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[SiHae] Quédate conmigo: Capítulo 3.

Capítulo tres: Quiéreme…

Después de aquella apasionante noche la vida de Siwon se había vuelto un infierno.
No porque haberse acostado con su amigo le trajera problemas, si no porque luego de compartir tantos besos y caricias había quedado tan irremediablemente prendado de su amigo que sufrió en gran manera cuando se entero del regreso de EunHyuk. Que sorpresivamente había vuelto a casa y por ende a los brazos de DongHae.
La tristeza que lo inundó esos días fue terrible. Penosamente se había percatado de que a Hae ya no lo veía solo como un amigo, si no como algo mas, ya no sentía solo sentimientos de amistad hacia él, si no que algo mas fuerte, le gustaba el moreno y le gustaba mucho, demasiado. Y aquella noche, que lo había echo suyo una cantidad de veces que ya no recordaba, había resultado ser tan especial para él que no entendía porque para DongHae no. Para el moreno no había significado nada, incluso después de haberle pedido una vez tras otra “De nuevo, Siwon, hagámoslo otra vez y otra vez y….. otra vez….”, el seguía significando “nada” para él.

Pero en cierta forma Siwon sabia a loo que se atenía si se atrevía a sentir tales cosas por DongHae. Tantos años como amigos y jamás le había visto con otros ojos que no fueran los de un amigo. Ahora que se habían atrevido a pasar la delgada brecha que separa a un amigo de un amante, se había dado cuenta de las bondades y maravillas que guardaba DongHae en su interior. Cuando probo su boca le había gustado tanto, sus labios eran tan terriblemente exquisitos y llenadotes que si por el fuera se hubiera quedado besándolos por siempre. Y su cuerpo… que decir de su cuerpo, tan perfecto, tan dispuesto y entregado a su voluntad esa noche. Le había querido, le había besado, acariciado y entrado en él de manera tan maravillosa que llego a pensar que había encontrado a esa persona especial y que quería estar con ella hasta que ya no pudiera mas de felicidad, por eso es lo que encontró en los brazos de DongHae una felicidad tan profunda peor a la vez efímera que le produjo un profundo dolor cuando se hubo ido.

Ahora vagaba por su habitación pensando en que debía hacer, porque estaba seguro que tenia que hacer algo al respecto. Ese día el moreno estaba dolido. Había sufrido por el abandono de HyukJae y había buscado en sus brazos consuelo. Lo encontró. Pero su tristeza solo se fue por las horas en que Siwon estuvo apegado a él. Cuando la pasión y el éxtasis se hubo ido DongHae desapareció tan rápido como había llegado. Estaba arrepentido y quería borrar lo ocurrido. Tal desprecio calo tan hondo en el corazón de Siwon que al día siguiente en su trabajo no rindió como siempre, andaba distraído, cabizbajo con ganas de nada. Afortunadamente como era el hijo del dueño de la empresa donde ejercía como vicepresidente, nadie le reprocho nada, ni sus colegas cuando notaron que había cancelado todas sus citas y reuniones para ese día y para el resto de la semana.

Una semana. Una semana pasó sin noticias de DongHae. Por mas que intento contactar con el no pudo. Al parecer el escurridizo pececito no se quería dejar ubicar. Y aquello el produjo aun mas tristeza. Se sentía mas solo y abandonado que nunca.
Se había dejado utilizar de la manera mas baja y ahora estaba sufriendo por ello. Puso su corazón para curar el de otro y ahora era el suyo el que estaba echo añicos.
¿Pero como algo de una noche puede acabar así con tu corazón?
Se lo pregunto una infinidad de veces, pero no obtenía respuesta. Solo sabia que se había enganchado de aquel adorable chico y ahora se le hacia imposible borra su imagen de la cabeza, sus besos de sus labios y sus caricias de su piel.

La tortura se aplazó por dos semanas y cuando Siwon creía que ya todo estaba perdido el pececito volvió a llamar a su puerta. Lloraba de nuevo. HyukJae había vuelto a desaparecer.
Al verlo no pudo mas que sonreír de alegría y abrazarlo tan intensamente que parecía que parecía no tener intenciones de volver a separarse de él jamás.
Fue increíble como la tristeza se fue, el dolor desapareció, como si aquellas dos ultimas horribles semanas jamás hubieran pasado. El volver a ver a DongHae le hacían volver a la vida y sentirse tan lleno de energía que tenia ganas de gritar y bailar cualquier cosa con tal de expresar y hacerle saber al moreno lo feliz que estaba de le hubiera buscado, que a esas alturas ya no le importaban sus razones, no importaba con que fin lo buscaba, no le importaba si lo utilizaba o no, no le importaba si era su juguete, no le importaba si no lo quería, no le importaba. Que triste. Llegar al punto en que mendigas amor, porque inevitablemente te hace falta, esa persona te hace falta, la quieres, la necesitas y si la tienes a ella, aunque sea por unos instantes, ya nada mas importa. Nada.

Sabiendo que por la mañana todo seria como la vez anterior se dejo caer y enredar de nuevo en esos besos y esas caricias que le llevaban al cielo y luego le hacían caer tan dolorosamente sobre la realidad. Esta vez no hubo ningún preámbulo, no hubieron conversaciones de ningún tipo, DongHae venia con una sola idea en la cabeza y esa era sacarse la tristeza de encima. Queria olvidar nuevamente el dolor de la soledad y el abandono y para él la única forma en que lo había conseguido era en los brazos de Siwon, aunque al igual que su felicidad, su momento de bienestar había sido efímero, quería besar nuevamente esos labios y que aquel cuerpo tan varonil le hiciera sentir tan amado y deseado de nuevo.

Fue así como comenzaron a hacer en un círculo vicioso del que no se pudieron despegar jamás. Cada vez que HyukJae desaparecía DongHae corría a los brazos y a la cama de Siwon quien lo esperaba siempre con los brazos abiertos. El chico ya se había resignado penosamente, estaba destinado a sufrir si ese era su destino. Seria el amante de DongHae siempre, o al menos hasta que el moreno quisiera, porque sus encuentros dependían de él.
Siwon no podía hacer mas que esperar y esperar y esperar al siguiente encuentro. A la siguiente vez en que lo viera y pudiera abrazarlo y besarlo tratando de decirle con cada beso que él es a quien busca, que él es de quien se debería enamorar, que él, Siwon, es su chico, su hombre, su Siwon.
Poco a poco se comenzaba a enamorar de aquel ser tan imposible porque eso era su amor “Imposible”. Mientras la persona a quien amas este enamorado de otro no puedes hacer nada más que esperar. Es tan terrible ver como eres rechazado constantemente. Que no te correspondan y vivir solo un amor tan intenso es algo tan desgarradoramente doloroso.
Las lágrimas de Siwon caían desesperadas cada vez que DongHae se marchaba y su cama y su corazón volvían a quedar tan vacíos como antes.

– Quiéreme… – susurraba entre silenciosas lagrimas – quiéreme…

Las lagrimas no dejaban de caer hasta que conciliaba el sueño y volvía despertar a tu deprimente soledad.
¿Cuántas veces había soñado ya con que Hae le decía que lo amaba? Ya había perdido la cuenta. Incluso aquellos sueños ya no le daban esperanzas, sino mas tristezas, por que era como si su mente se mofara de él, de sus sentimientos y de su amor, que era tan bueno, tan puro y que DongHae despreciaba sin mas y pisoteaba con cada visita.

En un momento llego a pensar que DongHae era malo, que lo veía sufrir con sus partidas, con sus comportamientos de arrepentimiento y aun así después lo buscaba sin mas y lo volvía a hacer caer en esa red de necesitado cariño.
¿Es que no veía cuanto dolía? ¿Cuánto sufría?
Pero el dolor de DongHae era el mismo que el de Siwon, ambos chicos enamorados se encontraban sufriendo ante la soledad, el abandono y el amor no enteramente correspondido.

– DongHae.. – había dicho una vez abrazándole para que aun no se fuera – Te quiero d…

– Yo también te quiero – soltó el otro sin dejarlo terminar.

– Pero yo no te quiero así – le devolvía el juego de palabras que alguna vez utilizo con él.

Silencio. DongHae sabía lo que venia ahora y no podía corresponder porque lamentablemente su corazón y lealtad estaban con otra persona.
Hizo un movimiento para levantarse de la cama pero Siwon lo retuvo con fuerza. Lo tenía abrazado por la espalda y le hablaba al oído.

– Hae… yo te quiero de verdad..

– Siwon.. – susurro.
– Hae… quédate conmigo – dijo ya necesitadamente que provoco un sentimiento de infinita culpa en DongHae -, déjalo Hae.. Hyuk solo te hace sufrir, no te merece. No merece tu cariño, no mereces que llores por él – agregó cuando sintió sus débiles sollozos -, Hae yo te quiero – volvía a repetir haciendo mas calido el abrazo -, vente aquí conmigo, yo si cuidare de ti, te quiero mas que a nada…

DongHae solo había respondido como siempre. Se vistió, tomo sus cosas y se fue. Volviendo a sumergir a Siwon en el más ahogado y silencioso de los llantos. Jamás seria correspondido. DongHae amaba y tenía solo ojos para HyukJae y penosamente no podía hacer nada contra eso.
Era una forma masoquista y enferma de pensar, pero luego de ser rechazado tantas veces, porque mas tarde lo volvió a intentar, declarándose y pidiendo que se fuera a vivir con él, no le quedaba mas que resignarse y en vez de seguir buscando su felicidad se empeño en realizar la de DongHae.

“Tu felicidad es mi felicidad ¿Así funciona? – se pregunto llorando una vez.

Con el corazón echo añicos se había atrevido a llamar a HyukJae para hablar con él y hacerle entender que DongHae le amaba mucho y que le hacia sufrir con su comportamiento, que por favor no lo hiciera mas. Pero Hyuk jamás llego a contestar ninguna de sus llamadas. Como había dicho el moreno. Totalmente desaparecido.
Pero no se detuvo allí. Hizo contactos aquí y allá para ubicarle. Al trabajar en una gran empresa de telecomunicaciones tenia acceso fácil a cierto tipo de información, pudiendo llegar mas rápido a personas a trabes de señal satelital. Fue así como consiguió dar con el paradero de HyukJae, a trabes de la señal que dejaba su línea de móvil, y se decidió a ir por él y traerlo de vuelta bajo amenazas si era necesario para que nuca mas se volviera a separar de DongHae, ya no soportaba ver como el moreno cada día caía mas y mas hondo en aquel sufrimiento, tan similar al de él, que parecía no tener fin.
Se preguntó en cierta ocasión si era mejor darle la dirección a Hae y que el fuera por el, pero le aterro la idea de poder mandarlo y que tal ves aya se encontrara con algo que solo lo haría sufrir mas. Asíque prefirió que primero debía ir él y ver que sucedía con HyukJae y su extraña manía de desaparecerse cada tanto.

Encontró a HyukJae a las afueras de Seúl. Estaba viviendo en un pequeño departamento y ese día tuvo suerte porque justo se topó con el chico cuando iba de salida.
La cara de horror y sorpresa que mostró Hyuk cuando vio a Siwon le indico claramente que no se alegraba de verle.
Luego de un frío saludo y una platica banal, Siwon le había convencido, después de varias esquivas por su parte, de ir a tomarse un café a algún lugar cercano porque era muy importante lo que tenia que decirle. Y vaya que sorpresa se llevo cuando HyukJae le contó el porque de sus prolongadas escapadas.

– Hace dos meses comencé las clases..

– Justo en el tiempo cuando Hae… – se interrumpió – ..empezó a ponerse mal..

– ¿Tanto sufre? – pregunto angustiado mientras dejaba su taza de café sobre el plato. Siwon asintió y bajo la mirada, no había tocado su taza.

– No puedo dejar esto – anunció – lo estoy haciendo por los dos, yo amo mucho a Hae pero.. ahora tengo otra responsabilidad..

– ¿Por qué no se lo cuentas? El te apoyara.

– No, no se lo contare, si lo hago querrá venir a vivirse aquí conmigo y no quiero eso, no puedo dejar que interrumpa sus estudios.

– ¡Pero Hyuk! – exclamó -. Hae sufre demasiado.

– Siwon.. – amenazo -, no le dirás donde estoy. Las vacaciones ya acabaran y DongHae volverá a clases en la universidad, es su ultimo año y debe rendir tan bien como siempre lo a hecho.

– ¿Y tu? ¿Son compañeros de universidad no? Debes volver también.

– Yo no volveré – dijo adoptando una actitud tan triste y vacía que Siwon sintió pena por él -, cancele mi matricula, porque comencé a estudiar acá..

– Se va a morir cuando sepa que no volverás para tu ultimo año – expresó con pesar.

– ¿No entiendes? – se interrumpió – yo amo a Hae, pero.. ahora el baile es mi vocación, bueno, en realidad siempre lo a sido – su mirada se perdió en vagos recuerdos – lo aplace por el deseo de Hae.

– ¿Por él?

– Te dije que lo amo, por eso perseguí sus mismos sueños y lo ayude – suspiró – pero es hora de que yo también realice los míos y si tiene que haber un pequeño sacrificio de por medio para que luego podamos ser plenamente felices, lo haré, seguiré adelante.

Siwon se sintió terriblemente conmocionado. Hyuk seguía amando como siempre a DongHae y hacia todo aquello por la felicidad de ambos. Pero había algo que no encajaba.

– ¡Pero porque no el dices maldición! El te entendería.

– ¡Te digo que no! Conozco a Hae, se que lo dejaría todo por venirse conmigo – la tristeza y algo de desesperación comenzaban a invadirlo y Siwon pudo notarlo de inmediato. Sintiendo también una pequeña parte de esa tristeza por que le hubiera encantado ser él quien dijera esas palabras.

– ¿No pudiste encontrar otra academia dentro de Seúl? ¿Por qué tan lejos? – trato de hablar con amabilidad casi en un tono de ruego.

– Siempre he querido la que esta aquí, es la mejor – su voz se oyó nostálgica.
Siwon ya no sabia como rebatir, HyukJae estaba decidido a seguir adelante y nada lo detendría.

– ¿No hay nada que pueda hacer para que vuelvas definitivamente? – pregunto como ultimo recurso.

HyukJae negó con la cabeza y una triste sonrisa.

– Pero seguiré visitando a Hae de vez en cuando. Lo amo, pero es tiempo de mis sueños y mis responsabilidades – otra vez volvía a hablar con esa voz nostálgica.

– ¿Qué harás si Hae encuentra a otra persona? – el corazón le latió con fuerza cuando hizo esa pregunta y espero mas que ansioso y nervioso la respuesta. El chico, sentado frente si, apoyó los codos en la mesa y se sujeto la cabeza con las manos, sonrío amargamente por unos instantes y luego contesto.

– Nada.

La respuesta lo descoloco.

– ¿Nada? – repitió
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– No. Nada – respiro profundo y volvió a su posición de antes -, se que tengo abandonado a Hae, me he portado mal con él, y si después de esto el encuentra a alguien mejor que yo no puedo hacer nada contra eso.

Su respuesta lo dejo mas que sorprendido y no pudo evitar ver una luz de esperanza frente a todo aquello.

– Se que sufriré y todo, pero si él descubre que es mas feliz al lado de otra persona ¿Qué puedo hacer? Lo amo y si su felicidad esta lejos de mi no me quedara mas que aceptarlo, es el precio que pagare por mis actos.

Su sufrida forma de pensar tan parecida a él le hizo entristecerse.
HyukJae seguía siendo ese amigo bueno y sensible de la preparatoria con quien compartió tantos buenos momentos y el sentimiento calido y a la vez penoso que le produjo su ultima respuesta le hizo verse a si mismo por un momento.
HyukJae al igual que él estaba dispuesto a sufrir con tal de ver feliz a la persona que se ama.

Aquello le hizo llorar. De pronto las lagrimas caían solas y antes de irse estrepitosamente, para que Hyuk no lo viera, le pidió que aunque fuera le escribiera a DongHae de vez en cuando para hacerle saber que estaba bien y que lo sigue amando. Solo vio al chico asentir preocupado y luego de eso salió del café.
Una lluvia repentina, típicas nubes escapadas de verano, caía sobre la zona, mojando las calles, las fachadas de las casas y a las personas, como Siwon, que en ese momento se encontraban afuera.
Camino sin rumbo con sus ropas totalmente empañadas y llorando hasta que el agua en sus mejillas solo fue lluvia. Jamás recordó haber llorando tanto, fueron horas bajo la lluvia en las que deambulo por las calles vacías acompañado solo de los sollozos de su llanto angustioso y el golpetear de las gotas de lluvia en el suelo. Había llorado y llorado porque al fin comprendía bien, por fin entendía.

Lo había perdido.
Jamás lo había tenido, DongHae jamás había sido suyo, solo en cuerpo, pero su alma aun estaba lejos de su corazón y por eso lloraba.
Nunca le tendría. Nunca le amaría.

– Pero a pesar de todo… te quiero – susurro deteniéndose en medio de la solitaria vereda.

Levanto la cabeza con la mirada totalmente perdida, recibió las gotas de lluvia directamente en el rostro pero apenas si las sintió. Sumido en un dolor tan desgarrador que casi no lo dejaba respirar pronuncio aquellas palabras que sabia lo condenarían a sufrir para siempre.

– Te amo…

***

Volvió a Seúl casi enfermo, siendo los días venideros casi tan infernales como los de hace dos meses. Bueno, en realidad los dos meses tras habían sido puro sufrimiento y los días ahora, al igual que antes, lo seguían siendo.

No sabía hasta que punto podría soportar ese amor no correspondido. Hae seguía visitándolo, y ahora un poco mas animado que antes, le contaba feliz que HyukJae había comenzado a escribirle en sus ausencias, mediante cartas le hacia saber como estaba y lo mucho que lo extrañaba. El moreno no sabia cuan hondo calaba en el corazón de Siwon, quien oía sus historias con la mayor atención posible mientras por dentro se sentía morir.

“¡No funciona eso de tu felicidad es mi felicidad!” – se había gritado una vez -, entre mas feliz lo veo es peor el dolor para mi.

Por su bien, ya no trataba de ilusionarse cuando Hae recurria a los besos o a las caricias que le seguía regalando, aunque sí aprovechaba al máximo esos encuentros en los que podía amar y sentir que DongHae era solo para él. tal vez no tenia su amor ni su corazón, pero con que solo le diera una abrazo ya era suficiente, porque ya no le rogaba que lo eligiese, ni que se viniera a vivir con él, sabia que jamás vencería la presencia de HyukJae y jamás lograría que Hae sintiera un amor así de profundo por él. Solo le quedaba seguir mendigando las sobras del cariño que DongHae tan ausentemente le daba en sus vagos encuentros. Y aprender a ser feliz con su felicidad como se había dicho y luego se lo había confirmado Hyuk mas tarde. Eso era lo único que le quedaba por hacer y lo que le podría traer un poco, aunque fuera un poco, porque Siwon no pedía mas, un poco de paz a su herido corazón.

CONTINUARA~~

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[SiHae] Quédate conmigo: Capítulo 2.

Capítulo dos: Cuando todo comenzó II.

Estuvieron mucho rato así hasta que Siwon ya no escucho más los sollozos de DongHae.
Ahora el muchacho yacía aferrado a él con la mirada ausente y las mejillas algo húmedas, su respiración se había aquietado y su corazón golpeaba despacio dentro de su pecho ya mucho mas tranquilo. Entonces Siwon le apartó unos segundos el rostro para mirarle bien y la mirada de suma desesperanza que encontró en él le caló el alma. ¿Es que se podía soportar ver tal sufrimiento?

– Quiza no soy suficiente – murmuró inclinando la cabeza.

– Hae… – llamó Siwon con ternura y limpiando una osada lágrima que se había escapado de su ausente mirada – eres mas que suficiente, créeme, Hyuk es un tonto si no lo ve.

– Lo dices porque eres mi amigo – la resignación en su voz le hizo entender que allí había mas dolor que la simple idea de sentirse abandonado. DongHae se estaba comenzando a culpar por la indiferencia de EunHyuk y aquello era totalmente absurdo.

– Lo digo porque es cierto – dijo firme -, eres la personita mas encantadora que he conocido, eres todo lo que alguien desearía tener – Siwon trató de captar su mirada -, eres muy lindo, tierno, amigable, un chico en el cual confiar, extremadamente mimado, sensible – dijo haciendo énfasis en la ultima palabra -, y buena persona.

El ambiente calido y sereno que les rodeaba hizo que DongHae se sintiera enormemente acogido, además las palabras de Siwon le habían parecido tan cariñosas, tan llenas de una profunda amistad y de un cariño inquebrantables que no supo como responder a ellas, solo se limitó a comparar y sentirse aun mas miserable.

– Ojala EunHyuk pensara así – su rostro volvía a quedar sombrío.

– Ya lo dije, Hyuk es un tonto, imposible mirarte y no creer que lo eres todo – concluyó con una gran sonrisa.

¿Siwon siempre era asi.. tan.. tan… lindo?

La mirada anonadada de DongHae le hizo sonreír aun mas y tratando de ser mas afectuoso aún le retiro el cabello que le cubría parte de la frente y de los ojos con sumo cuidado. Luego tomó su rostro y le deposito un delicado y prolongado beso en la frente.
Con los ojos cerrados el chico había recibido tal muestra de cariño que le había hecho sentir tan bien, tan querido y aceptado. ¿Era posible olvidar la tristeza y la terrible sensación de abandono, de no ser querido, de valer tan poco?

Luego de aquel beso en la frente le había seguido otro en la mejilla. Siwon quería hacerle entender que al menos allí era bien recibido y tan enormemente apreciado como solo dos amigos, los mejores, pueden serlo.
Le dedicó otra de sus tranquilizadoras sonrisas esperando la misma respuesta por parte de DongHae, pero el moreno seguía mirándole con algo de tristeza. ¿Es que no lograría nunca despejar esa pena?

– Siwon… – pronuncio muy despacio y con una especie de dolor contenido – …quiéreme.

El más alto le sonrió con suma ternura.

– Ya te quiero Hae – dijo pasándole una mano por la mejilla.

– No así.

Siwon le miro aun con la sonrisa en el rostro pero sin haber entendido del todo a lo que se refería.

– Quiéreme… – volvió a susurrar soltando una lágrima que Siwon vio deslizarse por el contorno de su cara hasta su barbilla. Esta vez no pudo hacer nada para limpiarla porque la cercanía de DongHae le había hecho quedarse sorprendentemente quieto. El chico se había detenido a escasos milímetros de sus labios y el nerviosismo de la inesperada situación le había hecho golpetear su corazón con fuerza.
Los segundos se le hicieron eternos sin saber como reaccionar ni lo que realmente pretendía su amigo. ¿Por qué respiraba tan cerca de él? Ahora podía mirar perfectamente dentro de sus ojos cafés y lo que esa mirada lúgubre le transmitió fue más que un sentimiento de protección, fue algo que no comprendió hasta semanas mas tardes.

Luego de al parecer un largo momento de indecisión DongHae se había atrevido a hacer desaparecer los milímetros que lo separaban de lo que serian los labios que lo harían olvidar, que lo harían sentirse querido y amado otra vez.
Siwon sintió como el chico presionaba lentamente sus labios contra los de él. Su mirada ahora estaba tan cerca que veía sus ojos borrosos, aun estaban abiertos y le seguían mirando con total tristeza.
Fue tanta su sorpresa ante aquel beso que en cuanto sintió los labios de su amigo contuvo la respiración y solo volvió a respirar cuando DongHae se aparto de él. Se había alejado solos unos centímetros para mirarle directamente a los ojos como buscando alguna clase de reacción negativa en ellos. Pero al no descubrir más que una mirada de anhelante sorpresa se atrevió a volver a presionar sus labios contra los de Siwon.
Esta vez el más alto pudo seguir respirando y dispuso sus labios para un segundo alejamiento y un tercer beso que esta vez llego mas seguro que los anteriores.

Siwon no sabia exactamente lo que pretendía DongHae con aquellos cortos acercamientos ni lo que precisamente buscaba haciendo aquello, pero la imagen de suma sumisión y necesidad contenida, de querer recibir amor, que le proyectaba el moreno tan arrimado a su cuerpo le produjo una debilidad que en primera instancia, de dejarse besar tímidamente por aquellos cortos contactos, había pasado a una sensación mas intensa de querer corresponder a ellos.
Recién comprendía, que con aquellos actos, DongHae le pedía a gritos que lo quisiese, que lo amase, que lo besara como solo sabia hacerlo y le acariciase hasta el cansancio.

– Quiéreme… – esta vez su voz se oyó tan suplicante que Siwon…. – … por favor – …se sintió profundamente conmocionado – …por favor.

La susurrante invitación de DongHae hacia cosquillas sobre los labios de Siwon y dentro de su corazón. No sabia cuando la situación se había volteado e tal manera, el hecho lo había tomado tan por sorpresa que ahora no podía más que mirar a su amigo sin saber que hacer.
Hasta donde el sabia eran amigos, que ocurriera algo mas ya era comenzar a confundir las cosas y al parecer DongHae eso estaba haciendo.

– Hae.. – dijo tratando de frenar su siguiente acercamiento – .. soy yo.. Siwon.

El mas alto se llevo una mano al pecho haciéndole ver que se trataba de él, su amigo desde el instituto, Choi Siwon, a quien había recurrido innumerables veces cuando le necesitaba. Era él, no EunHyuk.

– No soy Hyuk Hae..

Pero el moreno parecía no prestarle atención y Siwon seguía recibiendo aquellos cortos acercamientos. ¿Le estaba provocando? Si era así lo estaba consiguiendo porque al menos no lo esquivaba ni lo rechazaba. ¿Seria capaz de responder a ellos.
La idea de besar a su amigo le produjo un sentimiento de contradicción. Por un lado le asusto la posibilidad de romper la barrera que separa a un amigo de un amante, ellos siempre habían sido amigos y descubrirse besándolo a estar altura le parecía totalmente irracional, además era así como montones de personas llegaban a confundir los sentimientos de amistad con algo mas, DongHae se encontraba confundido y dicho sea de paso lo estaba confundiendo a el también por que por otro lado la idea de besar aquellos labios que al parecer jamás había visto bien o simplemente había estado escondidos para el todo este tiempo se le hizo profundamente tentadora. Ante el estaba uno de los hombres que mas quería y apreciaba, su amigo, y verlo sufrir de esa manera por falta de afecto y cariño hizo querer darle todo lo que había en su interior como reemplazo. Y si es que de entregar amor se trataba Siwon era experto, con su sencilla personalidad y su forma tan de piel de ser con los demás conseguía que todo mundo se sintiera bien cerca de él.
Y eso haría por DongHae, solo se comportaría como un amigo un poco mas cariñoso de lo normal, un par de caricias y unos simples besos no le harían daño a nadie ¿cierto? Solo seria una forma de demostrarle a Hae cuanto lo quería y cuanto estaba dispuesto a dar borrar aunque sea un instante la tristeza que le inundaba.
Además, no era un sacrificio el tener que besar a su amigo, a quien quería engañar, quería tan irremediablemente consolarlo que la idea de tener que abrazarlo y besarle para hacerlo se le hizo tan llamativa que dejó de cuestionarse y comenzó a actuar antes de que le viniera una ola de arrepentimientos. Y respondiendo a todos aquellos locos e impulsivos sentimientos Siwon esta vez había buscado los labios de DongHae, besándole con toda las ternura que le fue posible transmitir en esa calida caricia. Llegando así, el primer beso de muchos.

El moreno no se separo de él cuando la húmeda lengua de Siwon buscó la suya, ni cuando le apretó ligeramente su labio inferior, ni cuando al cabo de media hora aun seguían besándose sin la mas minima intención de querer detener aquello, al contrario, él, y no solo DongHae, ambos querían continuar por que la sensación que compartían era demasiado revitalizadora como para querer abandonarla ahora. Porque irónicamente habian abina descubierto que los brazos del otro podían olvidar, aunque fuera por unos instantes toda la soledad y la tristeza que amenazaba con hacerlos sufrir.

Y es así como ambos chicos compartieron dulces besos entregándose el cariño que tanto les hacia falta, porque si bien DongHae sufría por la ausencia de EunHyuk, Siwon lo hacia, mas retraídamente, por el hecho de que los años pasaban y aun no conseguía encontrar a esa persona que llegaría a desordenar y revolucionar su mundo, que lo haría soñar despierto haciéndolo el hombre mas feliz. Infinidad de chicas y ciertos muchachos habían pasado por su alcoba, pero ninguna lo suficientemente especial como para hacerle experimentar un gran amor.
Ahora, con los besos que tan entregadamente le daba DongHae podía dejar a un lado el abatimiento de llegar a su apartamento y encontrarlo tan solitariamente vacío siempre, de caminar por sus habitaciones y no hallar a nadie esperándole en ellas, de sentarse en su sofá y relajarse escuchando buena música sin la compañía de alguien a quien entregar todo ese amor que tenia guardado dentro de si. Olvidó toda esa soledad y, al igual que DongHae, se dejó abrazar por las suaves y calidas sensaciones que le producían aquellos besos y esas delicadas manos que habían comenzado a pasearse por los contornos de su cara.
Teniendo la sensación de que si dejaba de besarlo desfallecería es que deslizo sus manos por los costados de su cintura hasta entrelazarlas en su espalda y con una gran sutileza lo acercó más. Ambos se habían fundido en un abrazo del que si mas tarde DongHae quisiera escapar le resultaría difícil porque había hecho que Siwon se entregase irrevocablemente a sus caricias exigiendo con cada beso mas afecto del que quizás estuviera bien dar.

Dejándose llevar exquisitamente por el sin fin de sensaciones, es que perdieron toda noción de tiempo y espacio. Siwon no sabia exactamente en que momento aquellos besos se habían vuelto tan apasionado y cuando las caricias ya no se limitaban solo a la zona de la cara y la cintura. Ahora sus manos descontroladas se paseaban a lo largo de la esbelta espalda de DongHae y de vez en cuando se intentaban colar por debajo de su cernida camiseta, siempre tratándolo como si se tratase de la joya más delicada y costosa del mundo.
Estar así con aquel chico era como profesarse amor puro e incondicional por el resto de la vida. Y es que para Siwon DongHae era una persona a la que se debía tratar con tanta ternura que hasta sus apasionados besos los hacia suaves intentando transmitir en ellos toda la dulzura con la que era capaz de querer. No había necesidad de ser ansioso, no había necesidad de ser un bruto irracional que se deja llevar por la pasión, eso queda para otros que no valoran los momentos tan espaciales en los que se puede experimentar el amor como la máxima demostración de afecto. Por ello aquel instante era diferente, claro que había pasión y sensaciones de querer llegar mas lejos, pero por sobre la locura y el descontrol predominaban sentimientos de profundo amor y placer.

Siwon había pensado que con solo besos y caricias en el rostro estaría bien, pero ahora que había descubierto el dulce néctar que le brindaban esos labios y la forma en como tocaban los suyos y se amoldaba para que ambas lenguas tuvieran aquellos húmedos contactos, no quería dejar de besarle e incluso sintió el deseo de querer llegar mas lejos.
Pero el fugaz pensamiento de que DongHae le besaba así porque en sus besos quizás quería hallar los de EunHyuk le produjo un profundo malestar. Si eso era así, el no estaba haciendo mas que ser utilizado por el menor para poder compensar su tristeza creyendo que era su novio quien lo besaba en aquel momento.

Desconcertado abrió los ojos, que había cerrado durante ese rato, y comenzó a contestar sus besos con menos efusividad, entonces le fui imposible no decir algo.

– No soy EunHyuk… – repitió mientras DongHae le seguía besando – …Hae… – murmuró tratando de llamar su atención pero el chico no parecía querer responder a sus palabras, seguía besándole con los ojos cerrados y las manos aferradas a su pecho -, … Hae… no soy Hyuk.

– No.. – contestó sin alterar su postura entregada ni por un segundo – … eres Siwon.

El alivio y la felicidad se hicieron dentro de Siwon, el moreno era completamente consiente de que lo estaba besando a él y no a otra persona que tal ves su mente hubiera querido que fuese. Aquella aclaración fue como una inyección directo a la vena de pasión y entusiasmo. El más alto volvía a sumergirse en aquellos besos y esas caricias que tan bien le proporcionaba DongHae.

– Esto es una locura.. – susurró con una ligera sonrisa.

– Pero me gusta..

Las palabras de aprobación del moreno le hicieron estremecerse, sonriendo entusiasmado mientras la seguidilla de besos continuaba.

¿Hace cuanto no estaba así con nadie? Porque DongHae no era cualquier persona. Si bien algunas personas pasaban de vez en cuando por su alcoba, no siempre se tartaba alguien a quien quisiese tanto y desde hace tanto tiempo. Eso era lo que marcaba la diferencia con DongHae, él no era un desconocido más al cual besar, era su amigo, y por todo el aprecio y el cariño que se tenían es que ahora lo besaba con tanta dedicación. Se entregaría por completo al moreno y le haría olvidar todas sus penas y tristeza. Ese era su deseo y el anhelo que ahora no podía dejar de sentir.

Totalmente entregado y queriendo vivir lo que su amigo también estaba deseando, Siwon se puso de pie arrastrando con él a DongHae sin separar su boca de la suya. Había descubierto que esa suave boca le encantaba y que él dueño de esos labios, que ahora le traían como ciego en busca de la luz, besaba exquisitamente bien. Además su piel, su piel era tan terriblemente suave y dejada al tacto que amaba sentir sus caricias sobre la suya.
Lentamente una sensación de calor se apodero de él y sintió que la ropa comenzaba a molestarle, haciéndoselo notar DongHae también, quien había metido sus manos por debajo de su camisa y acariciaba despacio parte de su abdomen.
Tomó las manos del moreno y sin dejar de besarlo en ningún momento comenzó a retroceder arrastrándolo por el living y el pasillo hasta su habitación. El único momento en que soltó un de sus manos, en todo ese rato, fue para girar la manilla de la puerta de su cuarto y abrirla.
Introdujo al chico esta ves haciéndolo caminar hacia atrás y una vez hubieron chocado con la parte posterior de su inmensa cama se detuvieron y comenzaron una serie de caricias acompañadas de dulces y sabrosos besos que no hizo dudar a ninguno de los dos sobre lo que querían.

Si antes quedaba alguna duda con respecto a lo que estaba haciendo, ahora no había espacio para ellas. Ambos chicos se encontraban tan inmersamente perdidos en dar y recibir que no les importo el pudor y menos el hecho de que prácticamente se estaban profanando entre amigos.

Siwon tomó la camiseta de DongHae y se la deslizó despacio hacia arriba. El chico alzó los brazos y se separó de los labios de Siwon, para que la camiseta escurriera con mayor facilidad, volviendo a tomarlos en cuanto la prenda hubo abandonado completamente su cuerpo. De inmediato sintió las cariñosas manos del mas alto pasearse por el contorno de su pantalón hasta su espalda y luego subir para volver a apegarlo a él.

Sorprendentemente DongHae, en esos minutos, había dejado atrás toda la pena, la tristeza y la sensación de sentirse terriblemente menospreciado y abandonado. El estar así con Siwon le había traído de vuelta un montón de sentimiento que no se daba el lujo de experimentar hace un buen rato. Era como estar reviviendo las incansables horas de afecto que antes le brindaba EunHyuk, solo que ahora, con Siwon, era excitantemente mejor, mucho mejor.

El más alto dejo entonces su boca solo para deslizar sus labios por el mentón de DongHae, depositando besos por la base de su barbilla y cuellos hasta llegar cerca de su oído donde el chico pudo oír la irregularidad de su respiración que comenzaba a acelerarse. Elevando su mentón, para permitirle que siguiese con aquella serie de besos en el cuello, tan satisfactorios, cerró sus ojos para que la sensación de satisfacción lo embargara por completo. En ese momento solo estaban él y Siwon, no existía nadie más, absolutamente nada más.

DongHae volviendo a responder a aquella boca, puesto que los labios de Siwon habían vuelto a los suyos, deslizó sus manos por el pecho fuerte de su compañero hasta llegar a la parte mas baja de su camisa. Desabrochó los botones uno por uno y cuando hubo llegado a su pecho nuevamente pasó sus manos por sus bien tonificados hombros e hizo resbalar la camisa por sus brazos y la espalda, quedando atascada a la altura de sus flectados codos. Al instante el cuerpo tan perfectamente formado de Siwon quedo a la vista y el chico soltó por unos instantes a DongHae para que su camisa, ahora tan molesta, terminara de caer.

No hubo tiempo para contemplaciones ni inhibiciones, puesto que los besos continuaron y las caricias más necesitadas y marcadas que antes ahora hacían lo suyo sobre los torsos desnudos de ambos chicos.
Fue tanto así que DongHae comenzó a sentir la presión de la hombría de Siwon, atrapada dentro de su pantalón, haciendo especial contacto cerca de la parte mas baja de su estomago. El chico ante si era mas alto y sus caderas por ende estaban algo mas elevadas que las suyas, por ello la señal de su compartida excitación la sentía allí e inmediatamente Siwon quiso hacer algo al respecto. Con sus manos en la espalda de DongHae esta vez se atrevió a bajar más de lo que el borde del pantalón señalaba como una zona decente para detenerse. Cuando el moreno sintió sus osadas manos en aquel lugar se abrazo a su cuello poniéndose ligeramente de puntillas. Siwon aprovechó su deleitado entusiasmo y tomó su trasero desde más abajo y con un repentino empuje lo montó sobre si aprisionando su excitante sexo contra el de DongHae. Aquel perfecto y tan cómodo enlace lo llevo a un punto de exquisito placer que se hizo mas fuerte aún cuando el moreno le rodeo las caderas con sus piernas, aforrándose a él y dándole a entender que ya a estas alturas podía hacer con el lo que quisiese. Ambos se habían entregado a los brazos del otro y ya nada podría detener ni frenar la pasión que los carcomía por dentro.

Apoyando un brazo sobre el suave colchón Siwon se había dejado caer hacia delante con DongHae aun aferrado a sus caderas y a su cuello. El moreno ahora aprisionado entre la cama y el estupendo cuerpo de Siwon alzaba nuevamente el mentón para que su compañero besara con irrefrenado deseo su cuello y parte de su hombro izquierdo.
Mientras se dejaba acariciar pasaba sus dedos por el oscuro cabello de Siwon bajando por su cuello, hombros y parte de la espalda, hasta donde sus manos alcanzaran a tocar. Pero la presión de la entrepiernas de Siwon estaba haciendo tal trabajo de excitación sobre la suya que cuando el mas alto comenzó a cargar sus caderas como si se tratara de pequeñas estocadas sobre la ropa DongHae sentía que desquiciadas sensaciones de hormigueo inundaba su abdomen y su parte baja.
Volviendo a inclinar la cabeza se percató que Siwon se había incorporado en sus antebrazos y ahora le miraba, sin dejar aquellos movimientos de presión sobre su entrepiernas que le hacían arder, con una expresión en su rostro cargada de mutuo deseo. Entonces le tomó por la cintura y se arrojó a un costado llevándose al moreno con él. Ahora DongHae con los brazos extendidos se apoyaba sobre su pecho. Siwon había quedado tendido en la cama y el menor yacía sentado sobre él.
Sus miradas anhelantes se encontraron un momento y entonces Siwon le sonrío. Le sonrío de manera tan seductora que DongHae como un autómata deslizo sus manos por su abdomen hasta llegar al botón de su pantalón que desabrochó sin problemas. Siwon, mientras, veía como el chico hacia lo suyo experimento una sensación de sublime calor cuando los dedos de DongHae corrieron su cremallera y su mano atrevida se posó sobre su erguido bulto.

– Dios… – exclamó y la risita encantadora de DongHae como respuesta solo hizo que su frénesi aumentara.

De inmediato se incorporó y se sentó, imposibilitándole al chico que siguiera con su tarea.
El rostro del moreno, ahora, unos centímetros elevados del suyo busco inmediatamente sus labios y mientras ambos volvían a compartir apasionados besos Siwon descendió con sus manos e hizo lo propio con el broche del pantalón de DongHae y su cremallera, haciéndolo gemir suavemente cuando sus dedos hicieron contacto con su hombría por sobre la ropa interior. Entonces lo volvió a tomar de la cintura y lo tumbo contra la cama. Volvía a estar arriba y ahora arrodillado sobre el colchón tiraba de los pantalones de DongHae deslizándolos despacio por sus piernas hasta retirarlos por completo y lanzarlos a un lado fuera de la cama.
El moreno ahora le miraba y le esperaba apoyado en sus antebrazos. La imagen a Siwon se le hizo exquisitamente atractiva y sin hacer esperar mas al ansioso deseo que los embargaba se dejo caer nuevamente sobre DongHae besándolo y acariciándolo sin restricciones.

El duro borde de la cremallera abierta de sus pantalones junto con el erguido bulto sobre su delgada ropa interior le provocaban al moreno sensaciones cada vez más estremecedoras. Y mientras se revolcaron entre las sabanas tratando de aumentar la deliciosa excitación mediante los húmedos besos y el roce pronunciado de sus hombrías Siwon se había sacado los pantalones y ahora despojaba eróticamente a DongHae de su ropa interior.
El cuerpo completamente desnudo del moreno bajo sí le hizo experimentar una ola de sensaciones tan aterradoramente fascinantes que solo consiguió aumentar cuando DongHae estiro sus brazos hacia él, pidiéndole con ese gesto que no detuvieran aquello, que no se detuviera a pensar, ni a razonar, que solo disfrutaran y vivieran aquel momento sin inhibiciones.

– Ven Siwon… – susurro de manera tan complaciente que casi hace flaquear la voluntad de Siwon por llevar lento todo aquello para disfrutarlo.
Entonces sin hacerlo esperar fue al encuentro de esas manos que se abrían a él y las beso con sumo cariño. Agachó la cabeza hasta la altura de su cuello, y mientras las manos de DongHae revolvían su cabello, Siwon besaba su pecho, mojando con su delirante lengua sus tetillas.
La respiración del moreno se hizo fuerte de pronto y Siwon hasta podía oír el fuerte palpitar de su corazón contra su pecho cuando deposito por unos segundos su oído allí. Ansioso por los efectos que causaba en DongHae siguió deslizando sus labios por el abdomen hasta llegar a su ombligo, allí se detuvo unos segundos para luego continuar mas abajo.
En cuanto la mano de Siwon sujeto su excitada entrepiernas, el moreno se tenso y soltó un gemido que fue como una señal de partida para el mas alto. Y cuando la suave boca de Siwon hizo contacto con la punta de su hombría, las sensaciones explotaron al instante dentro el cuerpo de su cuerpo haciendo que se llevase las manos a la cara como para tratar de contener el maravilloso sentimiento de extenso calor que lo inundaba por completo.
La lengua de Siwon ahora se paseaba por toda su extensión y el moreno no hacia mas que disfrutar todo aquello, creyendo que no se podría sentir mas bien hasta que sintió su miembro dentro de la boca del otro. El gemido ahogado que soltó lo hizo levantar la cabeza y volver a dejarla caer sobre la almohada como si esta pesara una tonelada. Su respiración se había agitado de sobre manera y ahora no le quedaba de otra mas que disfrutar, solo disfrutar.
Comenzaba a sentir que se acostumbraba a esa sensación cuando observó que Siwon se retiraba y se terminaba de desvestir. Se incorporó torpemente sobre sus rodillas para mirarle y antes de que pudiera terminar de contemplar aquel espectacular físico, que sin duda había visto antes, pero que nunca había mirada con otros ojos que no fueran los de amistad, vio como Siwon se ponía de pie sobre la cama y con sus fuertes brazos se inclinaba para agarrarlo por la cintura y estamparlo contra la pared. Su cuerpo musculoso presionaba sobre el suyo de manera tan exacta que cuando Siwon le soltó para tomar sus muslos y alzarlo a la altura de sus caderas no resbaló por la pared, si no que se quedo allí, abrazado con piernas y brazos nuevamente a aquel cuerpo tan suculento y sintiendo el desenfrenado rose que hacia su hombría desnuda contar la de él. Ahora Siwon solo se sujetaba a él con una mano mientras que con la otra buscaba aquel punto tan delicado y por el que seria voluntariamente profanado.

Mediante besos que casi le arrancan el alma, Siwon introdujo sus dedos con suma delicadeza dentro de DongHae. Cuando lo hizo, el chico en sus brazos, apretó los ojos y abrió la boca en señal de evidente excitación. Entonces volvió a tomar los muslos alzados de DongHae y lo montó un poco más sobre sí para que ahora su hombría hiciera lo suyo dentro de él. Con la ayuda de su mano, aferro su miembro y se introdujo lentamente dentro del moreno, tan lentamente que DongHae creía que moriría en el letargo. Su extensión ahora colada dentro de él le hizo tensionarse por completo y aferrarse con mas ímpetu al vigoroso cuerpo de Siwon, poco a poco se acostumbró a la sensación y besó apasionadamente al mas alto cuando este se hubo aquietado esperando no haberle echo daño.

– Hazlo… – le susurró al oído entre jadeos haciéndole saber que ya estaba preparado.

Con una mano aferrada a su cintura y la otra puesta sobre la pared Siwon había comenzado con suaves presiones que amenazaban con desquiciar el autocontrol de DongHae, ahora la temperatura estaba por las nubes y el esfuerzo de Siwon por mantener al moreno contra la pared mientras le embestía de aquella manera tan pasional se hacia notar en lo elevado de sus respiraciones, los latidos desenfrenados de sus corazones y el resbaladizo sudor que bañaba sus cuerpos perfectos y los hacia brillar como si se tratase de muebles recién barnizados.
DongHae aferrado a su cuello no paraba de gemir ahora que la penetración y la excitación de su miembro contra el estomago plano de Siwon le había llevado a punto en el que ya no pensaba ni razonaba. Había cerrado sus ojos y con su boca permanentemente abierta dejaba salir todas aquellas expresiones de satisfacción cerca del oído de Siwon, quien no hacia mas que derretirse y aumentar la frecuencia de sus profundas estocadas con cada gemido de su dulce compañero.

Soltando un jadeo ronco Siwon separó a DongHae de la pared y se dejó caer hacia atrás sobre la cama nuevamente. Ahora era el turno del moreno y el chico lo entendió en cuanto las manos del más alto se aferraron a sus caderas. Con las respiraciones terriblemente alocadas comenzó de nuevo el juego. DongHae se elevaba y luego se dejaba caer pesadamente sobre Siwon mandándole sensaciones electrizante por la rapidez con que se introducía su hombría dentro de él cuando caía tan abruptamente. Fue tanto así que Siwon tuvo que soltarlo y llevarse una mano a la boca para no gritar. Si seguían así lo mas probable era que el fuera el primero en correrse y no quería eso. Intento aguantar un poco sintiendo las manos de DongHae sujetándose contra su pecho mientras su cuerpo seguía cayendo con malicia intencionada sobre su miembro. La mirada traviesa que en ese momento se hizo en el rostro de DongHae que iba y venia junto con el vaivén de su lacio cabello negro, le hizo contener un poco más aquella sensación desenfrenada para volver a tomarlo y tumbarlo contra la cama.

Seguía penetrándolo como si su vida ahora solo dependiera de ello y lo haría al menos hasta que ambos llegasen a aquel punto culmine tan alto, tan llenador y extremadamente embriagador que los dejaría sin aliento. Y es que aquel cuerpo bajo suyo y aquel rostro tan bien formado le comenzaban a provocar tantas cosas que en ese momento tan loco le dio medio preguntarse de que se trataba. Mas tarde, mañana quizás, ya habría tiempo para pensar en aquello.

Unas estocadas más y ambos terminarían conjuntamente rodeados de satisfacción.
Siwon sintió que se venia y lo notó también en el rostro de DongHae que se comenzaba a contraer. Observó durante esos últimos segundos sus rojos y provocativos labios entre abiertos que dejaban salir su acelerada respiración y gemidos que no se habían acallado ni cuando le había besado de nuevo antes de terminar dentro de él.
Con un grito sordo que por segundos hizo eco dentro de la habitación Siwon finalmente había acabado dentro de DongHae con una penetración total. El chico bajo suyo que se aferró a su cuerpo en el ultimo instante se había corrido manchando todo su abdomen con aquella sustancia blanquecina que tan bien conocía. El gemido profundamente ahogado que había dejado escapar cerca de su oído le hizo terminar de desfallecer y caer desplomado sobre su frágil cuerpo.

Ambos se quedaron allí tratando de recuperar el aliento, sus cuerpos sudorosos, aun entrelazados, yacían exactos y a Siwon el encantó el hecho de que aunque ya todo hubiera terminado DongHae aun seguía abrazado a él respirando irregularmente sobre su oído.
Totalmente embriagado de felicidad, puesto que no tenía otra palabra para definir aquella consumación más que MARAVILLOSO, cerró los ojos y se dejo estar por aquella sensación tan placentera. Lo había hecho con DongHae, con uno de sus amigos, el chico más tierno y dulce y al que más quería dentro del grupo. Y para su satisfacción el hecho había sido más que genial. El moreno había resultado ser tan apetecible y fascinante en la cama como lo era afuera su tierna amistad. Por eso quedó encantadoramente sorprendido cuanto el chico el susurro en el oído:

– Otra vez…

Siwon había quedado tan estupefacto que se incorporo rápido en sus codos y le observó algo desconfiado.
Allí estaba DongHae con una sonrisa a medias que más que brindarle alegría o tranquilidad le produjo cierta tristeza porque era la sonrisa más penosa que había visto.

La realidad se vino sobre el como un gran balde de agua muy helada y mientras se hundía en los ojos indiferentes del moreno comprendió lo que hasta entonces le era imposible ver.
DongHae lo estaba utilizando. Porque, aunque trató de demostrarle todo lo bueno que él podía ser, el moreno solo había buscado en el una vía de escape para su tristeza importándole poco el verdadero efecto que podía causar dentro del corazón de Siwon con aquel encuentro.

Totalmente frustrado se hizo a un lado, y sintiendo toda la vergüenza del momento se limpió los residuos de semen en su abdomen con una toalla de mano cercana y luego se volvió a tirar en la cama y se tapó hasta la cintura con su revolcada sábana.
Observó por el rabillo del ojo a DongHae hacer lo mismo, solo que este se perdió unos segundos dentro de su baño para luego salir y volver a tumbarse a su lado.
Resultaba increíble como había pasado de un momento de perfecta felicidad a sentirse un completo odiota. La instancia recién vivida había sido tan grandiosa, el sexo con DongHae no había sido solo eso, no había sido solo sexo, se hubiera atrevido a decir que hasta había hecho el amor porque su compenetración había sido mas que pura pasión y deseo desenfrenado, pero dentro de la cabeza del moreno al parecer eso era lo único que había sido.

Apretaba los ojos frustrado sin saber que hacer cuando sintió una mano suave que se paseaba por su vientre y su pecho hasta que llegó a su cara. DongHae le estaba volteando el rostro y se encontró con su mirada calida al abrir los ojos.

“Como tienes la desfachatez de mirarme así” – reclamó para sus adentros frunciendo el ceño.

– Hagámoslo otra vez – pidió el moreno arrimándose a su cuerpo.

– No – soltó de inmediato.

Como si aquella respuesta en vez de un no hubiera sido un sí, DongHae buscó sus labios y los besó. Siwon no quería dejar que aquella boca le envolviera de nuevo y corrió el rostro.

– ¿Porque no? – escuchó que preguntaba inocentemente y tuvo ganas de gritarle todas las razones y la mas importante de ellas de porque no quería volver a repetir aquello. Pero… ¿que era esa decepción que casi le hace reprocharle sus intenciones?
¿Acaso estaba sufriendo? ¿DongHae le había hecho daño con su actitud? ¿Por qué? Solo lo quería como amigo y voluntariamente se había prestado a consolarlo. ¿Pero porque la idea de no ser nada más que un juguete de satisfacción personal le producía tal tristeza?

Los brazos del moreno volvían a rodearlo sintiendo exquisitamente como esta vez depositaba suaves besos sobre su hombro. Una mano bajaba por sobre las sabanas mas de lo debido y se quedaba encima de su dormida entrepiernas. Tuvo ganas de retirar esa mano y apartarse inmediatamente de allí pero la deliciosa fricción que estaba haciendo DongHae sobre su miembro le hizo imposible la huida.
¿Cómo negarse a eso? ¿Cómo negarse a la provocación? ¿Cómo negarse a lo inevitable? ¿Cómo negarle algo a DongHae?

Apretó los puños ante su evidente debilidad, se odió por ser tan fácil de convencer y por haberse convertido en el desahogadero de su amigo. Pero.. ¿Qué podía hacer? Le había encantado el primer encuentro con DongHae y era evidente que su entrepiernas ahora estaba ansioso de un segundo encuentro o quizás más.

Suspiró compungido mientras el moreno le susurraba una serie de invitante palabras. No se conocía ese lado tan seductor de DongHae y le encantó, porque se sintió derretir cuando escuchó la voz tan erótica entrar por su sensible oído.

“¡Al diablo lo que quiera de mi! ¡Al demonio sus intenciones! ¡Ya basta de esta estúpida tristeza! No se trata solo de consolarle y ser su juguete. Si no de lo que yo también quiero en este momento.”

Embargado por la resignación y el deseo que volvía a aparecer dentro de sí, tomó por la cintura al dispuesto DongHae y se montó sobre él para comenzar nuevamente con otra sesión de besos y caricias que terminarían por sumergirlos otra vez en esas sensaciones que tanto habían disfrutado antes.

La suerte ya estaba echada y ahora solo debían afrontar lo que se les venia, ya que ninguno de los dos, y menos Siwon, pensó en los terribles días que le seguirían, viviendo un naciente y palpitante amor que al parecer no seria correspondido a ninguno de los dos.

CONTINUARA~~

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[SunSun] Boba~

Nombre: «Boba»
Couple: SunSun (Sungmin x Sunny), Super Junior y SNSD.
Categoria: Apto para todo público.
Dedicado a: Poly, la amante mas ferviente del SunSun que he conocido :) Junto con el Khuntoria, creo que sería de las unicas parejas hetero que escribiría~

Que mire hacia acá por favor, que mire hacia acá, que mire, que mire, que mire, que mire, que mi… ¡Oh! ¡Miró! ¡Aaaaahhhhh! Que venga hacia acá por favor, que venga hacia acá, que venga hacia acá, que venga hacia acá, que ven…. ¡Ah! ¡No! Viene hacia acá! ¡Ah! ¡¿Que hago, que hago, que hago?! Oh dios~.. viene hacia acá y me esta mirando… ¿Es a mi? ¿Es a mi cierto? ¿Me esta mirando a mi? Ay… No… Ya me puse nerviosa~… respira Sunny, respira… tranquila… relájate… no pasa nada… es solo un chico… si, ¡ja! Es solo un chico.. ¿Que me puede hacer? Nada.. ¿cierto? …. … Mmmm… ¿Nada? ….. ¡¿NADA?! ¡Aaaaahhhhh! Me muero~ ¡No! Cálmate… cálmate, cálmate. SungMin no es tan divo como para ignorarte ¿O si? No… claro que no… el no es de esos… ¿No es de esos verdad? Claro que no… ¡Ja! ….. …. Bueno si, la verdad si es un poco divo, pero… no me ignorará… no lo haría…. mmmm.. creo. Pero definitivamente viene hacia acá y me esta sonriendo. Si…. ¡Si! ¡Me esta sonriendo! ¿Que? ¿Me esta hablando? No lo escucho… maldición. ¡Mundo cállense! Repítelo de nuevo Minnie~ Ooooohhhh…. Muero… muero… su mano.. ¡Quiere que le tome la mano! ¡Aaaaahhhhh! ¡¿Que hago, que hago?! ¡Aish! ¡Tómasela ya, estupida! Por dios, tomó mi mano en público, creo que me va a dar un infarto…. Ay~ ay, ay,ay… es tan suave…~ y estas tan cerca, tu carita… puedo verme en tus ojitos~ aaa~ brr~ mooo~~~ aaa~ yuu~ tenedor ~ leee~~ silla~ guu~ nei~ hipopótamo~ mi~ trrrrrrre~~ miiii~~ hhhh~~ shhh~~ australopitecus~~ meee ¡Para! ¡Concéntrate Sunny! ¡Dile algo pronto que se te esta yendo! Se va… no, no, no me sueltes por favor, no no… se va, maldición, dile algo, dile algo. Has algo pronto, se va. Has algo ¡HAS ALGOOOOOOOOOOOOOOOO!

– ¡Auuuush! – se quejó SungMin sobándose el hombro -. Que agresiva te pones~ – le puso mala cara -, recuérdame no venir a saludarte la próxima vez.

Soy una boba… una completa boba…~
~~~~

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[KyuHae] ~Alabado KyuHae~

Nombre: ~Alabado KyuHae~
Parejas: KyuHae (KyuHyun x DongHae), Super Junior.
Genero: lemonoso..
Clasificación: Apto para todo plubico +16
Dedicado a: Frosted.
Nota: Este one-shot lo escribí hace algunos años, y en ese tiempo mi gramática no era tan buena. Perdón por las faltas.

– Hae.

– No.

– Hae..

– No Kyu.

– Haaaeeee…

– ¡No, no y no!

– ¿Por qué no?

– ¡Porque no!

– Haaee ~ ..

– ¡Que No!

Aquella discusión empezaba a hacérsele repetitiva. Desde que llegaron al retiro, hace unos días, KyuHyun no le había dejado en paz, le acosaba día y noche y francamente DongHae no sabía por cuanto tiempo más podría resistirse. Su dongsaeng se las arreglaba siempre para pillarlo desprevenido o a solas. Aprovechando esos momentos para seducirlo y engatusarlo con mimos y palabras que rayaban en el erotismo. Frases maestras que solo un seductor experimentado era capaz de decir con tal fluidez y con el tono de necesidad precisa para bloquear toda resistencia por parte de su victima. Luego oírle o verle significaba una entrega máxima e inmediata. Pero DongHae, milagrosamente, había logrado resistirse. Le había costado el sueño y varias sesiones con su propia mano, algo penoso, pero no tenia de otra. O aguantaba dignamente a sus insistentes encantos, sin alterar la pureza de aquel lugar, o se enfermaba de los nervios y terminaba dándole a KyuHyun todo lo que le pidiese.

¿Por qué aquí? ¿Por qué ahora? ¿No podía esperar a llegar a la capital?

– Serán cuatro días que pasaremos en la localidad de Pusan – informó el manager a todo el personal que conformaba el Staff de Super Junior incluidos los trece jóvenes cantantes -, nos alojaremos en el gran templo del Monte Monpa y allí esperaremos la llegada del año nuevo astral, estarán los medios de comunicación y junto con el ministro de la localidad y el obispo nacional, el Monje Maun, daremos la bienvenida al nuevo año dándoles los doce golpes al gran tambor en el altar, todo será transmitido en vivo por supuesto, un especial para la televisión.

Todos habían tomado la propuesta con entusiasmo, la aventura que representaba pasar unos días alojados en el Gran Templo del Monte Monpa superaba con creces la idea de esperar otro año nuevo junto a la familia. La aceptación del viaje fue tal que todos comentaron por semanas lo genial que seria y lo bien que les haría a todos un cambio de aire para regresar mas renovados y despejados para la grabación de su tercer álbum.

Sí, todos habían visto el asunto con buenos ojos, menos KyuHyun, el muy diablillo siempre lograba estar un paso delante de todos y en vez de utilizar aquel retiro para la meditación, la reflexión, encontrarse consigo mismo y todas esas burradas que hace la gente en el templo, él utilizo los días para perseguir a DongHae y hacerlo entrar en un juego del que después, seguro, se volvería adicto.

Desde el primer día de su llegada, al templo, le había buscado, encerrándolo con él en la habitación, colándose en la ducha, llevándolo hasta los bosques traseros, incluso dentro de las capillas de oración, pero nada, no había conseguido ni siquiera un mísero beso de parte de DongHae, que no le frustraba en absoluto, solo hacia que lo desease y maquinara una mayor cantidad de ideas de cómo atraparlo y seducirlo. El pececito le había salido escurridizo pero lograría hacerse de una red mas grande para atraparlo y dejarlo sin escapatoria.

Esa noche era la cuarta y ultima, era año nuevo astral en Korea y a las diez comenzaban las transmisiones del festival en los pasillos del Templo. Allí siempre se instalaba una especie de feria con multitudinarios puestos típicos y diferentes atracciones. Toda la gente del pueblo subía al Templo y esperaba el año nuevo en medio de celebraciones tradicionales y religiosas. Super Junior junto a todo su equipo de producción debían animar y transmitir en vivo todo lo que seria la espera, la cuenta regresiva, las oraciones y la celebración en si.

Por ello, durante la tarde, todos se dirigieron a los baños termales del Templo y reposaron allí unos minutos para quedar absolutamente relajados y compuesto. Se les venía una larga noche y querían estar bien preparados.
Por circunstancias que DongHae ignoraba, tarde se dio cuenta de que las termas fueron quedando vacías hasta que solo estuvieron él y KyuHyun dentro del agua. Para variar el bebe había conseguido, nuevamente, quedar a solas con el fishi. Y en un parpadeo ya tenia al menor acariciando su cuello y parte de su pecho. La desnudez de DongHae le revolvió peligrosamente las hormonas al bebe y resultaba evidente que no desaprovecharía la oportunidad para seducirlo de nuevo.

– Anda.. no te resistas – le susurro al oído cuando notó la tención en sus músculos.

– Cállate Kyu.

– Vamos Hae, ya me has besado antes – murmuró -, no es nada que no sepas.. me conoces.

– Y porque te conozco no quiero – reprochó apartando la mano de su compañero.

– Hae ~

– Al menos respeta este lugar Kyu.

– No puedo contigo así.

La urgencia con la que sonó su voz terminó por poner nervioso a DongHae y tratando de prevenir algo se alejó un poco del peligroso y deseoso cuerpo de su dongsaeng, quería apagar sus insistencias y dicho sea de paso su propia e involuntaria excitación.

– No podrás huir de mi siempre – le advirtió con una sonrisa burlona.

DongHae no le contesto y salió del agua antes de que KyuHyun le atrapara de nuevo. A cada minuto se sentía más vulnerable y comenzaba a dudar de su autocontrol. Esta ves había estado mas cerca que las anteriores, su acumulada excitación le pedía responder a las caricias de su dongsaeng pero no quería, aquel era un lugar sagrado y quería que siguiese siendo así.

La noche cayó abruptamente y los chicos se preparaban con sus tenidas típicas de Korea para darle la bienvenida al año nuevo de la manera mas tradicional posible.
Una vez uniformados y maquillados se dirigieron a los jardines principales del templo donde se encontraba la feria, y allí, junto a los cientos de personas que habían subido al lugar, comenzaron las transmisiones para esperar la llegada del nuevo año.
Durante casi hora y media estuvieron animando, entrevistando y platicando con la gente y algunas autoridades sobre sus predicciones para el siguiente año y los deseos de buena fe y plegarias que pedían en el altar. Se pasearon con el equipo de producción y las cámaras por todos lados, visitando con micrófono en mano las diferentes tiendas y todos los atractivos que tenia para ofrecer la feria. La mayoría de la gente circulaba alrededor divirtiéndose en los diferentes puestos, sirviéndose algún vaso de jugo o plato típico como cena en vísperas del año nuevo. Y no faltaron las fanáticas chicas que seguían al grupo para todos lados pidiendo autógrafos y expresando lo mucho que los amaban. Ante eso no perdieron la oportunidad de hacer fanservice de vez en cuanto arrancando gritos histéricos de la mitad de las jovencitas, Heechul creyó ver hasta una ancianita tirándose del pelo y gritando encantada cuando le dio un insinuoso beso en la mejilla a Hangeng. Y como era de esperarse KyuHyun no desaprovechó la ocasión.

– Hagamos realidad el KyuHae – le susurró al pececito quien dejo de sonreír al instante.

– Tu no te rindes – musito frustrado.

– No.

Una mano se deslizó por la cintura de DongHae y el griterío de las fans fue inmediato.

– Sonríe Hae – murmuró el bebe muy abrazado a él. Miraba a las fans con una gran sonrisa y mientras con una mano sostenía a su hyung con la otra saludaba a las chicas.
A DongHae no le quedo de otra que seguirle el juego, sonreía con nerviosismo y apenas si agitaba su mano para corresponder el saludo de sus fans.
La llegada del Monje Maun le salvo, temporalmente, de los acosos de KyuHyun. El manager le había traído para las presentaciones correspondientes y para que todos juntos se dirigieran al salón de oratorias donde se hacia el ultimo seminario y las oraciones y plegarias previas para el año que se venia.
El salón no era muy grande asique solo entraron ellos, su equipo de producción, los mojes a cargo, los ministros invitados y la gente que alcanzo a entrar, el resto solo miro desde la puerta o escucho la oratoria desde afuera.
Toda la ceremonia duro alrededor de veinte aburridos minutos, que como bien decía el contrato, también debía ser transmitida y contar con la presencia de los trece cantantes que parecieron perder toda su energía en cuanto el monje comenzó con su charla monótona en el altar. Solo despabilaron y recuperaron el entusiasmo cuando el hombre pidió que todos se pusiesen de rodillas para orar. Faltaban solo minutos para la media noche.

– Ahora.. – habló el monje con aquella voz tan gutural característica de los hombres de fé – ..oraremos en silencio y haremos nuestras plegarias.

Todo el mundo se concentro en su oración y la mayoría juntó sus manos y cerró los ojos para una mejor devoción.

– Por favor Dios.. – susurró DongHae muy bajito – bendice a mi familia y a mis amigos, danos salud y buenas esperanzas para vivir otro año con alegría y buena fortuna, que a SuJu le siga yendo tan bien como hasta ahora para llegar mas al corazón de nuestras lindas fans, cuídalas mucho, y cuida mucho a mi appa que ahora te acompaña en el cielo. Vela por nosotros siempre y aaa… por favor, has que Yesung deje la manía de pasearse desnudo, y que Heechul controle mas su temperamento, que Kibum pase mas tiempo con nosotros, que Minnie deje de comprarse tanta ropa rosa, y que la umma de mi amiga Pao no se enfade con ella ni le quite el pc y que tampoco..

Un codazo de parte de KyuHyun, que estaba a su lado, le interrumpió. Abrió los ojos y lo miro por el rabillo.

– Shhhh..¿no oíste al monje? – musitó -, es en silencio – se quejó con una sonrisa – y no pidas estupideces.

DongHae le sacó la lengua molesto y continuó con su oración en silencio.

Al minuto el monje Maun hizo señas para que todos se levantasen y emprendieran la caminata hacia el sector de la celebración. Allí, junto a los doce “gongs” del tambor darían la bienvenida al año nuevo.
La gente comenzó a circular fuera del centro de oratoria hacia la feria, quedaban solo quince minutos para empezar la cuenta regresiva. El manager del grupo junto con el equipo de producción se reunió con el monje para alistar los últimos detalles de lo que seria la transmisión. Los chicos aprovecharon también de arreglar sus atuendos y hacer las consultas pertinentes, todo dentro de un margen televisivo puesto que las cámaras no habían dejado de grabar ni un segundo.
Mientras Heechul, quien se había hecho autoritariamente del micrófono, hablaba a la audiencia, todo el equipo, incluido el monje y los trece chicos, salían por una puerta alternativa que tenia el recinto. DongHae, quien se había puesto de pie inmediato, les seguía observando la comedia que llevaban sus compañeros adelante. El apretón fuerte e insistente de la mano de KyuHyun sobre su brazo le había hecho rezagarse un poco del resto. El bebe volvía a atacar y al fishi el asunto ya le exasperaba peligrosamente al punto del colapso. Cuando las cámaras, que enfocaban a Heechul y el resto de los Super Junior, se perdieron tras la puerta de salida, y toda la gente hubo abandonado el salón, DongHae dio la vuelta y encaro a KyuHyun.

– ¡Ya basta Kyu! ¡Déjame en paz!

El brusco tirón que hizo para soltarse del agarre de su dongsaeng solo sirvió para acercarlo mas, provocando un nerviosismo automático sobre si mismo.

– No veo que quieras que te deje en paz – habló el mas alto mirando en rededor por sobre su cabeza -. Hae.. – susurró abrazándolo por la cintura – ..es nuestra ultima noche en el templo – le miro a los ojos – y la ultima oportunidad de poder estar solos.

– No hare nada contigo Kyu – se removió entre el abrazo de su compañero alejándolo en vano de él.

– Pero yo se que si quieres.

– No, no quiero.

– Mentiroso.

DongHae inflo los cachetes enfadado y desvió la mirada.

– Deja de resistirte – musito. Y aprovechando su quietud le deposito un suave beso en la mejilla. Hae intento esquivarlo pero KyuHyun lo tenía bien sujeto y no le quedo mas que aceptar aquella caricia. El bebe quitó un poco de pelo de la frente de su amigo y le dejo otro beso allí. Luego otro cerca de la cien y el contorno de su cara. Hae seguía poniendo resistencia pero ya al quinto beso en la otra mejilla y un sexto beso cerca de la comisura de sus labios le hicieron dejar de resistirse y comenzar a recibir.

– Te odio Kyu– murmuró con los ojos cerrados. KyuHyun le había levantado el mentón y dejaba suaves besos en su cuello.

– Ódiame todo lo que quieras – susurró victorioso -, ya te tengo.

DongHae le golpeó molesto en el pecho con ambas manos, provocando una pequeña distancia. Pero ya le había dado el pie a KyuHyun para que se lanzara con todos sus atributos y su confianza. Y esta vez en vez de besar su cara o su cuello fue directamente a sus labios. Tomó su cabeza y prácticamente le comió la boca.
Si existió o se dio la oportunidad para que DongHae se librarse de él una vez mas, ya había pasado. El bebe osó devorar sus labios, como en tantas otra ocasiones en su departamento, y era muy poco probable a estas alturas que intentara algo para apartarlo.
Faltaba tan poco, solo debía soportar aquella ultima noche y luego de regreso en Seúl podría darle a su dongsaeng todo lo que el quisiese, todos los besos que le pidiese. Pero había sido débil. KyuHyun se empecinó en seducirlo y provocarle durante su estancia allí y por más que se resistió a las finales igual termino cediendo. Se enojo consigo mismo por haber caído tan fácil, él realmente quería respetar aquel lugar pero.. ¿Qué hacer cuando se te esta provocando día tras día, noche tras noche y lo que se te ofrece es algo con lo que has disfrutado tanto?

– Te odio – volvió a repetir respondiendo frustrado a todos aquellos besos que el bebe le daba. Una risita dichosa obtuvo como respuesta y mordió fuerte, aun molesto, el labio de su amigo. El reproche de KyuHyun le hizo sonreír y apretar con más fuerza -. ¿Te duele? – murmuró entre dientes observando atento su reacción.

La ironía de su pregunta encanto sádicamente a su compañero. El más alto, con un brillo extraño en los ojos que DongHae nunca había visto, tomó su trasero con ambas manos y lo apretó, apegando sus caderas y haciendo que el fishi soltara su adolorido labio por la impresión de su brusco movimiento.
La mirada desconcertada y sorprendida que le dedicó su hyung le hizo sonreír con arrogancia. Jamás antes se había dado el descaro de tocarlo de aquella manera y resultaba obvio que a DongHae le asombraba su intrusión. Era un bobo si pensaba que buscaba solo besos. No había estado tras él cuatro largos y aburridos días solo para tomar sus labios. Quería algo más. Y el pececito lo entendió de inmediato cuando KyuHyun metió las manos por debajo de su pantalón y apretó su trasero una vez mas buscando su sumisión. El respingo que había dado al sentir las cadenciosas manos de su dongsaeng, provocó otra sonrisa maliciosa. Sabia que estaba actuando justo como KyuHyun quería y que sentirlo así, tan desprevenido y entregado, le hacia comportarse con mas osadía, haciéndole saber con una pura mirada todo lo que en ese momento quería hacer con él.
DongHae no alcanzo a profundizar mayormente en aquellos ojos. Su compañero le volvía a enredar en un conjunto de fascinantes besos y sus manos, que habían abandonado la tierna piel de su trasero, se deslizaban juguetonas por su espalda y su cintura.

– Me gustas – musitó KyuHyun cerca de su oído -, todo tú… me gustas mucho.

El apasionado beso que le propinó a su hyung, ahogó la posible respuesta que le pudo haber dado a su declaración. El que le correspondiera con igual intensidad y sentir que sus manos, de una vez, se decidían a imitar las suyas, fue muestra suficiente para pensar que también le gusta al escurridizo fishi y que anhelaba tenerlo tanto así como él.

– Hae.. – llamó sin dejar de besar parte de su cuello – ¿Lo has hecho antes?

DongHae, que había dejado las inhibiciones atrás, continuó acariciando el firme abdomen de su dongsaeng prestándole poca atención a su pregunta.

– ¿Qué?

Tomando sus manos y pasándolas alrededor de su cuello, KyuHyun le abrazó por la cintura y dejó que su hyung sintiera, su tensa entrepiernas, presionarse contra la parte baja de su estomago.

– ¿Lo has hecho antes? – preguntó de nuevo mirándole a los ojos.

DongHae bajo la cabeza y observó la protuberancia que había bajo el pantalón de su compañero.

– ¿Qué si lo he hecho con otro hombre?

El bebe asintió y su amigo se puso inmediatamente nervioso. La pregunta le intimidaba un poco.

– No – contestó rápido levantando la mirada. Sus mejillas se habían teñido de un exquisito color rosado y KyuHyun las beso con ternura -. ¿Tu si? – se atrevió a preguntar. El mas alto lo abrazó con mas fuerza aun y le susurro sobre los labios.

– No.

DongHae dejó que Kyu comenzara a acariciarlo de nuevo. La pregunta que le había hecho, quedo rebotando en su cabeza y una sensación de enorme curiosidad, por conocer sus verdaderas intenciones, lo embargo.

– ¿Por qué lo preguntaste?

El mas alto no le contestó. Continuó con su tarea agarrándose al cuerpecito de DongHae y lamiendo su oído. La sensación estremeció ligeramente al chico entre sus brazos haciendo que sus palabras fueran la mescla de un gemido ahogado.

– Kyu ~ dime.. – exigió.

– Porque quiero probar – le susurró y metió sus manos, otra vez, debajo de sus pantalones.

DongHae se colgó a su cuello con brusquedad y KyuHyun casi pierde el equilibrio.

– ¿Por qué conmigo? – preguntó apretando los ojos y perdiéndose en las sensaciones que le producían las caricias del bebe.

– Ya te dije porque – murmuró. Sus manos ya no solo se conformaban con apretar y acariciar aquella suave zona. Atrevidamente las había deslizado por los contornos de su cadera hasta llegar a su miembro -. Me gustas – dijo a la vez que Hae dejaba escapar un descontrolado gemido sobre su oído.

– Kyu – llamó con la respiración extraña -, no esta bien.

– Que importa Hae..

– Somos hombres..

KyuHyun pateó la puerta entre abierta detrás de su hyung haciendo un gran estruendo al cerrarse de golpe y con un solo movimiento lo dejó atrapado entre la madera y su cuerpo.

– ¿Tienes miedo?

DongHae le miro atreves de sus pestañas y negó con la cabeza. El chico frente a él sonrió con suficiencia y deposito un corto beso sobre sus labios. Sin dejar de mirarle a los ojos se aparto unos centímetros de él y lentamente, como si se tratara de un espectáculo, se quitó la camiseta, la hizo un bolo entre sus manos y la dejó caer a sus pies. Todos los segundos que tardo en hacer aquello sintió la mirada anhelante de su hyung sobre él, observando, analizando, queriendo, deseando todo lo que le estaba mostrando. Su torso bien formado y endurecido había hecho morderse el labio a DongHae y eso el gusto.

– Tócame – pidió tomando una de las manos de DongHae y pasándola provocativamente por su desnudo pecho.

Al principio su hyung titubeó, pero se acostumbro al tacto a medida que hizo bajar su mano. DongHae delineo con sus dedos la forma de todos sus músculos, desde su pectoral hasta su marcado abdomen, jugueteo un momento con su ombligo y luego se paseó por el contorno de su bóxer que quedaba a la vista centímetros arriba de su pantalón. Se detuvo allí, observó la protuberancia que era su miembro, y levantó mirada.

– Tócalo.

Más que una orden aquello fue un permiso y DongHae no se detuvo a vacilar en si debía hacerlo o no. Posó su mano sobre la abultada cremallera y KyuHyun tensiono un poco los músculos de su abdomen con el tacto.

– Hazlo por debajo de la ropa.

DongHae, obedeciendo como si se tratara de un niño con juguete nuevo, desabrocho su pantalón, bajó el cierre y dejo salir la tensionada tela de su ropa interior. Al ver que su amigo se quedaba allí observándolo sin hacer nada KyuHyun tomó su mano otra vez y la llevo lentamente sobre su excitado miembro.

– No tiene nada de malo que seamos hombres.. – dijo con la respiración algo anormal. DongHae había apretado la mano y su palpitante miembro había quedado atrapado entre sus dedos.

– Kyuuu… – susurró mientras le dirigía una mirada lasciva.

– Si te gusta.. – agregó – ..no tiene nada de malo.

Se apretó contra su cuerpo y lo besó, con mas pasión y ansiedad que nunca. DongHae abrió la boca y respondió con su húmeda lengua a esos besos que le hacían perder el aliento y olvidarse de todo cuanto había tratado de impedir. Esos días, en que había tratado de resistirse tan tercamente, quedaban atrás y ponía toda su pasión y su deseo acumulado en esos besos y en esas caricias que hacían gemir a KyuHyun mientras le besaba.
No se dio cuenta, precisamente, en que momento su dongsaeng le había quitado la camiseta, solo se percato de que no la tenia porque la vio tirada sobre uno de los taburetes a un lado del altar de oraciones.
El cuerpo suave y caliente de KyuHyun ahora hacia contacto sobre su piel desnuda y sentirlo así, tan abrazador, le produjo ondas y ondas de sofocante calor que lo hicieron jadear. El bebe no dejaba de tocarlo y manosearlo y DongHae pensó que si esto seguía así se terminaría haciéndolo con él. ¿Eso no es lo que quiere?

KyuHyun había tomado, por el muslo, una pierna de su hyung y la alzó a la altura de su cadera. Se coló entre la abertura que dejo su pierna y presionó su miembro contra el de DongHae. Ambos chicos abrieron las bocas para dejar escamar un gemido que solo se tragaron en un ardiente beso. La presión que ejercía KyuHyun sobre su cadera le estaba encendiendo de una manera enloquecedora y enredándose a él con su pierna elevada le atrajo mas para que sus pequeños puntazos fueran mas fuertes aun.

La puerta de madera sobre la que se apoyaban comenzó a crujir, provocando un ruido bastante molesto que resonaba sobre todo el salón. Y sin perder toda aquella fogosa pasión, KyuHyun apartó a DongHae de la puerta y lo llevó hasta el taburete donde yacía su camiseta. Allí le sentó y le desabrocho el pantalón mientras sus lenguas no dejaban de encontrarse y sus labios se comían mutuamente como si fueran el elixir que necesitaban para vivir el resto de sus vidas.
Cuando la mano de KyuHyun saco la dura entrepiernas de DongHae y la coemnzó a masajear, al pececito se le dispararon los latidos de su corazón y su respiración se volvió enormemente ruidosa, sus jadeos hacían eco en el recinto y se volvió peor cuando el bebe apretó la punta de su erección entre sus dedos. Aquel líquido transparente apareció y KyuHyun lo esparció con la punta de su pulgar. Le arrancó sonoros gemidos a DongHae por un rato y casi lo hace venirse cuando se lo metió a la boca.

– Y me dices.. ..que nunca.. ..lo has hecho con hombres – dijo entrecortadamente apoyándose en el taburete con la cabeza completamente echada hacia atrás.

– Nunca – afirmó dejando su tarea para contestar. Besó el abdomen plano de DongHae y subió por su ombligo, su pecho, lamio sus tetillas y mordió despacio la base de su cuello. Las manos de DongHae dejaron el taburete y se aferraron a los cabellos de KyuHyun.
Disimuladamente el bebe comenzó a despojar de toda prenda a su hyung, hasta dejarlo completamente desnudo.

– Estas loco – jadeo el fishi. KyuHyun le dedico una de esas sonrisas suyas tan fascinantes y se quitó los pantalones y los bóxer de aquella forma tan provocativa como lo había hecho hace un rato con su camiseta. Toda su sorprendente dotación quedo a la vista y DongHae le observo con desbordante necesidad.

– ¿De verdad.. ..vamos a hacerlo?

KyuHyun solo siguió sonriéndole y se metió entre sus piernas para abrazarle y que sus desnudos y despiertos miembros se rozaran exquisitamente bajo una danza de ligeras presiones que había comenzado a propinarle. La oleada de calor continuó y pronto para KyuHyun aquello no fue suficiente. Bajó a DongHae del elegante taburete y le dio la vuelta. Lo abrazó por la cintura y presiono su excitada prolongación contra sus nalgas. La sensación estremeció de pies a cabeza a su hyung, y mas aun cuando bajo una de sus manos y volvió a sujetar su entrepiernas.
Con la boca abierta y los ojos apretados DongHae dejaba escapar toda clase de gemidos. Se había sujetado al taburete con ambas ambos para resistir la presión que KyuHyun ejercía sobre él y separaba las piernas para sentir mas profundamente al palpitante miembro de su dongsaeng pasearse entre su trasero.

– Hae… – jadeó en su oído – ..lo hare.

Aquella zona tan sensible, que KyuHyun se había encargado de estimular tan bien con caricias y pequeñas presiones con la cabeza de su entrepiernas, sentía que se expandía poco a poco abriéndole paso a esa delirante y suculenta prolongación que le arrancó gritos una vez estuvo completamente dentro. La mano de su dongsaeng no había dejado de acariciarle y DongHae creía que estallaría por todas las sensaciones que estaba experimentando en ese momento.
Las caderas de KyuHyun comenzaron lentamente a azotarse contra su trasero y el pececito podía sentir enloquecedoramente como aquel intruso entraba y salía de él provocándole la excitación de su vida. Sus estocadas eran como arremetidas que se volvieron mas y mas fuertes e intensas, al punto en que DongHae observaba como el taburete bajo sus manos temblaba ligeramente con el vaivén de su cuerpo y como las gotitas de sudor, que resbalaban por el contorno de su cara, caían desparramadas a la madera.
De pronto un fuerte “Crack” mandó a ambos amantes al suelo. Uno de los soportes del taburete había cedido provocando que la superficie se inclinara. DongHae resbalo y fue a parar de manos y rodillas al suelo alfombrado justo en frente del altar de oratorias, llevándose consigo una sarta de manteles de seda fina y una penetración por parte de su amigo que le hizo gritar puesto que se había enterrado hasta el fondo dentro de él al caer sobre su cuerpo.

– Lo siento – jadeó KyuHyun.

Una risita en la oreja por parte de su montado amigo le hizo ladear la cabeza algo compungido.

– ¿Te gusta mas así? – preguntó jadeando sobre la oreja de su hyung. DongHae primero le miro ceñudo pero luego le sonrió avergonzado. A quien quería engañar, aquella arremetida había sido dolorosamente excitante.

El bebe salió de dentro suyo y lo levantó. Ambos chicos se pusieron de pie con algo de dificultad y ahora con su dongsaeng de frente se observaron por un rato. Ambos cuerpos desnudos, sudorosos y agitados, enredados entre las finas telas, provocaban una visión totalmente erótica a los ojos de cualquiera. De cualquiera.

La puerta de madera, que antes estaba cerrada y crujía debido a la presión que los cuerpos de ambos chicos ejercían sobre ella, ahora permanecía ligeramente abierta. Alguien del otro lado la había abierto, mientras ellos llenaban el silencio del recinto con sus gemidos, y observaba toda la escena con una expresión de suma lujuria. Lo que veía le encantaba y quería quedarse allí. Queria seguir observando ese par de cuerpos perfectos fornicar dentro de ese lugar tan sagrado. La idea le produjo morbo y hasta su reprimida prolongación se vio despierta bajo sus ropas por semejante visión.

KyuHyun y DongHae, totalmente ignorante a su observador se habían vuelto a enfrascar en una serie de besos y caricias que lo único que provocaron fue enardecer a la persona tras la puerta. El mas alto había alzado a su hyung sobre sus caderas y lo sentó entre las delicadas telas sobre el altar de oración donde minutos antes había estado el monje Maun dando su discurso. La mano del bebe arrasó con toda la decoración que había en el altar, como velas, copas, flores y dispuso a DongHae para penetrarlo nuevamente.
Otro gritó y el hombre oculto en la otra habitación, supo que el muchacho de cabello negro y lacio era profanado otra vez. KyuHyun comenzaba de nuevo con sus movimientos de cadera y DongHae solo recibía. Solo se dedicaba a sentir.

De pronto la voz enormemente amplificada de su manager les llego de alguna parte.

“Se solicita al Monje Maun hacerse presente. Se le requiere en la torre para dar inicio a la ceremonia. Monje Maun, presentarse» – guardo silencio por un segundo -. “Lee DongHae y Cho KyuHyun, por favor presentarse en la torre del tambor. Repito.. Lee DongHae y Cho KyuHyun, por favor presentarse en la torre del tambor, ahora”.

– No puedo.. ..creerlo.. – habló ahogado el pececito -. De todos.. ..los momentos.. ..tuvimos.. que hacerlo ahora..

– Sexo.. ..en año nuevo – susurro el bebe y DongHae soltó una risita.

– Eres un maldito.. KyuHyun – espetó agarrándose a su espalda y rajuñando su piel para dejar marcas. Su dongsaeng se arqueó y como castigo mordisqueó su labio hasta que lo hizo sangrar. DongHae le devolvió el gesto fundiendo sus bocas en un ardiente y sanguinolento beso que hizo a su compañero tragarse todo el líquido metálico de su herida.

La voz amplificada, esta ves de Shindong, llegó hasta ellos.

“¡DongHae y KyuHyun! Si me oyen háganse presentes. Las fans preguntan por ustedes y… – dejó de hablar. Las alocadas fans habían comenzado a gritar “KyuHae” haciendo que se perdiese un poco el respeto por aquel lugar (respeto que Kyu y Hae se habían encargado de pisotear hace rato) y el silencio que se requería para la ceremonia oficial. Lo retos del manager hacia Shindong se oyeron inmediatamente por el altavoz y lo vergonzoso de la situación empeoro. Tratando de arreglar su equivocación volvió a hablar por el amplificador esta vez para desistir de llamar a sus amigos, puesto que ya era muy tarde, y anunciar con una sonrisa muy grande – “¡Queda solo un minutos para el año nuevo astral y damos comienzo a la cuenta regresiva!”

DongHae y KyuHyun ya no escuchaban a su compañero, estaban tan concentrados en su tarea de dar y recibir que nunca oyeron la cuenta regresiva que comenzaba en “40…49…48…47…”
Sus conteos no se guiaban por números, si no por jadeos y KyuHyun se encontraba mas que poseído dando y llenándose de placer, su miembro erecto y duro a más no poder entraba y salía sin parar del cuerpo de DongHae. La forma ruda en que lo envestía y las caricias que le daba a su erección rozándolo contra su abdomen, hicieron que el pececito casi desfalleciera.

– Dios… Kyu.. Kyu~.. me voy a venir.. Kyu..

Como respuesta a sus gemidos obtuvo unas penetraciones más profundas y enloquecedoras. Ahora su dongsaeng había dejado a un lado toda delicadeza, todo asomo de prudencia y recato. Lo estaban haciendo en el Templo, en el salón sagrado donde habitan todos los santos espíritus, donde hace un rato toda gente oraba y tenia buena intensiones, donde el monje había hablado de respeto, amor y pureza. Allí estaban los dos. Teniendo sexo en el altar mas sagrado de la oratoria, y poco les importaba el hecho, poco les importaban sus creencias, haber dejado de lado sus responsabilidades, plantado a su manager y sus compañeros, poco les importaba que fuera año nuevo y poco les importaba si en ese momento eran vistos por alguien más . Solo querían saciar su excitación, su deseo, la pasión arrolladora que los bañaba, las ganas de tenerse mutuamente y gozar de un momento de tanta locura. Eso era todo lo atractivo del asunto, romper las reglas. Lo estaban haciendo en un lugar prohibido.

“Cinco…cuatro…tres…dos…uno…¡cero! – exclamo Shindong y la gente guardo silencio de inmediato como es la costumbre en Korea -. Ahora ¡Los doce golpes al tambor por favor!”

Un gigantesco “Bumb” se oyó justo en el momento en que DongHae exclamaba el nombre de KyuHyun y este pegaba un fuerte jadeo.
El golpe del tambor coincidía con los llamados y gritos pasionales de ambos chicos, como si se tratara de suerte o el diablo estuviera camuflando el impío acto de lujuria de aquellos dos impulsivos humanos. Como también estaba corrompiendo la santísima mente de uno de los siervos de Dios al dejarlo presenciar aquello.

El Monje Maun, que era quien estaba tras la puerta, miraba mas candenseoso que nunca, tragando saliva ruidosamente, a los chicos que estaban a punto de llegar a su clímax. Mas morboso que nunca aprovecho de abrir la puerta un poco mas cuando sonó el segundo golpe del tambor, y un poco mas con el tercer golpe. Ahora veía perfectamente.

Se oyó el golpe numero cuatro…

– Hae.. – jadeó KyuHyun desesperado aferrándose al cuerpo de su hyung y sintiendo que en cualquier momento se vendría dentro de su hyung.

El golpe numero cinco…

– Kyu.. – llamó abrazándose a su cuello y apretando el agarre de sus cuerpos. La fiereza de los movimientos de su dongsaeng y el roce de su entre piernas le estaban haciendo perder la razón

El seis…

– Haaaaeee….

Siete…

– Kyuu~… me vengooo….

Ocho…

– Haaaee~~

Nueve…

– ¡Kyu!

Diez…

– ¡Hae!

Once…

– ¡Kyyuuuu!
– ¡Haeeeeee!

Doce…

– ¡¡Aaaaaa..(“¡Feliz año nuevo astral!”)..aaahhhh!! – ambos chicos gritaron al unísono y su voz quedo ahogada entre los gritos de la multitud.
Los dos habían llegado juntos y explotaron en un gigantesco orgasmo que amenazó con llevarse hasta sus vidas. Todos los músculos de sus cuerpos se tensionaron mientras sus erguidos miembros se vaciaban y dejaban salir toda la excitación acumulada. El líquido había salido expulsado con fuerza dentro de DongHae y ahora se sentía flotar en una nube embargado por aquella deliciosa sustancia que se esparció desenfrenada en su interior. Fue como si aquella explosión les hubiera llevado al cielo y les hacia navegar en una oleada de placer saseado que adormecía todas las partes de su cuerpo. A KyuHyun no tardaron en flaquearle las piernas y prácticamente se desplomó en el suelo llevándose a DongHae y lo que quedaba del fino mantel de seda consigo. Ambos chicos, unidos por la deliciosa sustancia que salió del profanado cuerpo del pececito, yacían exhaustos y complacidos sobre la alfombra y las suaves telas de seda a los pies del altar, como si se trataran de un par de ofrendas, de dos hermosos sacrificios.
Ninguno de los dos dijo nada, entrelazados intentaban recuperar la normalidad de sus respiraciones, los latidos de sus corazones y la sensación de estar volviendo a la tierra nuevamente. Había sido un momento genial y perfecto y querían estar así al menos por un rato más.

El Monje Maun, que, vergonzosamente, se había corrido bajo sus túnicas viendo la consumación de ambos chicos, terminó por abrir la puerta de golpe y dejarse caer de rodillas. Los chicos, que aun no se recuperaban, levantaron la mirada asustados y se sorprendieron de ver al monje en aquella posición. El hombre había apoyado sus manos en el piso y se inclinaba ante ellos apoyando la frente en el suelo.
Angustiosamente ahogado por la pecaminosa lujuria que lo envolvía como un torbellino y las imágenes promiscuas que jamás en su santa vida había visto, no se contuvo a expresar lo que su mente realmente procesaba y pensaba en ese momento. Arrancando la despreocupación y la risa desenfrenada de ambos chicos cuando murmuro con toda entrega y devoción:

– Alabado KyuHae ~~

FIN

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