes todo ¿no? – habló en voz alta, tratando de menospreciar la situación – ¿No te sientes mal?

DongHae levanto confundido la mirada.

– ¿Por qué habría de sentirme mal?

– ¡Por qué mientras tu te acuestas conmigo él se sacrifica por un futuro para ambos! – exclamó esta vez entre enfurecido y melancólico – …maldición… – espetó sentándose en la cama y llevándose las manos a la cara, no sabia por cuanto mas iba a poder mantener su llanto -. Me sentí pésimo cuando me contó el porque de sus largas ausencias, soy su amigo y me metí con su novio, le hicimos algo horrible, y sigues aquí… sabes la razón de porque se fue y sigues aquí ¡Sigues viniendo!

Si Hae se iba a marchar como todas las mañanas era el momento de que lo hiciera ya, porque Siwon no aguantaba más las lagrimas.

– No lo entiendes ¿verdad? – preguntó el moreno desilusionado -. Aun no lo entiendes.

Siwon quería entenderle pero el esfuerzo que hacia por retener su tristeza le impedía razonar en alguna otra cosa que no fuera aguantar… aguantar las lagrimas hasta que al menos Hae se hubiera ido.

Sintió como el moreno se movía hasta abandonar la cama. Se había puesto de pie y buscaba su ropa. Escucho vagamente como el chico se calzaba las prendas una a una hasta que al parecer estuvo listo.

Ni un adiós, ni un lo siento. Nada.
El moreno se había marchado, tan silenciosamente como siempre, que Siwon ni siquiera escucho el portazo de salida de la puerta principal porque en cuanto se sintió solo rompió en un angustioso llanto que advertía con hacerlo morir de pena.

¿Aquello había sido un adiós definitivo
Que iluso.. ¿Acaso creía que sus encuentros con DongHae iban a durar para siempre?
¡Que tonto? ¡Que estupido! ¡Que idiota enamorado!

Eso había sido el final. Y lloró. Tenia el corazón tan enteramente destruido que la presión en su pecho se hizo insostenible. Se llevó una mano al corazón y la otra a la cabeza, le costaba respirar, el dolor era enloquecedor y la única manera de sobrellevarlo era llorando. Las lágrimas resbalan una tras otra y caían como aguacero sobre las sabanas.
No sabia por cuanto tiempo estaría así y tampoco le importaba, solo tenía conciencia de que había perdido a la persona que mas amaba y que ahora solo le quedaba sufrir lenta y dolorosamente.

En su moribundo lecho pegó un grito desgarrador y azotó el puño contra las revolcadas sabanas.

Ya nada importaba.
Si las cosas dejaban de tener sentido ya nada importaba.

Sin poder detener su llanto y las expresiones de compungido dolor que le hacían sollozar amargamente como si se tratara de un niño, salió de la cama y dejándose llevar por la frustración y la impulsividad irrefrenada del momento aventó al suelo la cómoda en que guardaba artefactos personales y que estaba a un lado de su cama. El estruendo de la mueblería, al chocar contra el piso, fue enorme, todo lo que había en su interior salió rodando a cualquier parte y algunas cosas hasta se rompieron. Cosas que solo serian las primeras que destruiría.
Como un alma enceguecida por el dolor se movió por la habitación aventando y rompiendo cuanta cosa tenia en frente; pequeños muebles, repisas con diversos recuerdos, su reloj despertador, las lámparas de luz a ambos lados de la cama, unos adornos de molduras indefinidas, unos modernos cuadros que salieron disparados contra la pared haciéndose trizas y unos cuantos utensilios de oficina. También tomó las cortinas y las jaló hasta desprenderlas con cableado y todo, su closet quedó desperdigado por todos lados y ni el retrato de su familia, que tan bien mantenía sobre el velador de cabecera, se salvó. Y si hubiera sido posible, hasta el corazón también se lo hubiera sacado para arrojarlo lejos y que así dejara de lastimarle.
Arrojó todos los objetos como si ellos tuvieran la culpa de su desgracia. Pero no lo hizo porque sintiera odio, no estaba enfadado, si no descontroladamente ahogado por la pena y mediante el destrozo podía aplacar el sonido de su propio corazón haciéndose añicos por enésima vez.

– ¡Haeee…! – gritó desesperado a la nada. Las lágrimas brotaban peor que antes y ya la habitación estaba imposible de andar. Tomó como ultimo acto de descontrol las sabanas de su cama y las aventó contra la puerta entre abierta. Se sentó derrumbado en una esquina de la cama y volvió a hundir el rostro en sus manos, ya no sabía ni como tratar de ahogar sus sollozos que se habían vuelto mas fuertes con cada cosa que tiró.
Los típicos ataques de espasmo, que aparecen cuando el llanto es muy fuerte y prolongado, le azoraron, haciendo que respirara con mucha dificultad y se ahogara tratando de apaciguarse.

Aquello era tocar fondo.
¿Qué mas bajo se podía caer?
Estaba hundido en la infelicidad.
¿Vale la pena vivir así?

– Haee… – murmuró entre sollozos – Hae..

Lloraba… ya no quedaba mas que el llanto y solo lloró.. y siguió llorando incluso cuando..

– Siwon.. – llamó de pronto una voz. El chico la reconoció de inmediato. El joven que había hablado se quedó en la entrada observando el espectáculo que ahora era la habitación. A los segundos Siwon oyó sus pasos entre las cosas tiradas por el suelo y sintió la cama hundirse a su lado.

Una mano suave se paseó por su mejilla haciéndole levantar el rostro pero no abrir los ojos.

– ¿Qué paso? ¿Por qué lloras? – su voz se oía angustiada ¿Estaba preocupado?

Abrió sus ojos despacio y se encontró con el rostro dulce y afligido de DongHae.

¿Era él?
¿Era realmente él

– No llores Siwon – dijo con tal suplica y amabilidad que al mas alto se le volvió a hacer un nudo la garganta.

Era él. ¿Por qué seguía allí? Lo estaba viendo llorar, había visto su destrozo. Patético

Las manos tiernas de DongHae siguieron paseándose por las mejillas húmedas de Siwon, tratando en vano de apartar las lágrimas que no dejaban de caer.

– Siwon.. – murmuró tratando de captar su mirada. Cuando al fin lo hizo, la tristeza que le transmitieron aquellos ojos, le golpeó fuerte el corazón -. No llores.. – le deposito un beso suave en la frente – por favor… no llores.

El mas alto le miraba borroso por las lágrimas y, el apretón en el estomago que le produjo aquel beso, le hizo prestar atención a lo que realmente pasaba. El moreno ahora lo abrazaba.

– Lo siento… – le dijo al oído – …lo siento mucho…

Siwon sentía que podía retener su llano solo para volver a soltarlo cuando oyó aquellas palabras.

– No era mi intención que sufrieras… lo siento.

Los minutos pasaron y los sollozos de Siwon, ahora, se ahogaban en medio de un abrazo que necesitaba más que nunca. Esta vez DongHae había visto y comprendido su dolor y le hacia saber que era totalmente sabedor de ello.

Con ese simple “lo siento” Siwon al menos tendría excusas para creer que podría sobrellevar la tristeza, el sufrimiento y la soledad inmensa que se le venia encima. DongHae siempre había sido conciente de sus sentimientos y con ese abrazo y con ese “lo siento “, que para Siwon era la despedida casi perfecta, le querida decir que lo lamentaba, que quizás a él también le afectaba su sufrimiento, el verle así, tan destruido, y eso lo valoró una enormidad. Ahora Hae podía irse y él no le guardaría rencor, no podría, lo amaba demasiado, se limitaría a sufrir solo, hasta que ojala un día su corazón dejara de doler y sus ojos no se empañaran de lágrimas al recordarlo. Ese día tendría que llegar y lo esperaría como si se tratara de una condena a cumplir, esperaría a que su amor pasara.

Aquel abrazo había sido el mas largo que le habían dado. Ya sentía las mejillas algo tirantes porque sus lágrimas se habían secado dejando un par de ojos brillosos y enrojecidos en un rostro varonil que a pesar del prolongado llanto no perdía su belleza.
Para extrañeza de Siwon, DongHae seguía apretando su abrazo y su voz dulce volvía a entrar en su oído.

– Hace tres semanas… tres – enfatizó – que no veía a HyukJae… y el volver a verle no se comparó en nada a la felicidad que sentí cuando regresaste de tu viaje – hizo una pequeña pausa –. Me habías dicho que era un viaje de trabajo…. me mentiste… habías ido a ver a Hyuk – respiro hondo – … no te imaginas cuanto te extrañe – su voz necesitada reavivo de pronto su muerto corazón.

DongHae ahora se aferraba a él, a su cintura, como un niño pequeño, y las diminutas lágrimas que vio salir de sus ojos mientras intentaba ocultar el rostro en su pecho, le dijeron que el moreno le estaba hablando con la verdad.

“Dios… por favor” – rogó para sus adentros y apretó los ojos aforrándose a aquel chico que volvía a estar enredado en sus brazos – “Que no sea un sueño… por favor” – las lagrimas volvían a caer.

– Perdóname Siwon – dijo alzando el rostro – mi intención jamás fue hacerte sufrir.. cuando me pedías que te correspondiera pensaba que todo esto solo era un juego para ti…. – deposito su frente en su mentón – .. perdóname.

Eso era mas de lo que alguna vez pidió. El chico que tanto amaba, por primera vez era totalmente sincero con él, dejándole ver su propia angustia ante la situación. Si pensaba que DongHae se hacia el desentendido u lo olvidaba una ves abandonaba su cama estaba equivocado. ¿Cómo pudo pensar que para él era solo un juego? Cuando se desvivía por estar completamente con él.
Es revelación del moreno le hizo sentir que un pedazo de su corazón roto volvía a su lugar.

– No tengo nada que perdonarte Hae – habló por fin tragándose el nudo en la garganta, sus lagrimas poco a poco cesaban -, el tonto fui yo.. por enamorarte de ti.

– ¡No, no! – saltó de inmediato buscando su mirada -. No eres un tonto… – la ternura de su expresión afligida cautivo a Siwon al punto de hacerlo sonreír tristemente.

– No sabes cuanto desearía no amarte – su sonrisa se esfumo lentamente hasta quedar convertida en una mueca de profundo dolor.

– ¡No! – volvió a exclamar separándose un poco de él -. No lo hagas – pidió -. ¿Qué acaso no lo ves?

Siwon seguía mirándolo con tristeza, en su deprimente estado era poco lo que podía percibir. DongHae se separo de él y camino a través de la derruida habitación hasta salir de ella. El mas alto le siguió con la mirada hasta que lo vio perderse tras la puerta. No entendía nada, lo único que comprendía era que Hae sabia de su sufrimiento y se sentía culpable por ello.

“¿Cómo no amarte?”
“Si hasta cuando me haces más daño siento que te quiero mas que nunca.”

A los segundos la puerta volvió a abrirse, tras ella apareció DongHae arrastrando una inmensa maleta que dejo en el umbral porque no podía seguir avanzando con ella entre el desorden.

– Me lo pediste muchas veces – dijo con nostalgia. La suave sonrisa que se formuló en sus labios hizo derretirse a Siwon -, y aquí estoy… – silencio, un prolongado momento de quietud en que ambos se miraron tratando de hallar respuesta en los ojos del otro.

Siwon quería comprender pero la tristeza se lo impedía, lo que ahora veían sus ojos lo había deseado durante tanto tiempo que ahora que sucedía no lo podía creer.

– ¿Aun me quieres aquí? – preguntó despacio y Siwon sintió que otro trozo de corazón retornaba.

El chico de pie en el umbral le miraba ilusionado, sus ojitos le expresaban tantos sentimientos que creyó ahogarse en la enorme explosión de felicidad que estallo dentro de su cuerpo.

– ¿Por qué? – pregunto atónito, no lo podía creer, la extraña mescolanza de sentimientos le hicieron querer retomar el llanto -. ¿Por qué? – repitió.

DongHae le miró como si la respuesta fuera obvia.

– Porque no quiero que dejes de amarme.. – soltó desesperado – ¡Siwon! – exclamó – … Choi Siwon.. – su voz se oyó mas cariñosa –, no se como lo hiciste – le hablaba con ternura -, pero ahora no puedo sacarte de aquí – y se llevo una mano al corazón.

Siwon se quedo unos segundos procesando eso.

¿Lo quería?
¿Le estaba diciendo que lo quería?

Pero fue inevitable que no viera lo malo.

– Pero tu quieres a HyukJae y el te ama también.

El moreno le volvió a sonreír con dulzura.

– Siempre pensaste en mi primero que en ti – dijo con una voz cargada de emotividad -, y me preguntas ¿Por qué? …. ¡¿Por qué?! – su expresión fue de incredulidad -. Demonios.. eres lo mejor que me ha pasado y preguntas ¿Por qué? – le miro sobrecogido -. Buscaste mi felicidad por sobre la tuya… preferiste sufrir – apretó los puños -, me amaste aunque no lo merecía… hacías todo para hacerme sentir bien.. para verme feliz – bajó la mirada -, aunque yo no te respondiera igual.. – suspiró – pero llegaste de apoco a mi corazón, cuando me encontré con Hyuk sabia que no quería estar con él, yo quería verte a ti – levantó la mirada y se encontró con los ojos anegados de Siwon -. Quería estar contigo.. ¡Quedarme contigo! Te necesitaba mas que nunca y le conté todo a Hyuk – aquella confesión no altero la postura sumisa de Siwon y DongHae continuó -. Otro chico que no se merece sufrir por mi culpa… – desvió la mirada -, el me entendió perfectamente – y cuando dijo eso Siwon recordó las palabras de Hyuk.. “Si después de esto él encuentra a alguien mejor que yo no puedo hacer nada contra eso. Lo amo y si su felicidad esta lejos de mi no me quedara mas que aceptarlo, es el precio que pagare por mis actos.”
Diablos, cuanto estimaba a HyukJae, aquel chico simpático y amable de la preparatoria. Sintió una sensación de profundo aprecio hacia ól porque estaba cumpliendo con lo que le había dicho, al igual que él era capaz de sufrir con tal de ver la dicha en la persona que se quiere.

– ¿Sabes lo que me dijo el muy sin vergüenza? – siguió DongHae, con una sonrisa triste, atrayendo de nuevo la volátil atención de Siwon -, que yo era el tonto… – se torno serio – .. que yo he sido el único tonto todo este tiempo, que he estado ciego, por no verte… por no darme cuenta.. – volvió a sonreír amargamente… – pero el tonto fue él, porque yo ya sabia todo eso… – una lagrima resbaló por su mejilla – si viajó a verlo fue para decirle adiós… independiente de lo que me encontrara allá… ese seria el fin entre nosotros.
Disimuladamente se limpió aquella juguetona lágrima que se había escapado de su ojo. Y quiso seguir hablando antes de que el mar de emociones se lo impidiese.

– Han sido muchas horas de soledad… muchas horas para pensar… porque desde el primer encuentro jamás deje de pensar en ti… – aquella sinceridad que le transmitía se resbalo lento por el interior de Siwon sintiendo como otro pedacito, de aquel olvidado corazón, volvía. El llanto ya había cesado y respiraba con normalidad, la presión en el pecho descendía y lo único que podía sentir ahora, era su corazón rearmándose mientras oía esas palabras que hasta en sueños anhelaba escuchar.

– Todo se aclaró cuando Hyuk me contó lo que habías hecho por mi… ¡Lo fuiste a buscar! – exclamó -, me sentía tan egoísta… pero es que siempre tuve miedo, cuando me decías que me querías no lo creía, de verdad pensaba que no te lo tomabas en serio, que me veías solo como un amigo muy triste a quien darle consuelo y por eso salía huyendo por las mañanas de tu departamento, temía que tus lindas palabras fueran mentiras y luego te alejaras.. no creía en tu amor.. y eso me hacia esperar con mas temor aún el día en que me dijeses que ya no te buscara mas.. – se estremeció –, ese pensamiento hacia que se me apretara el estomago – se llevó la mano al rostro para apartar otra lagrima que caía despacio -, pero no… siempre tuviste tus sentimientos mas claros que los míos, siempre hablaste en serio y no lo supe hasta que Hyuk me lo hizo ver.

Siwon ladeo la cabeza y levanto el ceño en señal de pregunta.

– Si… Hyuk se dio cuenta de muchas cosas antes que yo…pero el no tiene nada que ver con mis sentimientos – agregó en cuanto notó que la mirada de Siwon se tornaba triste de nuevo -, el sabia que me querías de verdad… y era justo lo que necesitaba oír para regresar corriendo – sonrió -, confirmar que me querías de verdad.

Siwon se dejó contagiar por aquella hermosa sonrisa y se la devolvió. Luego cerró los ojos y agacho la cabeza. Su corazón volvía a latir con fuerza, despacio, pero volvía a latir reanimado. Y en ese momento solo rogaba que todo aquello fuera cierto para que no volviera a quebrarse, no sabía si aguantaría una desilusión mas.

– La idea de dejarlo a Hyuk le dolió mucho, pero el ya se lo veía venir… no puedo estar con una persona a la que ya no amo.. quiero a Hyuk con toda mi alma.. pero mi corazoncito ahora se lo ha llevado otro.. – lo miró con ternura -, él lo aceptó.. si esa era mi felicidad entonces estaba bien..

Un silencio arrullador se hizo en la habitación. DongHae había dicho todo lo que quería que Siwon supiese y esperaba ilusionado algún tipo de respuesta, aunque era conciente que luego de tanto tiempo, tantas penurias, tantas lágrimas y tanto sufrimiento el chico de mirada melancólica ante si no le respondiera como su descontrolado corazón quería. Y si era así estaría dispuesto a hacer cuanto fuera para recuperar ese amor que tanto le ofreció Siwon alguna vez.

– Hyuk y tu en eso se parecen… hicieron de todo por verme feliz.. – se sonrojó apenado, como si aquel acto de bondad no lo mereciera – pero en este momento me puede hacer feliz solo una cosa..

– Que te dejemos en paz.. – habló Siwon luego de varios minutos en silencio con una voz petrificada que parecía no haber salido de su boca.

– No, no, no… ¡No! – gritó –. No has entendido nada – exclamó frustrado atravesando la habitación. Una vez frente a Siwon se agachó quedando en cuclillas. Tomó sus manos y miró hacia arriba su rostro sereno pero aun triste -. Te estoy tratando de decir hace mas de una hora que te quiero. Desde anoche que lo estoy intentando – dijo terriblemente angustiado – ¡Te quiero! ¿Me escuchas? ¡Quiero estar contigo!

Las palabras que siempre quiso oír salir de sus labios, de esos labios que tantos suspiros le habían robado, por fin entraban por sus oídos y viajan a la velocidad de la luz como intermitente fuego por todas las partes de su cuerpo. Reanimando de una vez por todas su corazón sintiendo que la vida y la alegría volvían a fluir pos sus venas que creyó se habían secado. La ola de inmensa felicidad que lo inundó casi lo hace llorar de nuevo y el mareo de emociones que revoloteaban dentro de su pecho le hicieron respirar hondo para apaciguar la frenética adrenalina que sentía subírsele a la cabeza.
En su mente comenzaban a reproducirse esas palabras.. “Te quiero..” “Quiero estar contigo”

– Te quiero… te quiero.. te quiero.. – susurraba DongHae mientras depositaba un beso en su mano y luego se ponía de pie para dejarle otro en la mejilla -… te quiero.. te quiero… – se abrazo a él susurrando aquellas palabras en su oído.

“Me quiere” – se dijo cerrando los ojos. La tibieza del abrazo de DongHae traspasaba la ropa y hacia desfallecer encantadoramente el cuerpo de Siwon. Y queriendo fundirse mas aun en ese vital abrazo se puso de pie aforrándose a la cintura del moreno. El chico le había abrazado por el cuello y no dejaba de pronunciar esa simple frase que significaba la gloria.

Ahora lo entendía.
Ahora comprendía lo que había querido decirle desde anoche cuando se había abalanzado sobre el apenas lo vio. Cuando le decía al oído que lo necesitaba mientras lo hacía suyo. Cuando esta mañana no se había marchado frustrado ni arrepentido. No se había marchado. Estaba allí con él. Abrazándolo. Diciéndole que lo quería.

“Me quiere” – se volvió a repetir -, “Me quiere. ¡Me quiere!”

Apretó aun más el abrazo y alzó a DongHae para girar con él en el lugar.
El chico había soltado una encantadora risita cuando sintió la felicidad de Siwon expresada de aquella forma tan poco común en él. Cuando lo volvió a depositar en el suelo ambos se separaron un poco y se contemplaron como si fuera la primera vez que lo hacían.
El moreno llevó sus manos al rostro de Siwon y acaricio todas sus facciones, repasando con sus dedos en contorno de sus ojos, su nariz, sus mejillas, su mentón y la calida piel de sus labios. Siwon le tomó una mano y besó su palma con los ojos cerrando, dejando su mano allí para sentir y oler su suave piel. Aquella piel que en innumerables veces había tocado y besado. DongHae le siguió acariciando el rostro con su mano libre enredando sus dedos en el cabello del más alto. Siwon volvía a abrir sus ojos esta vez para besar sus labios. Un beso húmedo y demasiado melancólico porque había comenzado a llorar de nuevo. DongHae podía sentir su emoción y sabia que aquellas lagrimas ya no eran de dolor ni de sufrimiento, si no de felicidad. Y mientras seguía apretando, lamiendo y degustando aquellos labios que le habían hecho cambiar de lugar su corazón, con ambas manos secaba sus lagrimas. No quería volver a ver mas lagrimas en los ojos de su Siwon, no quería volver a ser el responsable de ellas y se juro que si de el dependía Siwon jamás volvería a llorar. Le quería tanto, tanto, tanto… que estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de nunca mas volver a ver tal sufrimiento en el. Porque le había partido el alma verle así, abatido y casi muerto en vida por su culpa, todo había sido su culpa, pero lo remediaría. Y allí estaba junto a él, besándole, entregándole todo el cariño y la ternura que se reprimió por meses y que ahora le daba sin inhibiciones, porque Siwon era su aire, su vida, su mundo.. su todo.. y sin él ya nada mas podía ser para DongHae.

– Te quiero… – le susurro por enésima vez mientras le besaba. El chico sonrió sin separarse de él. Cuanto amaba escuchar eso.

– Yo te quiero mas… – dijo aforrándose a su cuerpo y haciendo ese beso aun mas profundo.

– No es cierto… yo te quiero mas…

– No… yo mas..

Siwon sonreía… sonreía mientras le besaba. La tristeza se iba lentamente y en su lugar solo quedaban la dicha y la felicidad inmensa de ser correspondido y amado luego de haber sufrido tanto. Porque al igual que DongHae para Siwon el moreno era su universo entero, podía pasarse la existencia entera besándolo y aquello seria suficiente para vivir una vida entera. Solo con tenerlo a su lado y que Hae lo amara era mas que suficiente, el resto ya dejaba de tener importancia alguna.

– Te amo.. – musito bajito separando sus labios ligeramente y encontrándose con su deseosa mirada. DongHae se sonrojo al oír aquellas palabras y acarició con el pulgar de su mano el labio inferior de Siwon.

– Yo también te amo… – dijo con una de esas sonrisas tímidas y encantadoras que no tardaban en hacer flaquear al mas alto devolviéndole la sonrisa – … te amo.

Ambos se miraron como embobados. Para Siwon aquellas palabras eran en cielo y pensó que si su vida terminaba ahora podía irse en paz. Era querido.. era amado por el chico que le hacia perder el sueño y eso era mas de lo que alguna vez pidió.
Inmediatamente quedaron atrás aquellos días de terminante dolor y el hermoso futuro floreció ante sus ojos. Los tres meses vividos en el sufrimiento serian aplacados por una vida entera de felicidad y el precio que pagó, el haber sufrido tanto, por ahora tener lo que siempre quiso le pareció justo. Había luchado de la manera mas honesta por el amor y la felicidad de DongHae, aunque al final ya casi se había dejado vencer, y ahora recibía su recompensa y ese era todo su amor.. su amor.. que era solo para él por que era él el afortunado.. el que de entre tantos, entre ellos el hermoso corazón de HyukJae, él y solo él, Choi Siwon, había sido quien había conseguido quedarse con su amor y con todo su corazón.

Dios, sentía el pecho tan hinchado, su corazón tan lleno y sobrepasado de dicha que apenas si podía sentir el resto de su cuerpo.

– Quédate conmigo.. – dijo profundamente perdido en aquellos ojos oscuros y envolventes de Siwon… –conmigo siempre..

– Para siempre… – susurró cerrando los ojos y besándolo nuevamente. De ahora en adelante todo estaría bien. Ese importante momento solo era el comienzo de la eterna felicidad.

FIN~

***

Bonus~

Fue así como a pesar de haber sido amigos durante tantos años y jamás haberse visto con otros ojos que no fueran de hermandad, mas los tres angustiosos y dolorosos meses que le siguieron, se quisieron.. a pesar de todo ambos chicos encontraron ese amor tan especial en el otro.. ese amor de cuentos que dura para toda la vida. Porque el appa Siwon y la umma DongHae se amaron para siempre… hasta el fin de sus días..

– ¿Y vivieron felices para siempre? – preguntó de pronto una dulce e inocente voz a mi lado.

– Claro Minjoki – dije cerrando el diario de vida de mi umma y acariciándole en cabello a aquella adorable niña que tan atentamente había escuchado toda la historia.

– ¿Y después vivieron juntos? – volvió a preguntar.

– Si. Desde ese mismo día DongHae se mudó a vivir con Siwon… ¿recuerdan que había llegado con la maleta? – todos asintieron.

– ¿Y que paso con HyukJae? – preguntó Beatriz que estaba a los pies de mi silla muy pendiente también de todo el relato.

– Hyuk siguió estudiando y logró sacar su licencia de bailarín profesional – sonreí.

– Pero.. pero.. – habló otra de las pequeñas de mi clase que estaba sentada a unos centímetros de mi en el suelo -, ¿nunca mas fueron amigos?

– Claro que no Thania – contestó Nadith muy seria -, como crees que van a hacer amigos después de eso.

– Oh.. Nadith.. te equivocas.. claro que siguieron siendo amigos.. Hyuk quería a Hae y respetó que el ahora estuviera con Siwon.. asíque la amistad se mantuvo – guarde silencio – tal vez no como antes.. pero no dejaron que aquello arruinara la amistad que llevaban durante años.

– Aaaahh..

– ¿Y donde están ahora? – pregunto Namda, estaba sentada al lado de Nadith y alzaba una manita para que le prestara atención.

– Muy buena pregunta… – y con eso todos me miraron expectantes, volví a sonreír -, están en el cielo.

– ¿Eehhh? – una protesta de confusión general.

– ¿En el cielo? – remitió Andie mirando con el ceño fruncido a su compañera Cacchi que estaba acomodada junto a ella.

– ¿Acaso son ángeles? – preguntó Hee tirando despacito de mi falda.

Aquella pregunta hizo que todos se sobresaltaran.

– ¡Tía Mayita! – exclamó Zinno llamando divertidamente mi atención – ¿Sus papas eran ángeles?

Mire en rededor y reí encantada con las caritas entretenidas de todos con mi relato, todos me miraban como si les hubiese contado la historia del siglo y aquello me alegro mucho. Mas aun cuando ahora había salido el tema de los supuestos ángeles. Claro que mis padres para mi eran unos ángeles.

– Mmm… – luego de mirar sus caritas ilusionadas dije – digamos que si.. eran ángeles – mis palabras causaron un gran “Oooohhh” general.

– ¡Genial! – exclamaron algunos fascinados con la idea. Yo solo les mire con una gran sonrisa.

– Yo también quiero ser un ángel – empezaron a decir Sakura y Mizsy que se habían puesto de pie abriendo los brazos como si fueran alas.

– ¡Yo también! – saltó Nameji con los dos bracitos en alto – para amar para siempre.

– Es para vivir feliz para siempre… – le corrigió burlonamente Hangen quien seguía sentado en el piso.

– Pero yo quiero también para amar para siempre – agregó con una enorme sonrisa que me hizo querer abrazarla y apretarla de ternura.

Todos los niños uno por uno se habían puesto de pie hablando sobre el asunto de los ángeles que les parecía vivir felices y amar para siempre para luego ir al cielo. Porque la historia que les conté era real. Ocurrió de verdad. Es la historia de amor de mis padres. Y aunque divagué en ciertos detalles, como que son ángeles, todo lo que dije es cierto porque ellos se amaron tanto y tan feliz e intensamente que yo creo que ahora están en cielo. Tal vez no como ángeles, pero si como dos maravillosos seres que me cuidan a mi y a mi hermanita. Porque jamás nos dejaron solas, porque se que jamás nos abandonaron, porque aunque que se que ya no están aquí conmigo, siento que desde las alturas nos están cuidando y protegiendo con todo el amor y el cariño que siempre nos demostraron. Appa… Umma.. los amos..

Los ojos se me empiezan a humedecer y.. dios.. no.. que los niños no me vean..
Busco rápido la manga de mi delantal y me la paso por los ojos.. genial.. los niños siguen en lo suyo y no se han dado cuenta de mi debilidad.
Suena el timbre. Todos los niños en la clase gritan y se dirigen rápido a sus bolsos para sacar su colación y salir a jugar al patio. Es hora de recreo.
De a uno o de a dos comienzan a dejar la clase aun hablando animadamente sobre el relato, uno decía incluso que quería ser bailarín como Hyuk y otras chicas le contestaban que querían tener un novio así guapo como yo les había descrito a Siwon ya DongHae y que vivirían felices y luego convertirían en ángeles. Mirándolos salir tan contentos no me había percatado de que Silvi tiraba suavemente de la manga de mi delantal de parvularia*.

– Tía… – decía con aquella vocecita tan tierna – ¿Cuándo nos va a contar otra historia? – preguntó con toda la ingenuidad que se podía tener.

– Mmm.. si se portan tan bien como hoy quizá la otra semana les cuente otra.

– ¡Yo ahora quiero una historia de policías! – exclamo Neul, otro de los niños que quedaba en la sala, haciendo una especie de armas con sus manitas y apuntando hacia todos lados.

Reí divertida.

– Quizá la próxima sea de policías – dije haciéndole cariñito en la cabeza.

– ¡Yupi!

Entre saltos abandonaran el aula y me quede sola.
Mire el libro, el diario de vida de mi umma entre mis manos y me lo lleve al pecho, me puse de pie y cuando salí de la sala me encontré con Miya, mi querida hermana.

– ¿Otra vez contándoles esas historias a los niños? – me preguntó con una sonrisa burlona para luego pasar el brazo entre mi codo.

– Claro.. son las mejores historias.. – dije sonriendo.

– Supongo que te saltante toda esa parte del lemon…

Ahogue una risita traviesa.

– ¡Por dios Mayita! ¡Son niños de primaria! ¡Apenas unos críos! – exclamó asustada.

– Jajajaja… Miya.. como crees que les voy a estar contando esas cosas jajajja…

– Mmmm – me miro dudosa.

– ¿Qué? ¿Me viste cara de pervertida? – pregunte divertida.

– Ni siquiera tengo que contestar esa pregunta – dijo picándome la mejilla con el dedo índice y ambas nos reimos.

– Espera que te acuse con el director.. pobres niños..

– Fue la parte que menos tomaron en cuenta asíque no vale.. – dije riendo aun.

– Si, si.. como no.. mejor vamos por unos cafés ¿si? Mira que la jornada recién empieza y nos queda un largo día de trabajo por delante.

– A la orden Tía Miya… – dije imitando un oficial y apretando más el diario contra mi pecho. Ambas reímos de nuevo encaminándonos por en medio de patio, ahora lleno de niños, de risas y de felicidad.

Somos Miya y Mayita.. el único legado que dejó el SiHAe, mis padres. Y junto a mi hermana fuimos testigos, durante su larga vida, de todo el gran amor que juntos vivieron hasta el ultimo día.

DongHae… Siwon… en el cielo o donde quiera que estén quiero que sepan que siempre los amare.

Con mucho amorcito… Mayita ^^ que nunca los olvidara.
Gracias por hacerme su estrellita.

~~FIN~~

Nota: Este fico lo postie primeramente en el foro HATO, y el bonus trata sobre las lectoras que en ese entonces siguieron el fico ^^ estaba dedicado a ellas, por ello la aparición de sus nombres :)

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[SiHae] Quédate conmigo: Capítulo 3.

Capítulo tres: Quiéreme…

Después de aquella apasionante noche la vida de Siwon se había vuelto un infierno.
No porque haberse acostado con su amigo le trajera problemas, si no porque luego de compartir tantos besos y caricias había quedado tan irremediablemente prendado de su amigo que sufrió en gran manera cuando se entero del regreso de EunHyuk. Que sorpresivamente había vuelto a casa y por ende a los brazos de DongHae.
La tristeza que lo inundó esos días fue terrible. Penosamente se había percatado de que a Hae ya no lo veía solo como un amigo, si no como algo mas, ya no sentía solo sentimientos de amistad hacia él, si no que algo mas fuerte, le gustaba el moreno y le gustaba mucho, demasiado. Y aquella noche, que lo había echo suyo una cantidad de veces que ya no recordaba, había resultado ser tan especial para él que no entendía porque para DongHae no. Para el moreno no había significado nada, incluso después de haberle pedido una vez tras otra “De nuevo, Siwon, hagámoslo otra vez y otra vez y….. otra vez….”, el seguía significando “nada” para él.

Pero en cierta forma Siwon sabia a loo que se atenía si se atrevía a sentir tales cosas por DongHae. Tantos años como amigos y jamás le había visto con otros ojos que no fueran los de un amigo. Ahora que se habían atrevido a pasar la delgada brecha que separa a un amigo de un amante, se había dado cuenta de las bondades y maravillas que guardaba DongHae en su interior. Cuando probo su boca le había gustado tanto, sus labios eran tan terriblemente exquisitos y llenadotes que si por el fuera se hubiera quedado besándolos por siempre. Y su cuerpo… que decir de su cuerpo, tan perfecto, tan dispuesto y entregado a su voluntad esa noche. Le había querido, le había besado, acariciado y entrado en él de manera tan maravillosa que llego a pensar que había encontrado a esa persona especial y que quería estar con ella hasta que ya no pudiera mas de felicidad, por eso es lo que encontró en los brazos de DongHae una felicidad tan profunda peor a la vez efímera que le produjo un profundo dolor cuando se hubo ido.

Ahora vagaba por su habitación pensando en que debía hacer, porque estaba seguro que tenia que hacer algo al respecto. Ese día el moreno estaba dolido. Había sufrido por el abandono de HyukJae y había buscado en sus brazos consuelo. Lo encontró. Pero su tristeza solo se fue por las horas en que Siwon estuvo apegado a él. Cuando la pasión y el éxtasis se hubo ido DongHae desapareció tan rápido como había llegado. Estaba arrepentido y quería borrar lo ocurrido. Tal desprecio calo tan hondo en el corazón de Siwon que al día siguiente en su trabajo no rindió como siempre, andaba distraído, cabizbajo con ganas de nada. Afortunadamente como era el hijo del dueño de la empresa donde ejercía como vicepresidente, nadie le reprocho nada, ni sus colegas cuando notaron que había cancelado todas sus citas y reuniones para ese día y para el resto de la semana.

Una semana. Una semana pasó sin noticias de DongHae. Por mas que intento contactar con el no pudo. Al parecer el escurridizo pececito no se quería dejar ubicar. Y aquello el produjo aun mas tristeza. Se sentía mas solo y abandonado que nunca.
Se había dejado utilizar de la manera mas baja y ahora estaba sufriendo por ello. Puso su corazón para curar el de otro y ahora era el suyo el que estaba echo añicos.
¿Pero como algo de una noche puede acabar así con tu corazón?
Se lo pregunto una infinidad de veces, pero no obtenía respuesta. Solo sabia que se había enganchado de aquel adorable chico y ahora se le hacia imposible borra su imagen de la cabeza, sus besos de sus labios y sus caricias de su piel.

La tortura se aplazó por dos semanas y cuando Siwon creía que ya todo estaba perdido el pececito volvió a llamar a su puerta. Lloraba de nuevo. HyukJae había vuelto a desaparecer.
Al verlo no pudo mas que sonreír de alegría y abrazarlo tan intensamente que parecía que parecía no tener intenciones de volver a separarse de él jamás.
Fue increíble como la tristeza se fue, el dolor desapareció, como si aquellas dos ultimas horribles semanas jamás hubieran pasado. El volver a ver a DongHae le hacían volver a la vida y sentirse tan lleno de energía que tenia ganas de gritar y bailar cualquier cosa con tal de expresar y hacerle saber al moreno lo feliz que estaba de le hubiera buscado, que a esas alturas ya no le importaban sus razones, no importaba con que fin lo buscaba, no le importaba si lo utilizaba o no, no le importaba si era su juguete, no le importaba si no lo quería, no le importaba. Que triste. Llegar al punto en que mendigas amor, porque inevitablemente te hace falta, esa persona te hace falta, la quieres, la necesitas y si la tienes a ella, aunque sea por unos instantes, ya nada mas importa. Nada.

Sabiendo que por la mañana todo seria como la vez anterior se dejo caer y enredar de nuevo en esos besos y esas caricias que le llevaban al cielo y luego le hacían caer tan dolorosamente sobre la realidad. Esta vez no hubo ningún preámbulo, no hubieron conversaciones de ningún tipo, DongHae venia con una sola idea en la cabeza y esa era sacarse la tristeza de encima. Queria olvidar nuevamente el dolor de la soledad y el abandono y para él la única forma en que lo había conseguido era en los brazos de Siwon, aunque al igual que su felicidad, su momento de bienestar había sido efímero, quería besar nuevamente esos labios y que aquel cuerpo tan varonil le hiciera sentir tan amado y deseado de nuevo.

Fue así como comenzaron a hacer en un círculo vicioso del que no se pudieron despegar jamás. Cada vez que HyukJae desaparecía DongHae corría a los brazos y a la cama de Siwon quien lo esperaba siempre con los brazos abiertos. El chico ya se había resignado penosamente, estaba destinado a sufrir si ese era su destino. Seria el amante de DongHae siempre, o al menos hasta que el moreno quisiera, porque sus encuentros dependían de él.
Siwon no podía hacer mas que esperar y esperar y esperar al siguiente encuentro. A la siguiente vez en que lo viera y pudiera abrazarlo y besarlo tratando de decirle con cada beso que él es a quien busca, que él es de quien se debería enamorar, que él, Siwon, es su chico, su hombre, su Siwon.
Poco a poco se comenzaba a enamorar de aquel ser tan imposible porque eso era su amor “Imposible”. Mientras la persona a quien amas este enamorado de otro no puedes hacer nada más que esperar. Es tan terrible ver como eres rechazado constantemente. Que no te correspondan y vivir solo un amor tan intenso es algo tan desgarradoramente doloroso.
Las lágrimas de Siwon caían desesperadas cada vez que DongHae se marchaba y su cama y su corazón volvían a quedar tan vacíos como antes.

– Quiéreme… – susurraba entre silenciosas lagrimas – quiéreme…

Las lagrimas no dejaban de caer hasta que conciliaba el sueño y volvía despertar a tu deprimente soledad.
¿Cuántas veces había soñado ya con que Hae le decía que lo amaba? Ya había perdido la cuenta. Incluso aquellos sueños ya no le daban esperanzas, sino mas tristezas, por que era como si su mente se mofara de él, de sus sentimientos y de su amor, que era tan bueno, tan puro y que DongHae despreciaba sin mas y pisoteaba con cada visita.

En un momento llego a pensar que DongHae era malo, que lo veía sufrir con sus partidas, con sus comportamientos de arrepentimiento y aun así después lo buscaba sin mas y lo volvía a hacer caer en esa red de necesitado cariño.
¿Es que no veía cuanto dolía? ¿Cuánto sufría?
Pero el dolor de DongHae era el mismo que el de Siwon, ambos chicos enamorados se encontraban sufriendo ante la soledad, el abandono y el amor no enteramente correspondido.

– DongHae.. – había dicho una vez abrazándole para que aun no se fuera – Te quiero d…

– Yo también te quiero – soltó el otro sin dejarlo terminar.

– Pero yo no te quiero así – le devolvía el juego de palabras que alguna vez utilizo con él.

Silencio. DongHae sabía lo que venia ahora y no podía corresponder porque lamentablemente su corazón y lealtad estaban con otra persona.
Hizo un movimiento para levantarse de la cama pero Siwon lo retuvo con fuerza. Lo tenía abrazado por la espalda y le hablaba al oído.

– Hae… yo te quiero de verdad..

– Siwon.. – susurro.
– Hae… quédate conmigo – dijo ya necesitadamente que provoco un sentimiento de infinita culpa en DongHae -, déjalo Hae.. Hyuk solo te hace sufrir, no te merece. No merece tu cariño, no mereces que llores por él – agregó cuando sintió sus débiles sollozos -, Hae yo te quiero – volvía a repetir haciendo mas calido el abrazo -, vente aquí conmigo, yo si cuidare de ti, te quiero mas que a nada…

DongHae solo había respondido como siempre. Se vistió, tomo sus cosas y se fue. Volviendo a sumergir a Siwon en el más ahogado y silencioso de los llantos. Jamás seria correspondido. DongHae amaba y tenía solo ojos para HyukJae y penosamente no podía hacer nada contra eso.
Era una forma masoquista y enferma de pensar, pero luego de ser rechazado tantas veces, porque mas tarde lo volvió a intentar, declarándose y pidiendo que se fuera a vivir con él, no le quedaba mas que resignarse y en vez de seguir buscando su felicidad se empeño en realizar la de DongHae.

“Tu felicidad es mi felicidad ¿Así funciona? – se pregunto llorando una vez.

Con el corazón echo añicos se había atrevido a llamar a HyukJae para hablar con él y hacerle entender que DongHae le amaba mucho y que le hacia sufrir con su comportamiento, que por favor no lo hiciera mas. Pero Hyuk jamás llego a contestar ninguna de sus llamadas. Como había dicho el moreno. Totalmente desaparecido.
Pero no se detuvo allí. Hizo contactos aquí y allá para ubicarle. Al trabajar en una gran empresa de telecomunicaciones tenia acceso fácil a cierto tipo de información, pudiendo llegar mas rápido a personas a trabes de señal satelital. Fue así como consiguió dar con el paradero de HyukJae, a trabes de la señal que dejaba su línea de móvil, y se decidió a ir por él y traerlo de vuelta bajo amenazas si era necesario para que nuca mas se volviera a separar de DongHae, ya no soportaba ver como el moreno cada día caía mas y mas hondo en aquel sufrimiento, tan similar al de él, que parecía no tener fin.
Se preguntó en cierta ocasión si era mejor darle la dirección a Hae y que el fuera por el, pero le aterro la idea de poder mandarlo y que tal ves aya se encontrara con algo que solo lo haría sufrir mas. Asíque prefirió que primero debía ir él y ver que sucedía con HyukJae y su extraña manía de desaparecerse cada tanto.

Encontró a HyukJae a las afueras de Seúl. Estaba viviendo en un pequeño departamento y ese día tuvo suerte porque justo se topó con el chico cuando iba de salida.
La cara de horror y sorpresa que mostró Hyuk cuando vio a Siwon le indico claramente que no se alegraba de verle.
Luego de un frío saludo y una platica banal, Siwon le había convencido, después de varias esquivas por su parte, de ir a tomarse un café a algún lugar cercano porque era muy importante lo que tenia que decirle. Y vaya que sorpresa se llevo cuando HyukJae le contó el porque de sus prolongadas escapadas.

– Hace dos meses comencé las clases..

– Justo en el tiempo cuando Hae… – se interrumpió – ..empezó a ponerse mal..

– ¿Tanto sufre? – pregunto angustiado mientras dejaba su taza de café sobre el plato. Siwon asintió y bajo la mirada, no había tocado su taza.

– No puedo dejar esto – anunció – lo estoy haciendo por los dos, yo amo mucho a Hae pero.. ahora tengo otra responsabilidad..

– ¿Por qué no se lo cuentas? El te apoyara.

– No, no se lo contare, si lo hago querrá venir a vivirse aquí conmigo y no quiero eso, no puedo dejar que interrumpa sus estudios.

– ¡Pero Hyuk! – exclamó -. Hae sufre demasiado.

– Siwon.. – amenazo -, no le dirás donde estoy. Las vacaciones ya acabaran y DongHae volverá a clases en la universidad, es su ultimo año y debe rendir tan bien como siempre lo a hecho.

– ¿Y tu? ¿Son compañeros de universidad no? Debes volver también.

– Yo no volveré – dijo adoptando una actitud tan triste y vacía que Siwon sintió pena por él -, cancele mi matricula, porque comencé a estudiar acá..

– Se va a morir cuando sepa que no volverás para tu ultimo año – expresó con pesar.

– ¿No entiendes? – se interrumpió – yo amo a Hae, pero.. ahora el baile es mi vocación, bueno, en realidad siempre lo a sido – su mirada se perdió en vagos recuerdos – lo aplace por el deseo de Hae.

– ¿Por él?

– Te dije que lo amo, por eso perseguí sus mismos sueños y lo ayude – suspiró – pero es hora de que yo también realice los míos y si tiene que haber un pequeño sacrificio de por medio para que luego podamos ser plenamente felices, lo haré, seguiré adelante.

Siwon se sintió terriblemente conmocionado. Hyuk seguía amando como siempre a DongHae y hacia todo aquello por la felicidad de ambos. Pero había algo que no encajaba.

– ¡Pero porque no el dices maldición! El te entendería.

– ¡Te digo que no! Conozco a Hae, se que lo dejaría todo por venirse conmigo – la tristeza y algo de desesperación comenzaban a invadirlo y Siwon pudo notarlo de inmediato. Sintiendo también una pequeña parte de esa tristeza por que le hubiera encantado ser él quien dijera esas palabras.

– ¿No pudiste encontrar otra academia dentro de Seúl? ¿Por qué tan lejos? – trato de hablar con amabilidad casi en un tono de ruego.

– Siempre he querido la que esta aquí, es la mejor – su voz se oyó nostálgica.
Siwon ya no sabia como rebatir, HyukJae estaba decidido a seguir adelante y nada lo detendría.

– ¿No hay nada que pueda hacer para que vuelvas definitivamente? – pregunto como ultimo recurso.

HyukJae negó con la cabeza y una triste sonrisa.

– Pero seguiré visitando a Hae de vez en cuando. Lo amo, pero es tiempo de mis sueños y mis responsabilidades – otra vez volvía a hablar con esa voz nostálgica.

– ¿Qué harás si Hae encuentra a otra persona? – el corazón le latió con fuerza cuando hizo esa pregunta y espero mas que ansioso y nervioso la respuesta. El chico, sentado frente si, apoyó los codos en la mesa y se sujeto la cabeza con las manos, sonrío amargamente por unos instantes y luego contesto.

– Nada.

La respuesta lo descoloco.

– ¿Nada? – repitió
.
– No. Nada – respiro profundo y volvió a su posición de antes -, se que tengo abandonado a Hae, me he portado mal con él, y si después de esto el encuentra a alguien mejor que yo no puedo hacer nada contra eso.

Su respuesta lo dejo mas que sorprendido y no pudo evitar ver una luz de esperanza frente a todo aquello.

– Se que sufriré y todo, pero si él descubre que es mas feliz al lado de otra persona ¿Qué puedo hacer? Lo amo y si su felicidad esta lejos de mi no me quedara mas que aceptarlo, es el precio que pagare por mis actos.

Su sufrida forma de pensar tan parecida a él le hizo entristecerse.
HyukJae seguía siendo ese amigo bueno y sensible de la preparatoria con quien compartió tantos buenos momentos y el sentimiento calido y a la vez penoso que le produjo su ultima respuesta le hizo verse a si mismo por un momento.
HyukJae al igual que él estaba dispuesto a sufrir con tal de ver feliz a la persona que se ama.

Aquello le hizo llorar. De pronto las lagrimas caían solas y antes de irse estrepitosamente, para que Hyuk no lo viera, le pidió que aunque fuera le escribiera a DongHae de vez en cuando para hacerle saber que estaba bien y que lo sigue amando. Solo vio al chico asentir preocupado y luego de eso salió del café.
Una lluvia repentina, típicas nubes escapadas de verano, caía sobre la zona, mojando las calles, las fachadas de las casas y a las personas, como Siwon, que en ese momento se encontraban afuera.
Camino sin rumbo con sus ropas totalmente empañadas y llorando hasta que el agua en sus mejillas solo fue lluvia. Jamás recordó haber llorando tanto, fueron horas bajo la lluvia en las que deambulo por las calles vacías acompañado solo de los sollozos de su llanto angustioso y el golpetear de las gotas de lluvia en el suelo. Había llorado y llorado porque al fin comprendía bien, por fin entendía.

Lo había perdido.
Jamás lo había tenido, DongHae jamás había sido suyo, solo en cuerpo, pero su alma aun estaba lejos de su corazón y por eso lloraba.
Nunca le tendría. Nunca le amaría.

– Pero a pesar de todo… te quiero – susurro deteniéndose en medio de la solitaria vereda.

Levanto la cabeza con la mirada totalmente perdida, recibió las gotas de lluvia directamente en el rostro pero apenas si las sintió. Sumido en un dolor tan desgarrador que casi no lo dejaba respirar pronuncio aquellas palabras que sabia lo condenarían a sufrir para siempre.

– Te amo…

***

Volvió a Seúl casi enfermo, siendo los días venideros casi tan infernales como los de hace dos meses. Bueno, en realidad los dos meses tras habían sido puro sufrimiento y los días ahora, al igual que antes, lo seguían siendo.

No sabía hasta que punto podría soportar ese amor no correspondido. Hae seguía visitándolo, y ahora un poco mas animado que antes, le contaba feliz que HyukJae había comenzado a escribirle en sus ausencias, mediante cartas le hacia saber como estaba y lo mucho que lo extrañaba. El moreno no sabia cuan hondo calaba en el corazón de Siwon, quien oía sus historias con la mayor atención posible mientras por dentro se sentía morir.

“¡No funciona eso de tu felicidad es mi felicidad!” – se había gritado una vez -, entre mas feliz lo veo es peor el dolor para mi.

Por su bien, ya no trataba de ilusionarse cuando Hae recurria a los besos o a las caricias que le seguía regalando, aunque sí aprovechaba al máximo esos encuentros en los que podía amar y sentir que DongHae era solo para él. tal vez no tenia su amor ni su corazón, pero con que solo le diera una abrazo ya era suficiente, porque ya no le rogaba que lo eligiese, ni que se viniera a vivir con él, sabia que jamás vencería la presencia de HyukJae y jamás lograría que Hae sintiera un amor así de profundo por él. Solo le quedaba seguir mendigando las sobras del cariño que DongHae tan ausentemente le daba en sus vagos encuentros. Y aprender a ser feliz con su felicidad como se había dicho y luego se lo había confirmado Hyuk mas tarde. Eso era lo único que le quedaba por hacer y lo que le podría traer un poco, aunque fuera un poco, porque Siwon no pedía mas, un poco de paz a su herido corazón.

CONTINUARA~~

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[SiHae] Quédate conmigo: Capítulo 2.

Capítulo dos: Cuando todo comenzó II.

Estuvieron mucho rato así hasta que Siwon ya no escucho más los sollozos de DongHae.
Ahora el muchacho yacía aferrado a él con la mirada ausente y las mejillas algo húmedas, su respiración se había aquietado y su corazón golpeaba despacio dentro de su pecho ya mucho mas tranquilo. Entonces Siwon le apartó unos segundos el rostro para mirarle bien y la mirada de suma desesperanza que encontró en él le caló el alma. ¿Es que se podía soportar ver tal sufrimiento?

– Quiza no soy suficiente – murmuró inclinando la cabeza.

– Hae… – llamó Siwon con ternura y limpiando una osada lágrima que se había escapado de su ausente mirada – eres mas que suficiente, créeme, Hyuk es un tonto si no lo ve.

– Lo dices porque eres mi amigo – la resignación en su voz le hizo entender que allí había mas dolor que la simple idea de sentirse abandonado. DongHae se estaba comenzando a culpar por la indiferencia de EunHyuk y aquello era totalmente absurdo.

– Lo digo porque es cierto – dijo firme -, eres la personita mas encantadora que he conocido, eres todo lo que alguien desearía tener – Siwon trató de captar su mirada -, eres muy lindo, tierno, amigable, un chico en el cual confiar, extremadamente mimado, sensible – dijo haciendo énfasis en la ultima palabra -, y buena persona.

El ambiente calido y sereno que les rodeaba hizo que DongHae se sintiera enormemente acogido, además las palabras de Siwon le habían parecido tan cariñosas, tan llenas de una profunda amistad y de un cariño inquebrantables que no supo como responder a ellas, solo se limitó a comparar y sentirse aun mas miserable.

– Ojala EunHyuk pensara así – su rostro volvía a quedar sombrío.

– Ya lo dije, Hyuk es un tonto, imposible mirarte y no creer que lo eres todo – concluyó con una gran sonrisa.

¿Siwon siempre era asi.. tan.. tan… lindo?

La mirada anonadada de DongHae le hizo sonreír aun mas y tratando de ser mas afectuoso aún le retiro el cabello que le cubría parte de la frente y de los ojos con sumo cuidado. Luego tomó su rostro y le deposito un delicado y prolongado beso en la frente.
Con los ojos cerrados el chico había recibido tal muestra de cariño que le había hecho sentir tan bien, tan querido y aceptado. ¿Era posible olvidar la tristeza y la terrible sensación de abandono, de no ser querido, de valer tan poco?

Luego de aquel beso en la frente le había seguido otro en la mejilla. Siwon quería hacerle entender que al menos allí era bien recibido y tan enormemente apreciado como solo dos amigos, los mejores, pueden serlo.
Le dedicó otra de sus tranquilizadoras sonrisas esperando la misma respuesta por parte de DongHae, pero el moreno seguía mirándole con algo de tristeza. ¿Es que no lograría nunca despejar esa pena?

– Siwon… – pronuncio muy despacio y con una especie de dolor contenido – …quiéreme.

El más alto le sonrió con suma ternura.

– Ya te quiero Hae – dijo pasándole una mano por la mejilla.

– No así.

Siwon le miro aun con la sonrisa en el rostro pero sin haber entendido del todo a lo que se refería.

– Quiéreme… – volvió a susurrar soltando una lágrima que Siwon vio deslizarse por el contorno de su cara hasta su barbilla. Esta vez no pudo hacer nada para limpiarla porque la cercanía de DongHae le había hecho quedarse sorprendentemente quieto. El chico se había detenido a escasos milímetros de sus labios y el nerviosismo de la inesperada situación le había hecho golpetear su corazón con fuerza.
Los segundos se le hicieron eternos sin saber como reaccionar ni lo que realmente pretendía su amigo. ¿Por qué respiraba tan cerca de él? Ahora podía mirar perfectamente dentro de sus ojos cafés y lo que esa mirada lúgubre le transmitió fue más que un sentimiento de protección, fue algo que no comprendió hasta semanas mas tardes.

Luego de al parecer un largo momento de indecisión DongHae se había atrevido a hacer desaparecer los milímetros que lo separaban de lo que serian los labios que lo harían olvidar, que lo harían sentirse querido y amado otra vez.
Siwon sintió como el chico presionaba lentamente sus labios contra los de él. Su mirada ahora estaba tan cerca que veía sus ojos borrosos, aun estaban abiertos y le seguían mirando con total tristeza.
Fue tanta su sorpresa ante aquel beso que en cuanto sintió los labios de su amigo contuvo la respiración y solo volvió a respirar cuando DongHae se aparto de él. Se había alejado solos unos centímetros para mirarle directamente a los ojos como buscando alguna clase de reacción negativa en ellos. Pero al no descubrir más que una mirada de anhelante sorpresa se atrevió a volver a presionar sus labios contra los de Siwon.
Esta vez el más alto pudo seguir respirando y dispuso sus labios para un segundo alejamiento y un tercer beso que esta vez llego mas seguro que los anteriores.

Siwon no sabia exactamente lo que pretendía DongHae con aquellos cortos acercamientos ni lo que precisamente buscaba haciendo aquello, pero la imagen de suma sumisión y necesidad contenida, de querer recibir amor, que le proyectaba el moreno tan arrimado a su cuerpo le produjo una debilidad que en primera instancia, de dejarse besar tímidamente por aquellos cortos contactos, había pasado a una sensación mas intensa de querer corresponder a ellos.
Recién comprendía, que con aquellos actos, DongHae le pedía a gritos que lo quisiese, que lo amase, que lo besara como solo sabia hacerlo y le acariciase hasta el cansancio.

– Quiéreme… – esta vez su voz se oyó tan suplicante que Siwon…. – … por favor – …se sintió profundamente conmocionado – …por favor.

La susurrante invitación de DongHae hacia cosquillas sobre los labios de Siwon y dentro de su corazón. No sabia cuando la situación se había volteado e tal manera, el hecho lo había tomado tan por sorpresa que ahora no podía más que mirar a su amigo sin saber que hacer.
Hasta donde el sabia eran amigos, que ocurriera algo mas ya era comenzar a confundir las cosas y al parecer DongHae eso estaba haciendo.

– Hae.. – dijo tratando de frenar su siguiente acercamiento – .. soy yo.. Siwon.

El mas alto se llevo una mano al pecho haciéndole ver que se trataba de él, su amigo desde el instituto, Choi Siwon, a quien había recurrido innumerables veces cuando le necesitaba. Era él, no EunHyuk.

– No soy Hyuk Hae..

Pero el moreno parecía no prestarle atención y Siwon seguía recibiendo aquellos cortos acercamientos. ¿Le estaba provocando? Si era así lo estaba consiguiendo porque al menos no lo esquivaba ni lo rechazaba. ¿Seria capaz de responder a ellos.
La idea de besar a su amigo le produjo un sentimiento de contradicción. Por un lado le asusto la posibilidad de romper la barrera que separa a un amigo de un amante, ellos siempre habían sido amigos y descubrirse besándolo a estar altura le parecía totalmente irracional, además era así como montones de personas llegaban a confundir los sentimientos de amistad con algo mas, DongHae se encontraba confundido y dicho sea de paso lo estaba confundiendo a el también por que por otro lado la idea de besar aquellos labios que al parecer jamás había visto bien o simplemente había estado escondidos para el todo este tiempo se le hizo profundamente tentadora. Ante el estaba uno de los hombres que mas quería y apreciaba, su amigo, y verlo sufrir de esa manera por falta de afecto y cariño hizo querer darle todo lo que había en su interior como reemplazo. Y si es que de entregar amor se trataba Siwon era experto, con su sencilla personalidad y su forma tan de piel de ser con los demás conseguía que todo mundo se sintiera bien cerca de él.
Y eso haría por DongHae, solo se comportaría como un amigo un poco mas cariñoso de lo normal, un par de caricias y unos simples besos no le harían daño a nadie ¿cierto? Solo seria una forma de demostrarle a Hae cuanto lo quería y cuanto estaba dispuesto a dar borrar aunque sea un instante la tristeza que le inundaba.
Además, no era un sacrificio el tener que besar a su amigo, a quien quería engañar, quería tan irremediablemente consolarlo que la idea de tener que abrazarlo y besarle para hacerlo se le hizo tan llamativa que dejó de cuestionarse y comenzó a actuar antes de que le viniera una ola de arrepentimientos. Y respondiendo a todos aquellos locos e impulsivos sentimientos Siwon esta vez había buscado los labios de DongHae, besándole con toda las ternura que le fue posible transmitir en esa calida caricia. Llegando así, el primer beso de muchos.

El moreno no se separo de él cuando la húmeda lengua de Siwon buscó la suya, ni cuando le apretó ligeramente su labio inferior, ni cuando al cabo de media hora aun seguían besándose sin la mas minima intención de querer detener aquello, al contrario, él, y no solo DongHae, ambos querían continuar por que la sensación que compartían era demasiado revitalizadora como para querer abandonarla ahora. Porque irónicamente habian abina descubierto que los brazos del otro podían olvidar, aunque fuera por unos instantes toda la soledad y la tristeza que amenazaba con hacerlos sufrir.

Y es así como ambos chicos compartieron dulces besos entregándose el cariño que tanto les hacia falta, porque si bien DongHae sufría por la ausencia de EunHyuk, Siwon lo hacia, mas retraídamente, por el hecho de que los años pasaban y aun no conseguía encontrar a esa persona que llegaría a desordenar y revolucionar su mundo, que lo haría soñar despierto haciéndolo el hombre mas feliz. Infinidad de chicas y ciertos muchachos habían pasado por su alcoba, pero ninguna lo suficientemente especial como para hacerle experimentar un gran amor.
Ahora, con los besos que tan entregadamente le daba DongHae podía dejar a un lado el abatimiento de llegar a su apartamento y encontrarlo tan solitariamente vacío siempre, de caminar por sus habitaciones y no hallar a nadie esperándole en ellas, de sentarse en su sofá y relajarse escuchando buena música sin la compañía de alguien a quien entregar todo ese amor que tenia guardado dentro de si. Olvidó toda esa soledad y, al igual que DongHae, se dejó abrazar por las suaves y calidas sensaciones que le producían aquellos besos y esas delicadas manos que habían comenzado a pasearse por los contornos de su cara.
Teniendo la sensación de que si dejaba de besarlo desfallecería es que deslizo sus manos por los costados de su cintura hasta entrelazarlas en su espalda y con una gran sutileza lo acercó más. Ambos se habían fundido en un abrazo del que si mas tarde DongHae quisiera escapar le resultaría difícil porque había hecho que Siwon se entregase irrevocablemente a sus caricias exigiendo con cada beso mas afecto del que quizás estuviera bien dar.

Dejándose llevar exquisitamente por el sin fin de sensaciones, es que perdieron toda noción de tiempo y espacio. Siwon no sabia exactamente en que momento aquellos besos se habían vuelto tan apasionado y cuando las caricias ya no se limitaban solo a la zona de la cara y la cintura. Ahora sus manos descontroladas se paseaban a lo largo de la esbelta espalda de DongHae y de vez en cuando se intentaban colar por debajo de su cernida camiseta, siempre tratándolo como si se tratase de la joya más delicada y costosa del mundo.
Estar así con aquel chico era como profesarse amor puro e incondicional por el resto de la vida. Y es que para Siwon DongHae era una persona a la que se debía tratar con tanta ternura que hasta sus apasionados besos los hacia suaves intentando transmitir en ellos toda la dulzura con la que era capaz de querer. No había necesidad de ser ansioso, no había necesidad de ser un bruto irracional que se deja llevar por la pasión, eso queda para otros que no valoran los momentos tan espaciales en los que se puede experimentar el amor como la máxima demostración de afecto. Por ello aquel instante era diferente, claro que había pasión y sensaciones de querer llegar mas lejos, pero por sobre la locura y el descontrol predominaban sentimientos de profundo amor y placer.

Siwon había pensado que con solo besos y caricias en el rostro estaría bien, pero ahora que había descubierto el dulce néctar que le brindaban esos labios y la forma en como tocaban los suyos y se amoldaba para que ambas lenguas tuvieran aquellos húmedos contactos, no quería dejar de besarle e incluso sintió el deseo de querer llegar mas lejos.
Pero el fugaz pensamiento de que DongHae le besaba así porque en sus besos quizás quería hallar los de EunHyuk le produjo un profundo malestar. Si eso era así, el no estaba haciendo mas que ser utilizado por el menor para poder compensar su tristeza creyendo que era su novio quien lo besaba en aquel momento.

Desconcertado abrió los ojos, que había cerrado durante ese rato, y comenzó a contestar sus besos con menos efusividad, entonces le fui imposible no decir algo.

– No soy EunHyuk… – repitió mientras DongHae le seguía besando – …Hae… – murmuró tratando de llamar su atención pero el chico no parecía querer responder a sus palabras, seguía besándole con los ojos cerrados y las manos aferradas a su pecho -, … Hae… no soy Hyuk.

– No.. – contestó sin alterar su postura entregada ni por un segundo – … eres Siwon.

El alivio y la felicidad se hicieron dentro de Siwon, el moreno era completamente consiente de que lo estaba besando a él y no a otra persona que tal ves su mente hubiera querido que fuese. Aquella aclaración fue como una inyección directo a la vena de pasión y entusiasmo. El más alto volvía a sumergirse en aquellos besos y esas caricias que tan bien le proporcionaba DongHae.

– Esto es una locura.. – susurró con una ligera sonrisa.

– Pero me gusta..

Las palabras de aprobación del moreno le hicieron estremecerse, sonriendo entusiasmado mientras la seguidilla de besos continuaba.

¿Hace cuanto no estaba así con nadie? Porque DongHae no era cualquier persona. Si bien algunas personas pasaban de vez en cuando por su alcoba, no siempre se tartaba alguien a quien quisiese tanto y desde hace tanto tiempo. Eso era lo que marcaba la diferencia con DongHae, él no era un desconocido más al cual besar, era su amigo, y por todo el aprecio y el cariño que se tenían es que ahora lo besaba con tanta dedicación. Se entregaría por completo al moreno y le haría olvidar todas sus penas y tristeza. Ese era su deseo y el anhelo que ahora no podía dejar de sentir.

Totalmente entregado y queriendo vivir lo que su amigo también estaba deseando, Siwon se puso de pie arrastrando con él a DongHae sin separar su boca de la suya. Había descubierto que esa suave boca le encantaba y que él dueño de esos labios, que ahora le traían como ciego en busca de la luz, besaba exquisitamente bien. Además su piel, su piel era tan terriblemente suave y dejada al tacto que amaba sentir sus caricias sobre la suya.
Lentamente una sensación de calor se apodero de él y sintió que la ropa comenzaba a molestarle, haciéndoselo notar DongHae también, quien había metido sus manos por debajo de su camisa y acariciaba despacio parte de su abdomen.
Tomó las manos del moreno y sin dejar de besarlo en ningún momento comenzó a retroceder arrastrándolo por el living y el pasillo hasta su habitación. El único momento en que soltó un de sus manos, en todo ese rato, fue para girar la manilla de la puerta de su cuarto y abrirla.
Introdujo al chico esta ves haciéndolo caminar hacia atrás y una vez hubieron chocado con la parte posterior de su inmensa cama se detuvieron y comenzaron una serie de caricias acompañadas de dulces y sabrosos besos que no hizo dudar a ninguno de los dos sobre lo que querían.

Si antes quedaba alguna duda con respecto a lo que estaba haciendo, ahora no había espacio para ellas. Ambos chicos se encontraban tan inmersamente perdidos en dar y recibir que no les importo el pudor y menos el hecho de que prácticamente se estaban profanando entre amigos.

Siwon tomó la camiseta de DongHae y se la deslizó despacio hacia arriba. El chico alzó los brazos y se separó de los labios de Siwon, para que la camiseta escurriera con mayor facilidad, volviendo a tomarlos en cuanto la prenda hubo abandonado completamente su cuerpo. De inmediato sintió las cariñosas manos del mas alto pasearse por el contorno de su pantalón hasta su espalda y luego subir para volver a apegarlo a él.

Sorprendentemente DongHae, en esos minutos, había dejado atrás toda la pena, la tristeza y la sensación de sentirse terriblemente menospreciado y abandonado. El estar así con Siwon le había traído de vuelta un montón de sentimiento que no se daba el lujo de experimentar hace un buen rato. Era como estar reviviendo las incansables horas de afecto que antes le brindaba EunHyuk, solo que ahora, con Siwon, era excitantemente mejor, mucho mejor.

El más alto dejo entonces su boca solo para deslizar sus labios por el mentón de DongHae, depositando besos por la base de su barbilla y cuellos hasta llegar cerca de su oído donde el chico pudo oír la irregularidad de su respiración que comenzaba a acelerarse. Elevando su mentón, para permitirle que siguiese con aquella serie de besos en el cuello, tan satisfactorios, cerró sus ojos para que la sensación de satisfacción lo embargara por completo. En ese momento solo estaban él y Siwon, no existía nadie más, absolutamente nada más.

DongHae volviendo a responder a aquella boca, puesto que los labios de Siwon habían vuelto a los suyos, deslizó sus manos por el pecho fuerte de su compañero hasta llegar a la parte mas baja de su camisa. Desabrochó los botones uno por uno y cuando hubo llegado a su pecho nuevamente pasó sus manos por sus bien tonificados hombros e hizo resbalar la camisa por sus brazos y la espalda, quedando atascada a la altura de sus flectados codos. Al instante el cuerpo tan perfectamente formado de Siwon quedo a la vista y el chico soltó por unos instantes a DongHae para que su camisa, ahora tan molesta, terminara de caer.

No hubo tiempo para contemplaciones ni inhibiciones, puesto que los besos continuaron y las caricias más necesitadas y marcadas que antes ahora hacían lo suyo sobre los torsos desnudos de ambos chicos.
Fue tanto así que DongHae comenzó a sentir la presión de la hombría de Siwon, atrapada dentro de su pantalón, haciendo especial contacto cerca de la parte mas baja de su estomago. El chico ante si era mas alto y sus caderas por ende estaban algo mas elevadas que las suyas, por ello la señal de su compartida excitación la sentía allí e inmediatamente Siwon quiso hacer algo al respecto. Con sus manos en la espalda de DongHae esta vez se atrevió a bajar más de lo que el borde del pantalón señalaba como una zona decente para detenerse. Cuando el moreno sintió sus osadas manos en aquel lugar se abrazo a su cuello poniéndose ligeramente de puntillas. Siwon aprovechó su deleitado entusiasmo y tomó su trasero desde más abajo y con un repentino empuje lo montó sobre si aprisionando su excitante sexo contra el de DongHae. Aquel perfecto y tan cómodo enlace lo llevo a un punto de exquisito placer que se hizo mas fuerte aún cuando el moreno le rodeo las caderas con sus piernas, aforrándose a él y dándole a entender que ya a estas alturas podía hacer con el lo que quisiese. Ambos se habían entregado a los brazos del otro y ya nada podría detener ni frenar la pasión que los carcomía por dentro.

Apoyando un brazo sobre el suave colchón Siwon se había dejado caer hacia delante con DongHae aun aferrado a sus caderas y a su cuello. El moreno ahora aprisionado entre la cama y el estupendo cuerpo de Siwon alzaba nuevamente el mentón para que su compañero besara con irrefrenado deseo su cuello y parte de su hombro izquierdo.
Mientras se dejaba acariciar pasaba sus dedos por el oscuro cabello de Siwon bajando por su cuello, hombros y parte de la espalda, hasta donde sus manos alcanzaran a tocar. Pero la presión de la entrepiernas de Siwon estaba haciendo tal trabajo de excitación sobre la suya que cuando el mas alto comenzó a cargar sus caderas como si se tratara de pequeñas estocadas sobre la ropa DongHae sentía que desquiciadas sensaciones de hormigueo inundaba su abdomen y su parte baja.
Volviendo a inclinar la cabeza se percató que Siwon se había incorporado en sus antebrazos y ahora le miraba, sin dejar aquellos movimientos de presión sobre su entrepiernas que le hacían arder, con una expresión en su rostro cargada de mutuo deseo. Entonces le tomó por la cintura y se arrojó a un costado llevándose al moreno con él. Ahora DongHae con los brazos extendidos se apoyaba sobre su pecho. Siwon había quedado tendido en la cama y el menor yacía sentado sobre él.
Sus miradas anhelantes se encontraron un momento y entonces Siwon le sonrío. Le sonrío de manera tan seductora que DongHae como un autómata deslizo sus manos por su abdomen hasta llegar al botón de su pantalón que desabrochó sin problemas. Siwon, mientras, veía como el chico hacia lo suyo experimento una sensación de sublime calor cuando los dedos de DongHae corrieron su cremallera y su mano atrevida se posó sobre su erguido bulto.

– Dios… – exclamó y la risita encantadora de DongHae como respuesta solo hizo que su frénesi aumentara.

De inmediato se incorporó y se sentó, imposibilitándole al chico que siguiera con su tarea.
El rostro del moreno, ahora, unos centímetros elevados del suyo busco inmediatamente sus labios y mientras ambos volvían a compartir apasionados besos Siwon descendió con sus manos e hizo lo propio con el broche del pantalón de DongHae y su cremallera, haciéndolo gemir suavemente cuando sus dedos hicieron contacto con su hombría por sobre la ropa interior. Entonces lo volvió a tomar de la cintura y lo tumbo contra la cama. Volvía a estar arriba y ahora arrodillado sobre el colchón tiraba de los pantalones de DongHae deslizándolos despacio por sus piernas hasta retirarlos por completo y lanzarlos a un lado fuera de la cama.
El moreno ahora le miraba y le esperaba apoyado en sus antebrazos. La imagen a Siwon se le hizo exquisitamente atractiva y sin hacer esperar mas al ansioso deseo que los embargaba se dejo caer nuevamente sobre DongHae besándolo y acariciándolo sin restricciones.

El duro borde de la cremallera abierta de sus pantalones junto con el erguido bulto sobre su delgada ropa interior le provocaban al moreno sensaciones cada vez más estremecedoras. Y mientras se revolcaron entre las sabanas tratando de aumentar la deliciosa excitación mediante los húmedos besos y el roce pronunciado de sus hombrías Siwon se había sacado los pantalones y ahora despojaba eróticamente a DongHae de su ropa interior.
El cuerpo completamente desnudo del moreno bajo sí le hizo experimentar una ola de sensaciones tan aterradoramente fascinantes que solo consiguió aumentar cuando DongHae estiro sus brazos hacia él, pidiéndole con ese gesto que no detuvieran aquello, que no se detuviera a pensar, ni a razonar, que solo disfrutaran y vivieran aquel momento sin inhibiciones.

– Ven Siwon… – susurro de manera tan complaciente que casi hace flaquear la voluntad de Siwon por llevar lento todo aquello para disfrutarlo.
Entonces sin hacerlo esperar fue al encuentro de esas manos que se abrían a él y las beso con sumo cariño. Agachó la cabeza hasta la altura de su cuello, y mientras las manos de DongHae revolvían su cabello, Siwon besaba su pecho, mojando con su delirante lengua sus tetillas.
La respiración del moreno se hizo fuerte de pronto y Siwon hasta podía oír el fuerte palpitar de su corazón contra su pecho cuando deposito por unos segundos su oído allí. Ansioso por los efectos que causaba en DongHae siguió deslizando sus labios por el abdomen hasta llegar a su ombligo, allí se detuvo unos segundos para luego continuar mas abajo.
En cuanto la mano de Siwon sujeto su excitada entrepiernas, el moreno se tenso y soltó un gemido que fue como una señal de partida para el mas alto. Y cuando la suave boca de Siwon hizo contacto con la punta de su hombría, las sensaciones explotaron al instante dentro el cuerpo de su cuerpo haciendo que se llevase las manos a la cara como para tratar de contener el maravilloso sentimiento de extenso calor que lo inundaba por completo.
La lengua de Siwon ahora se paseaba por toda su extensión y el moreno no hacia mas que disfrutar todo aquello, creyendo que no se podría sentir mas bien hasta que sintió su miembro dentro de la boca del otro. El gemido ahogado que soltó lo hizo levantar la cabeza y volver a dejarla caer sobre la almohada como si esta pesara una tonelada. Su respiración se había agitado de sobre manera y ahora no le quedaba de otra mas que disfrutar, solo disfrutar.
Comenzaba a sentir que se acostumbraba a esa sensación cuando observó que Siwon se retiraba y se terminaba de desvestir. Se incorporó torpemente sobre sus rodillas para mirarle y antes de que pudiera terminar de contemplar aquel espectacular físico, que sin duda había visto antes, pero que nunca había mirada con otros ojos que no fueran los de amistad, vio como Siwon se ponía de pie sobre la cama y con sus fuertes brazos se inclinaba para agarrarlo por la cintura y estamparlo contra la pared. Su cuerpo musculoso presionaba sobre el suyo de manera tan exacta que cuando Siwon le soltó para tomar sus muslos y alzarlo a la altura de sus caderas no resbaló por la pared, si no que se quedo allí, abrazado con piernas y brazos nuevamente a aquel cuerpo tan suculento y sintiendo el desenfrenado rose que hacia su hombría desnuda contar la de él. Ahora Siwon solo se sujetaba a él con una mano mientras que con la otra buscaba aquel punto tan delicado y por el que seria voluntariamente profanado.

Mediante besos que casi le arrancan el alma, Siwon introdujo sus dedos con suma delicadeza dentro de DongHae. Cuando lo hizo, el chico en sus brazos, apretó los ojos y abrió la boca en señal de evidente excitación. Entonces volvió a tomar los muslos alzados de DongHae y lo montó un poco más sobre sí para que ahora su hombría hiciera lo suyo dentro de él. Con la ayuda de su mano, aferro su miembro y se introdujo lentamente dentro del moreno, tan lentamente que DongHae creía que moriría en el letargo. Su extensión ahora colada dentro de él le hizo tensionarse por completo y aferrarse con mas ímpetu al vigoroso cuerpo de Siwon, poco a poco se acostumbró a la sensación y besó apasionadamente al mas alto cuando este se hubo aquietado esperando no haberle echo daño.

– Hazlo… – le susurró al oído entre jadeos haciéndole saber que ya estaba preparado.

Con una mano aferrada a su cintura y la otra puesta sobre la pared Siwon había comenzado con suaves presiones que amenazaban con desquiciar el autocontrol de DongHae, ahora la temperatura estaba por las nubes y el esfuerzo de Siwon por mantener al moreno contra la pared mientras le embestía de aquella manera tan pasional se hacia notar en lo elevado de sus respiraciones, los latidos desenfrenados de sus corazones y el resbaladizo sudor que bañaba sus cuerpos perfectos y los hacia brillar como si se tratase de muebles recién barnizados.
DongHae aferrado a su cuello no paraba de gemir ahora que la penetración y la excitación de su miembro contra el estomago plano de Siwon le había llevado a punto en el que ya no pensaba ni razonaba. Había cerrado sus ojos y con su boca permanentemente abierta dejaba salir todas aquellas expresiones de satisfacción cerca del oído de Siwon, quien no hacia mas que derretirse y aumentar la frecuencia de sus profundas estocadas con cada gemido de su dulce compañero.

Soltando un jadeo ronco Siwon separó a DongHae de la pared y se dejó caer hacia atrás sobre la cama nuevamente. Ahora era el turno del moreno y el chico lo entendió en cuanto las manos del más alto se aferraron a sus caderas. Con las respiraciones terriblemente alocadas comenzó de nuevo el juego. DongHae se elevaba y luego se dejaba caer pesadamente sobre Siwon mandándole sensaciones electrizante por la rapidez con que se introducía su hombría dentro de él cuando caía tan abruptamente. Fue tanto así que Siwon tuvo que soltarlo y llevarse una mano a la boca para no gritar. Si seguían así lo mas probable era que el fuera el primero en correrse y no quería eso. Intento aguantar un poco sintiendo las manos de DongHae sujetándose contra su pecho mientras su cuerpo seguía cayendo con malicia intencionada sobre su miembro. La mirada traviesa que en ese momento se hizo en el rostro de DongHae que iba y venia junto con el vaivén de su lacio cabello negro, le hizo contener un poco más aquella sensación desenfrenada para volver a tomarlo y tumbarlo contra la cama.

Seguía penetrándolo como si su vida ahora solo dependiera de ello y lo haría al menos hasta que ambos llegasen a aquel punto culmine tan alto, tan llenador y extremadamente embriagador que los dejaría sin aliento. Y es que aquel cuerpo bajo suyo y aquel rostro tan bien formado le comenzaban a provocar tantas cosas que en ese momento tan loco le dio medio preguntarse de que se trataba. Mas tarde, mañana quizás, ya habría tiempo para pensar en aquello.

Unas estocadas más y ambos terminarían conjuntamente rodeados de satisfacción.
Siwon sintió que se venia y lo notó también en el rostro de DongHae que se comenzaba a contraer. Observó durante esos últimos segundos sus rojos y provocativos labios entre abiertos que dejaban salir su acelerada respiración y gemidos que no se habían acallado ni cuando le había besado de nuevo antes de terminar dentro de él.
Con un grito sordo que por segundos hizo eco dentro de la habitación Siwon finalmente había acabado dentro de DongHae con una penetración total. El chico bajo suyo que se aferró a su cuerpo en el ultimo instante se había corrido manchando todo su abdomen con aquella sustancia blanquecina que tan bien conocía. El gemido profundamente ahogado que había dejado escapar cerca de su oído le hizo terminar de desfallecer y caer desplomado sobre su frágil cuerpo.

Ambos se quedaron allí tratando de recuperar el aliento, sus cuerpos sudorosos, aun entrelazados, yacían exactos y a Siwon el encantó el hecho de que aunque ya todo hubiera terminado DongHae aun seguía abrazado a él respirando irregularmente sobre su oído.
Totalmente embriagado de felicidad, puesto que no tenía otra palabra para definir aquella consumación más que MARAVILLOSO, cerró los ojos y se dejo estar por aquella sensación tan placentera. Lo había hecho con DongHae, con uno de sus amigos, el chico más tierno y dulce y al que más quería dentro del grupo. Y para su satisfacción el hecho había sido más que genial. El moreno había resultado ser tan apetecible y fascinante en la cama como lo era afuera su tierna amistad. Por eso quedó encantadoramente sorprendido cuanto el chico el susurro en el oído:

– Otra vez…

Siwon había quedado tan estupefacto que se incorporo rápido en sus codos y le observó algo desconfiado.
Allí estaba DongHae con una sonrisa a medias que más que brindarle alegría o tranquilidad le produjo cierta tristeza porque era la sonrisa más penosa que había visto.

La realidad se vino sobre el como un gran balde de agua muy helada y mientras se hundía en los ojos indiferentes del moreno comprendió lo que hasta entonces le era imposible ver.
DongHae lo estaba utilizando. Porque, aunque trató de demostrarle todo lo bueno que él podía ser, el moreno solo había buscado en el una vía de escape para su tristeza importándole poco el verdadero efecto que podía causar dentro del corazón de Siwon con aquel encuentro.

Totalmente frustrado se hizo a un lado, y sintiendo toda la vergüenza del momento se limpió los residuos de semen en su abdomen con una toalla de mano cercana y luego se volvió a tirar en la cama y se tapó hasta la cintura con su revolcada sábana.
Observó por el rabillo del ojo a DongHae hacer lo mismo, solo que este se perdió unos segundos dentro de su baño para luego salir y volver a tumbarse a su lado.
Resultaba increíble como había pasado de un momento de perfecta felicidad a sentirse un completo odiota. La instancia recién vivida había sido tan grandiosa, el sexo con DongHae no había sido solo eso, no había sido solo sexo, se hubiera atrevido a decir que hasta había hecho el amor porque su compenetración había sido mas que pura pasión y deseo desenfrenado, pero dentro de la cabeza del moreno al parecer eso era lo único que había sido.

Apretaba los ojos frustrado sin saber que hacer cuando sintió una mano suave que se paseaba por su vientre y su pecho hasta que llegó a su cara. DongHae le estaba volteando el rostro y se encontró con su mirada calida al abrir los ojos.

“Como tienes la desfachatez de mirarme así” – reclamó para sus adentros frunciendo el ceño.

– Hagámoslo otra vez – pidió el moreno arrimándose a su cuerpo.

– No – soltó de inmediato.

Como si aquella respuesta en vez de un no hubiera sido un sí, DongHae buscó sus labios y los besó. Siwon no quería dejar que aquella boca le envolviera de nuevo y corrió el rostro.

– ¿Porque no? – escuchó que preguntaba inocentemente y tuvo ganas de gritarle todas las razones y la mas importante de ellas de porque no quería volver a repetir aquello. Pero… ¿que era esa decepción que casi le hace reprocharle sus intenciones?
¿Acaso estaba sufriendo? ¿DongHae le había hecho daño con su actitud? ¿Por qué? Solo lo quería como amigo y voluntariamente se había prestado a consolarlo. ¿Pero porque la idea de no ser nada más que un juguete de satisfacción personal le producía tal tristeza?

Los brazos del moreno volvían a rodearlo sintiendo exquisitamente como esta vez depositaba suaves besos sobre su hombro. Una mano bajaba por sobre las sabanas mas de lo debido y se quedaba encima de su dormida entrepiernas. Tuvo ganas de retirar esa mano y apartarse inmediatamente de allí pero la deliciosa fricción que estaba haciendo DongHae sobre su miembro le hizo imposible la huida.
¿Cómo negarse a eso? ¿Cómo negarse a la provocación? ¿Cómo negarse a lo inevitable? ¿Cómo negarle algo a DongHae?

Apretó los puños ante su evidente debilidad, se odió por ser tan fácil de convencer y por haberse convertido en el desahogadero de su amigo. Pero.. ¿Qué podía hacer? Le había encantado el primer encuentro con DongHae y era evidente que su entrepiernas ahora estaba ansioso de un segundo encuentro o quizás más.

Suspiró compungido mientras el moreno le susurraba una serie de invitante palabras. No se conocía ese lado tan seductor de DongHae y le encantó, porque se sintió derretir cuando escuchó la voz tan erótica entrar por su sensible oído.

“¡Al diablo lo que quiera de mi! ¡Al demonio sus intenciones! ¡Ya basta de esta estúpida tristeza! No se trata solo de consolarle y ser su juguete. Si no de lo que yo también quiero en este momento.”

Embargado por la resignación y el deseo que volvía a aparecer dentro de sí, tomó por la cintura al dispuesto DongHae y se montó sobre él para comenzar nuevamente con otra sesión de besos y caricias que terminarían por sumergirlos otra vez en esas sensaciones que tanto habían disfrutado antes.

La suerte ya estaba echada y ahora solo debían afrontar lo que se les venia, ya que ninguno de los dos, y menos Siwon, pensó en los terribles días que le seguirían, viviendo un naciente y palpitante amor que al parecer no seria correspondido a ninguno de los dos.

CONTINUARA~~

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[SiHae] Quédate conmigo: Capítulo 1.

Titulo del fic: Quédate conmigo
Parejas: SiHae
Tipo: Yaoi
Genero: angst, romance, lemon.
Clasificación: Mayores de 16+
Dedicado a: Patricia (DongHae) y Paola (Siwon). Se los dedico a ellas por que este escrito esta basado en su propia historia :D
Nota: Bueno este fue mi primer fic seriado SiHae, lo escribí como hace dos años y medio ;D y como lo demás, no tiene muy buena gramática xD Comprensión plis~ :P

Capítulo uno: Cuando todo comenzó.

Como todas las veces Siwon había sido el primero en despertar.
Tenía la costumbre de abrir los ojos en cuanto salía el sol y ya después de eso no podía volver a cerrarlos por mucho esfuerzo que hiciera, aunque con semejante compañía era dudoso que lo quisiera en realidad. Además, menos le gustaba la idea de dormir cuando sabia que los minutos con DongHae le eran contados, por lo que cada vez que estaba con él se despertaba temprano y aprovechaba hasta los segundo para mirarle y apreciarle de aquella manera que le gustaba tan desinhibida.

Ahora, ya bien despierto después de haberse desperezado, se acomodaba en su cama hasta quedar ligeramente recostado sobre un par de inmensas almohadas blancas y observaba al delicado angelito que yacía dormido semidesnudo a su lado enredado entre las sabanas.
Ese chico, alli, tan inocentemente dormido le provocaba tantas cosas que apenas si podía comprenderlas y dominarlas. Cada vez que DongHae aparecía su vida se iluminaba, era increíble como una sola sonrisa o una caricia podían hacerlo el hombre más feliz del mundo. Y es que Siwon pedía tan poco, solo que correspondieran sus sentimientos, pero parecía algo difícil de cumplir.
Mientras le miraba dormir y acurrucarse boca abajo entre sueños abrazándose a la almohada, no pudo dejar de experimentar una sensación de calidez y bienestar, sentimientos que se esfumarían en cuanto DongHae se despertara y se marchase arrepentido. Aquello a Siwon siempre le rompía el corazón.
¿Cuántas veces le había pedido que se quedase con él? ¿Qué abandonara al otro chico que tanto le hacia sufrir y se aventurara a amar a otra persona, a él?
DongHae siempre esquivaba sus peticiones diciendo que amaba a otro y que no podía hacerle una cosa así. Pero ¿y lo que esa otra persona le hacia a él? ¿Acaso eso no contaba? ¿Cómo se podía estar con alguien que solo te hace sufrir?

“- Te mereces a alguien que te ame de verdad Hae – le había dicho en una oportunidad y el chico solo había respondido marchándose enojado de su departamento.”

No sabía cuando la situación había comenzado a afectarle tanto. Él para DongHae solo era un juguete, un desahogadero, alguien con quien reprimir la frustración y desquitarse de cierto modo, con Siwon siempre lograba liberarse de su pena y olvidar el abandono en el que lo sumergía EunHyuk, su dichoso novio, de quien estaba muy enamorado, tanto así que podía soportar hasta la mas cruel de las traiciones con tal de que él no se apartara de su lado. Pero había llegado un punto en que la indiferencia y despreocupación de EunHyuk había llegado a puntos tan melancólicos que DongHae había decidido buscar ese cariño en otra persona, pero sin dejarlo, no podía. EunHyuk era su todo y no se atrevía a separarse de él.

Siwon recordaba muy bien la primera vez que DongHae llegó llorando al departamento buscando su consuelo.
EunHyuk había ido fuera de la capital por cuestiones de trabajo y hace tres semanas que no daba señales de vida. La única vez que le escribió en todo ese tiempo fue para pedirle por favor que no se olvidara de pagar las cuentas, no quería regresar a casa y descubrir que les habían suspendido el agua o la luz del departamento que compartían. Ningún te amo, ningún “te extraño”.
Aquello perforó por primera vez el corazón de DongHae. Esa vez el chico había recurrido a Siwon, su amigo desde la adolescencia, y mediante lágrimas y palabras que transmitían una profunda tristeza le había contado todo lo sucedido. Agregando al relato frases como “las cosas no están bien”, “EunHyuk ya no es el mismo”.

Esa noche Siwon había escuchado a su amigo y le había brindado todo su apoyo incondicional diciéndole que las cosas ya mejorarían y que tal vez solo era una de esas tantas situaciones difíciles por las que siempre pasan las parejas que llevan mucho tiempo juntas, porque DongHae ya llevaba años con EunHyuk. Y en un intento por subirle el ánimo le había llevado a comer afuera y ambos habían pasado una velada increíble, tanto así que las cosas se confundieron un poco y de vuelta en el departamento ambos se habían dejado llevar un poco por la falta de afecto y habían terminado en la cama, su cama, la que seria testigo de otros tantos encuentros fugaces de pasión contenida y desenfrenada.
Desde entonces Siwon se había convertido en ese punto de escape para él.
Cada vez que tenia problemas o las cosas andaban mal con EunHyuk, DongHae recurría a él en busca de todo el cariño y el afecto que su novio no le daba, ya que sus desapariciones comenzaban a ser cada vez mas prolongadas, si no era por el trabajo, era por cualquier otra cosa de las que DongHae nunca se enteraba, solo llegaba a casa y se daba cuenta de que EunHyuk ya se había marchado de nuevo quien sabe donde, porque jamás dejaba direcciones ni teléfonos donde ubicarlo.

Desde el primer encuentro Siwon había quedado totalmente ligado a DongHae, eso fue hace aproximadamente tres meses atrás. Y es que aquella primera noche había resultado ser muy especial. Desde el principio hasta el final. Primero en su departamento había tratado de consolar al chico con palabras amistosas y energéticas, luego en el restaurante, al cual le había llevado, habían comido exquisito y divertido de lo lindo hablando de cualquier otra cosa que no fueran “problemas personales” para que DongHae no se sintiera tan triste ni melancólico. Recordaba haberse reído tanto, durante la cena, cuando el fuertísimo wasabi casi le había hecho vomitar a Hae poniendo caras de asco con al mano en la boca, que soltó una sonora carcajada que no pudo retener hasta que los meseros y el gerente del lujoso restaurante de comida japonesa en el que se encontraban les habían pedido que se retirarse porque molestaban a los demás clientes con sus risas y sus arcadas.

Abandonaron el restaurante entre risas y sensaciones de asco, por parte de DongHae. A pesar de que los habían echado no lo lamentaron, la situación se les había hecho graciosísima además de que la comida no era del todo tan buena como para quedarse a disfrutarla hasta el final. DongHae había hecho bien en encontrar el wabasi asqueroso y se lo hizo saber mientras caminaban de regreso a su departamento que quedaba solo a un par de cuadras.

Una vez allí Siwon había puesto algo de música suave en su moderno stereo y le había preguntado a Hae si quería beber algo.

– Anda, ponte cómodo – dijo sacándose el abrigo que llevaba puesto y arrojándolo cerca del sofá en el living de su apartamento.

DongHae hizo caso y se arrojo en el sillón cerca del equipo de música, se había sacado los tenis que traía puestos y ahora yacía descalzo con los pies sobre el sofá.

– Entonces que prefieres.. – habló Siwon desde un estante cercano. Había abierto el marco de crista de un pequeño mueble y ahora sacaba dos botellas de licor de ella -, ¿vodka o vino?

– Prefiero un jugo de frutas del bosque – dijo como cual niño caprichoso en un puesto de jugos naturales. La expresión de duda en el rostro de Siwon le hizo reír y percatarse de su patudez -, jajajaaja lo siento.

– ¿Y que rayos es eso? – guardó las dos botellas que había sacado del estante y volvió a cerrar la puertecita de cristal – hey, no te pongas regodeón – dijo en un tono amistoso.

– Es que es mi bebida favorita – agregó con una risita -, no bebo alcohol.

– Oh.. señor puritano.. – bromeó -, perdóneme usted.. lo había olvidado.

DongHae rió con la expresión de mofa que tenia Siwon quien de inmediato se encamino hacia la cocina y ahora le hablaba desde aya perdiéndose de vista tras la puerta de la nevera.

– Pues ciento decirte que solo tengo jugo de manzanas en la despensa.

– Oh.. ¡Amo también el jugo de manzanas! – dijo casi en un grito.

Siwon sonrío divertido y saco el recipiente donde contenía el refrescante jugo. Buscó dos vasos de vidrio en su mueblería adjunta y sirvió en ellos aquel azucarado líquido. Luego dejó el recipiente nuevamente dentro de la nevera y camino hacia el living con un vaso en cada mano.

– Ten – le extendió uno de los vasos con jugo de manzana.

– Gracias – DongHae había recibido la bebida con una gran sonrisa y ahora se acomodaba de manera mas ovillada en el sofá, como si aquel vaso con jugo se tratara de una taza de tibio café.

Siwon notó el cambio de actitud en su amigo y se sintió feliz de haber podido ayudarlo a levantar su animo decaído. Ahora DongHae le daba suaves sorbitos a su bebida y le sonreía de vez en cuando como queriendo decir que ya estaba mejor.
Ambos sentados sobre el sofá hablaron largo y tendido por varias horas, ya era cerca de media noche y los dos ambos amigos no daban señal de querer parar aquella plática tan animada que mantenían sobre cualquier tontería. Recordaron la época del instituto y las muchas travesuras que solían hacer entonces. Como rieron rememorando distintas situaciones que habían vivido juntos, desde sus primeros fracasos por conquistar a las chicas que les gustaban hasta sus primeras peleas, fiestas y experiencias con el alcohol. En todas aquellas situaciones de antaño siempre iban acompañados del resto de sus amigos, una tropa de chicos que se hacían llamar Súper Junior. Eran inseparables y juntos se hacían de las mas alocadas situaciones y aventuras que un grupo de adolescentes pueden vivir, porque aparte de compartir banco en la sala de clases, puesto que todos eran compañeros, también compartían la afición por la música, el cantar y bailar. La similitud de sus gustos los había unido para conformar aquel grupito de chicos tan singular y que los llevo a vivir su adolescencia tan felizmente. Ahora sentados en aquel sofá solo podían recordar aquellos buenos momentos, porque una vez terminado el instituto todos cogieron rumbos distintos, aunque no se separaron del todo, siguen hablándose y frecuentándose pero ya no de esa manera tan alocada para cometer travesuras como lo hacían en el pasado, ahora eran chicos adultos con responsabilidades y sueños que cumplir, por lo tanto sus prioridades se habían volteado a algo mas que fastidiar al profesor de historia o ponerle arañas en el bolso a alguna compañera.
Recordar aquellos tiempo a DongHae le trajo un gran sentimiento de felicidad, ya había comenzado a olvidar lo que bien que lo pasaba con los chicos y lo genial que era en ese tiempo la relación con EunHyuk, por que él era parte del grupo y fue en el instituto donde se conocieron y se transformaron en los mejores amigos. Luego que hubo terminado el colegio, ambos habían decidido asistir a la misma universidad porque querían estudiar comunicación audiovisual y sabe dios como ambos terminaron enamorados y siendo una feliz pareja, felicidad efímera que solo duro unos años.
Fue inevitable entonces que DongHae comparara al EunHyuk de ahora con el del entonces y no se pusiera triste otra vez.
Siwon percibió de inmediato el cambio, su amigo se había quedado en silencio observando el vaso vacío que tenia entre las manos y la expresión de profundo dolor y abandono que se reflejo en su carita le perforo el corazón. Sin dudarlo acorto el espacio de sofá que los separaba y le abrazó pasando un brazo por sus hombros.

– Hae no estés así – le dijo bajito -, las cosas se arreglaran con Hyuk, ya veras que cuando regrese todo se solucionara – le hizo cariñito en el hombro en que descansaba su mano -, seguro que el trabajo le absorbe mucho y por eso no le da tiempo a llamarte.

– Siempre hay tiempo – dijo sin apartar la mirada de su vaso -, y si no lo hay uno se lo hace. Si se trata de la persona que amas siempre te haces el tiempo.

Sus palabras fueron tan extremadamente lastimeras que Siwon pensó que DongHae caía en un abismo del que no lo podría sacar tan fácilmente.

– Vamos Hae, todo debe tener una explicación.

– Pero tres semanas – dijo frustrado -, ¿tres semanas Siwon? – levantó la mirada tratando de buscar la respuesta en los ojos de Siwon – es demasiado tiempo, ni siquiera se donde esta.

La expresión de aflicción en su cara no hizo mas que dejarlo mudo. Sentía una pena enorme por DongHae y por lo que le estaba pasando, pero.. ¿Cómo ayudarlo? Las palabras ya no servían para intentar despejar su mente de todos aquellos lúgubres pensamientos, ya no servía porque tenia razón. Algo andaba mal con EunHyuk, nadie se desaparece por tres semanas y no da señales de vida, comunicándose solo para decir ¿“no olvides pagar las cuentas”? que clase de persona actuaba así con su pareja.

– Solo tengo ese estupido mail… – se quedo en silencio por varios minutos con la mirada sombría tratando de reprimir la pena -… me hubiera bastado.. con un te quiero – dijo ahogado.

Definitivamente no sabia que hacer ni como actuar, la tristeza de DongHae lo embargaba de sobre manera y lo único que atino a hacer, en una actitud sobrecogedora, fue a hacerle cariñito en el pelo. Con la otra mano le saco el vaso vacío de entre los dedos y lo dejo cerca de la mesita de centro.

La fuerza de voluntad de Hae no duro mucho, y dejándose dominar por los sentimientos de profundo dolor y duda soltó unas silenciosas lágrimas que intentó borrar rápidamente con la manga de su polerón pero que fueron igualmente captadas por Siwon.

Para que una persona llegara al borde de las lágrimas, era necesario ser impactado por una tristeza que tomara y aplacara todos tus sentidos y tus pensamientos, puesto que el llanto ya es la última forma de colapsar ante el dolor cuando ya no puedes soportar la pena ni el desconsuelo. Las lágrimas demuestran el tope de tu aguante, el punto máximo al cual tu cuerpo abatido recurre cuando ya no se puede contener más la deprimente emoción que te embarga, y cuando Siwon veía alguien llorar pensaba en todo lo terrible que debia estar pasando para recurrir a la última y mas deprimente expresión de tristeza; lagrimas. Y francamente ver aquello en un hombre y más aun en el rostro del siempre alegre y tierno DongHae le producía una sensación de horrible aflicción.

– ¿Siwon? – murmuró el chico con la voz mas apagada, pero a la ves adorable, que le había oído -, ¿puedo pasar la noche aquí?

Al chico no le sorprendió su petición, desde pequeños acostumbraban a quedarse en las casas de otros ya sea para jugar, ver películas, tontear o entretenerse con video juegos toda la noche. Ahora DongHae se sentía solo y triste y era obvio que como buen amigo suyo le permitiese quedarse allí a dormir. Siwon le cedería su enorme y reconfortable cama y hasta seria capaz de quedarse despierto acompañándolo si era necesario.

– Claro que si – dijo en un tono acogedor sin dejar de acariciar su cabello.

– Me acomodare aquí en el sillón, juro que no molestare.

Los ojos brillosos y angustiosos con que lo miro le hicieron levantar el seño y sonreírle cariñosamente.

– Por supuesto que no, te pasare mi habitación.

DongHae negó con la cabeza.

– No es necesario, puedo acomodarme bien aquí.

Siwon le miro con ternura pensando en que diablos le sucedía a EunHyuk, debía estar bien loco como para darse el lujo de abandonar a cierta personita tan encantadora.

– Los dos no cabemos en este sofá – dijo sonriente – así que será mejor que duermas en mi habitación.

Las intensiones de Siwon y de DongHae podían ser las más puras e inocentes de todas, pero ninguno de los dos sospechaba, que esa noche, nadie dormiría en aquel sofá.

– Eres muy bueno conmigo – musitó apoyando la cabeza en su hombro.

– Es lo mínimo que te mereces Hae.

Aquel comentario gatillo fuerte dentro de DongHae, haciéndole retomar toda la pena que estaba luchando por contener.
Siwon se giró de medio lado y terminó de abrazar a aquel chico que en cuanto sintió sus brazos protectores rodearlo por la espalda se desarmó y desbordó en un mar de lágrimas que intentó en vano aplacar hundiendo el rostro en el pecho del mas alto.
Fueron muchos los minutos en que Hae dejo salir todo su dolor, fueron muchas las lagrimas que derramó y fue mucha la tristeza que embargo a Siwon al verse el único que presenciaba eso.

“Si EunHyuk valorara un poco mas a DongHae no tendría que verle sufrir de esta manera”

Le abrazó aun más, acariciando con suavidad su cabello y parte de su espalda. Sabia que las palabras ya no servían, sabia que dijese lo que dijese nada podría hacer olvidar la pena que lo embargaba, ahora solo podía abrazarle y dejarlo que llorase. Era la única forma de demostrarle que lo apoyaba y que él, Siwon, estaba allí para contenerle y arrullarle.

– Lo extraño tanto – dijo Hae entre sollozos -, tanto.. – las lagrimas no dejaban de salir y el chico se aferraba con ambas manos a la camiseta de Siwon. La zona de su pecho ya se encontraba húmeda por las lágrimas derramadas pero eso al otro era lo que menos le importaba, todo lo que ocupaba su mente ahora era poder contener a aquel derrumbado chico que si bien le entristecía verle así, le partía a un mas el corazón el hecho de no saber que hacer por él mas que dejarlo que llorase.

CONTINUARA~

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