[SiHae] Quédate conmigo: Capítulo 2.

Capítulo dos: Cuando todo comenzó II.

Estuvieron mucho rato así hasta que Siwon ya no escucho más los sollozos de DongHae.
Ahora el muchacho yacía aferrado a él con la mirada ausente y las mejillas algo húmedas, su respiración se había aquietado y su corazón golpeaba despacio dentro de su pecho ya mucho mas tranquilo. Entonces Siwon le apartó unos segundos el rostro para mirarle bien y la mirada de suma desesperanza que encontró en él le caló el alma. ¿Es que se podía soportar ver tal sufrimiento?

– Quiza no soy suficiente – murmuró inclinando la cabeza.

– Hae… – llamó Siwon con ternura y limpiando una osada lágrima que se había escapado de su ausente mirada – eres mas que suficiente, créeme, Hyuk es un tonto si no lo ve.

– Lo dices porque eres mi amigo – la resignación en su voz le hizo entender que allí había mas dolor que la simple idea de sentirse abandonado. DongHae se estaba comenzando a culpar por la indiferencia de EunHyuk y aquello era totalmente absurdo.

– Lo digo porque es cierto – dijo firme -, eres la personita mas encantadora que he conocido, eres todo lo que alguien desearía tener – Siwon trató de captar su mirada -, eres muy lindo, tierno, amigable, un chico en el cual confiar, extremadamente mimado, sensible – dijo haciendo énfasis en la ultima palabra -, y buena persona.

El ambiente calido y sereno que les rodeaba hizo que DongHae se sintiera enormemente acogido, además las palabras de Siwon le habían parecido tan cariñosas, tan llenas de una profunda amistad y de un cariño inquebrantables que no supo como responder a ellas, solo se limitó a comparar y sentirse aun mas miserable.

– Ojala EunHyuk pensara así – su rostro volvía a quedar sombrío.

– Ya lo dije, Hyuk es un tonto, imposible mirarte y no creer que lo eres todo – concluyó con una gran sonrisa.

¿Siwon siempre era asi.. tan.. tan… lindo?

La mirada anonadada de DongHae le hizo sonreír aun mas y tratando de ser mas afectuoso aún le retiro el cabello que le cubría parte de la frente y de los ojos con sumo cuidado. Luego tomó su rostro y le deposito un delicado y prolongado beso en la frente.
Con los ojos cerrados el chico había recibido tal muestra de cariño que le había hecho sentir tan bien, tan querido y aceptado. ¿Era posible olvidar la tristeza y la terrible sensación de abandono, de no ser querido, de valer tan poco?

Luego de aquel beso en la frente le había seguido otro en la mejilla. Siwon quería hacerle entender que al menos allí era bien recibido y tan enormemente apreciado como solo dos amigos, los mejores, pueden serlo.
Le dedicó otra de sus tranquilizadoras sonrisas esperando la misma respuesta por parte de DongHae, pero el moreno seguía mirándole con algo de tristeza. ¿Es que no lograría nunca despejar esa pena?

– Siwon… – pronuncio muy despacio y con una especie de dolor contenido – …quiéreme.

El más alto le sonrió con suma ternura.

– Ya te quiero Hae – dijo pasándole una mano por la mejilla.

– No así.

Siwon le miro aun con la sonrisa en el rostro pero sin haber entendido del todo a lo que se refería.

– Quiéreme… – volvió a susurrar soltando una lágrima que Siwon vio deslizarse por el contorno de su cara hasta su barbilla. Esta vez no pudo hacer nada para limpiarla porque la cercanía de DongHae le había hecho quedarse sorprendentemente quieto. El chico se había detenido a escasos milímetros de sus labios y el nerviosismo de la inesperada situación le había hecho golpetear su corazón con fuerza.
Los segundos se le hicieron eternos sin saber como reaccionar ni lo que realmente pretendía su amigo. ¿Por qué respiraba tan cerca de él? Ahora podía mirar perfectamente dentro de sus ojos cafés y lo que esa mirada lúgubre le transmitió fue más que un sentimiento de protección, fue algo que no comprendió hasta semanas mas tardes.

Luego de al parecer un largo momento de indecisión DongHae se había atrevido a hacer desaparecer los milímetros que lo separaban de lo que serian los labios que lo harían olvidar, que lo harían sentirse querido y amado otra vez.
Siwon sintió como el chico presionaba lentamente sus labios contra los de él. Su mirada ahora estaba tan cerca que veía sus ojos borrosos, aun estaban abiertos y le seguían mirando con total tristeza.
Fue tanta su sorpresa ante aquel beso que en cuanto sintió los labios de su amigo contuvo la respiración y solo volvió a respirar cuando DongHae se aparto de él. Se había alejado solos unos centímetros para mirarle directamente a los ojos como buscando alguna clase de reacción negativa en ellos. Pero al no descubrir más que una mirada de anhelante sorpresa se atrevió a volver a presionar sus labios contra los de Siwon.
Esta vez el más alto pudo seguir respirando y dispuso sus labios para un segundo alejamiento y un tercer beso que esta vez llego mas seguro que los anteriores.

Siwon no sabia exactamente lo que pretendía DongHae con aquellos cortos acercamientos ni lo que precisamente buscaba haciendo aquello, pero la imagen de suma sumisión y necesidad contenida, de querer recibir amor, que le proyectaba el moreno tan arrimado a su cuerpo le produjo una debilidad que en primera instancia, de dejarse besar tímidamente por aquellos cortos contactos, había pasado a una sensación mas intensa de querer corresponder a ellos.
Recién comprendía, que con aquellos actos, DongHae le pedía a gritos que lo quisiese, que lo amase, que lo besara como solo sabia hacerlo y le acariciase hasta el cansancio.

– Quiéreme… – esta vez su voz se oyó tan suplicante que Siwon…. – … por favor – …se sintió profundamente conmocionado – …por favor.

La susurrante invitación de DongHae hacia cosquillas sobre los labios de Siwon y dentro de su corazón. No sabia cuando la situación se había volteado e tal manera, el hecho lo había tomado tan por sorpresa que ahora no podía más que mirar a su amigo sin saber que hacer.
Hasta donde el sabia eran amigos, que ocurriera algo mas ya era comenzar a confundir las cosas y al parecer DongHae eso estaba haciendo.

– Hae.. – dijo tratando de frenar su siguiente acercamiento – .. soy yo.. Siwon.

El mas alto se llevo una mano al pecho haciéndole ver que se trataba de él, su amigo desde el instituto, Choi Siwon, a quien había recurrido innumerables veces cuando le necesitaba. Era él, no EunHyuk.

– No soy Hyuk Hae..

Pero el moreno parecía no prestarle atención y Siwon seguía recibiendo aquellos cortos acercamientos. ¿Le estaba provocando? Si era así lo estaba consiguiendo porque al menos no lo esquivaba ni lo rechazaba. ¿Seria capaz de responder a ellos.
La idea de besar a su amigo le produjo un sentimiento de contradicción. Por un lado le asusto la posibilidad de romper la barrera que separa a un amigo de un amante, ellos siempre habían sido amigos y descubrirse besándolo a estar altura le parecía totalmente irracional, además era así como montones de personas llegaban a confundir los sentimientos de amistad con algo mas, DongHae se encontraba confundido y dicho sea de paso lo estaba confundiendo a el también por que por otro lado la idea de besar aquellos labios que al parecer jamás había visto bien o simplemente había estado escondidos para el todo este tiempo se le hizo profundamente tentadora. Ante el estaba uno de los hombres que mas quería y apreciaba, su amigo, y verlo sufrir de esa manera por falta de afecto y cariño hizo querer darle todo lo que había en su interior como reemplazo. Y si es que de entregar amor se trataba Siwon era experto, con su sencilla personalidad y su forma tan de piel de ser con los demás conseguía que todo mundo se sintiera bien cerca de él.
Y eso haría por DongHae, solo se comportaría como un amigo un poco mas cariñoso de lo normal, un par de caricias y unos simples besos no le harían daño a nadie ¿cierto? Solo seria una forma de demostrarle a Hae cuanto lo quería y cuanto estaba dispuesto a dar borrar aunque sea un instante la tristeza que le inundaba.
Además, no era un sacrificio el tener que besar a su amigo, a quien quería engañar, quería tan irremediablemente consolarlo que la idea de tener que abrazarlo y besarle para hacerlo se le hizo tan llamativa que dejó de cuestionarse y comenzó a actuar antes de que le viniera una ola de arrepentimientos. Y respondiendo a todos aquellos locos e impulsivos sentimientos Siwon esta vez había buscado los labios de DongHae, besándole con toda las ternura que le fue posible transmitir en esa calida caricia. Llegando así, el primer beso de muchos.

El moreno no se separo de él cuando la húmeda lengua de Siwon buscó la suya, ni cuando le apretó ligeramente su labio inferior, ni cuando al cabo de media hora aun seguían besándose sin la mas minima intención de querer detener aquello, al contrario, él, y no solo DongHae, ambos querían continuar por que la sensación que compartían era demasiado revitalizadora como para querer abandonarla ahora. Porque irónicamente habian abina descubierto que los brazos del otro podían olvidar, aunque fuera por unos instantes toda la soledad y la tristeza que amenazaba con hacerlos sufrir.

Y es así como ambos chicos compartieron dulces besos entregándose el cariño que tanto les hacia falta, porque si bien DongHae sufría por la ausencia de EunHyuk, Siwon lo hacia, mas retraídamente, por el hecho de que los años pasaban y aun no conseguía encontrar a esa persona que llegaría a desordenar y revolucionar su mundo, que lo haría soñar despierto haciéndolo el hombre mas feliz. Infinidad de chicas y ciertos muchachos habían pasado por su alcoba, pero ninguna lo suficientemente especial como para hacerle experimentar un gran amor.
Ahora, con los besos que tan entregadamente le daba DongHae podía dejar a un lado el abatimiento de llegar a su apartamento y encontrarlo tan solitariamente vacío siempre, de caminar por sus habitaciones y no hallar a nadie esperándole en ellas, de sentarse en su sofá y relajarse escuchando buena música sin la compañía de alguien a quien entregar todo ese amor que tenia guardado dentro de si. Olvidó toda esa soledad y, al igual que DongHae, se dejó abrazar por las suaves y calidas sensaciones que le producían aquellos besos y esas delicadas manos que habían comenzado a pasearse por los contornos de su cara.
Teniendo la sensación de que si dejaba de besarlo desfallecería es que deslizo sus manos por los costados de su cintura hasta entrelazarlas en su espalda y con una gran sutileza lo acercó más. Ambos se habían fundido en un abrazo del que si mas tarde DongHae quisiera escapar le resultaría difícil porque había hecho que Siwon se entregase irrevocablemente a sus caricias exigiendo con cada beso mas afecto del que quizás estuviera bien dar.

Dejándose llevar exquisitamente por el sin fin de sensaciones, es que perdieron toda noción de tiempo y espacio. Siwon no sabia exactamente en que momento aquellos besos se habían vuelto tan apasionado y cuando las caricias ya no se limitaban solo a la zona de la cara y la cintura. Ahora sus manos descontroladas se paseaban a lo largo de la esbelta espalda de DongHae y de vez en cuando se intentaban colar por debajo de su cernida camiseta, siempre tratándolo como si se tratase de la joya más delicada y costosa del mundo.
Estar así con aquel chico era como profesarse amor puro e incondicional por el resto de la vida. Y es que para Siwon DongHae era una persona a la que se debía tratar con tanta ternura que hasta sus apasionados besos los hacia suaves intentando transmitir en ellos toda la dulzura con la que era capaz de querer. No había necesidad de ser ansioso, no había necesidad de ser un bruto irracional que se deja llevar por la pasión, eso queda para otros que no valoran los momentos tan espaciales en los que se puede experimentar el amor como la máxima demostración de afecto. Por ello aquel instante era diferente, claro que había pasión y sensaciones de querer llegar mas lejos, pero por sobre la locura y el descontrol predominaban sentimientos de profundo amor y placer.

Siwon había pensado que con solo besos y caricias en el rostro estaría bien, pero ahora que había descubierto el dulce néctar que le brindaban esos labios y la forma en como tocaban los suyos y se amoldaba para que ambas lenguas tuvieran aquellos húmedos contactos, no quería dejar de besarle e incluso sintió el deseo de querer llegar mas lejos.
Pero el fugaz pensamiento de que DongHae le besaba así porque en sus besos quizás quería hallar los de EunHyuk le produjo un profundo malestar. Si eso era así, el no estaba haciendo mas que ser utilizado por el menor para poder compensar su tristeza creyendo que era su novio quien lo besaba en aquel momento.

Desconcertado abrió los ojos, que había cerrado durante ese rato, y comenzó a contestar sus besos con menos efusividad, entonces le fui imposible no decir algo.

– No soy EunHyuk… – repitió mientras DongHae le seguía besando – …Hae… – murmuró tratando de llamar su atención pero el chico no parecía querer responder a sus palabras, seguía besándole con los ojos cerrados y las manos aferradas a su pecho -, … Hae… no soy Hyuk.

– No.. – contestó sin alterar su postura entregada ni por un segundo – … eres Siwon.

El alivio y la felicidad se hicieron dentro de Siwon, el moreno era completamente consiente de que lo estaba besando a él y no a otra persona que tal ves su mente hubiera querido que fuese. Aquella aclaración fue como una inyección directo a la vena de pasión y entusiasmo. El más alto volvía a sumergirse en aquellos besos y esas caricias que tan bien le proporcionaba DongHae.

– Esto es una locura.. – susurró con una ligera sonrisa.

– Pero me gusta..

Las palabras de aprobación del moreno le hicieron estremecerse, sonriendo entusiasmado mientras la seguidilla de besos continuaba.

¿Hace cuanto no estaba así con nadie? Porque DongHae no era cualquier persona. Si bien algunas personas pasaban de vez en cuando por su alcoba, no siempre se tartaba alguien a quien quisiese tanto y desde hace tanto tiempo. Eso era lo que marcaba la diferencia con DongHae, él no era un desconocido más al cual besar, era su amigo, y por todo el aprecio y el cariño que se tenían es que ahora lo besaba con tanta dedicación. Se entregaría por completo al moreno y le haría olvidar todas sus penas y tristeza. Ese era su deseo y el anhelo que ahora no podía dejar de sentir.

Totalmente entregado y queriendo vivir lo que su amigo también estaba deseando, Siwon se puso de pie arrastrando con él a DongHae sin separar su boca de la suya. Había descubierto que esa suave boca le encantaba y que él dueño de esos labios, que ahora le traían como ciego en busca de la luz, besaba exquisitamente bien. Además su piel, su piel era tan terriblemente suave y dejada al tacto que amaba sentir sus caricias sobre la suya.
Lentamente una sensación de calor se apodero de él y sintió que la ropa comenzaba a molestarle, haciéndoselo notar DongHae también, quien había metido sus manos por debajo de su camisa y acariciaba despacio parte de su abdomen.
Tomó las manos del moreno y sin dejar de besarlo en ningún momento comenzó a retroceder arrastrándolo por el living y el pasillo hasta su habitación. El único momento en que soltó un de sus manos, en todo ese rato, fue para girar la manilla de la puerta de su cuarto y abrirla.
Introdujo al chico esta ves haciéndolo caminar hacia atrás y una vez hubieron chocado con la parte posterior de su inmensa cama se detuvieron y comenzaron una serie de caricias acompañadas de dulces y sabrosos besos que no hizo dudar a ninguno de los dos sobre lo que querían.

Si antes quedaba alguna duda con respecto a lo que estaba haciendo, ahora no había espacio para ellas. Ambos chicos se encontraban tan inmersamente perdidos en dar y recibir que no les importo el pudor y menos el hecho de que prácticamente se estaban profanando entre amigos.

Siwon tomó la camiseta de DongHae y se la deslizó despacio hacia arriba. El chico alzó los brazos y se separó de los labios de Siwon, para que la camiseta escurriera con mayor facilidad, volviendo a tomarlos en cuanto la prenda hubo abandonado completamente su cuerpo. De inmediato sintió las cariñosas manos del mas alto pasearse por el contorno de su pantalón hasta su espalda y luego subir para volver a apegarlo a él.

Sorprendentemente DongHae, en esos minutos, había dejado atrás toda la pena, la tristeza y la sensación de sentirse terriblemente menospreciado y abandonado. El estar así con Siwon le había traído de vuelta un montón de sentimiento que no se daba el lujo de experimentar hace un buen rato. Era como estar reviviendo las incansables horas de afecto que antes le brindaba EunHyuk, solo que ahora, con Siwon, era excitantemente mejor, mucho mejor.

El más alto dejo entonces su boca solo para deslizar sus labios por el mentón de DongHae, depositando besos por la base de su barbilla y cuellos hasta llegar cerca de su oído donde el chico pudo oír la irregularidad de su respiración que comenzaba a acelerarse. Elevando su mentón, para permitirle que siguiese con aquella serie de besos en el cuello, tan satisfactorios, cerró sus ojos para que la sensación de satisfacción lo embargara por completo. En ese momento solo estaban él y Siwon, no existía nadie más, absolutamente nada más.

DongHae volviendo a responder a aquella boca, puesto que los labios de Siwon habían vuelto a los suyos, deslizó sus manos por el pecho fuerte de su compañero hasta llegar a la parte mas baja de su camisa. Desabrochó los botones uno por uno y cuando hubo llegado a su pecho nuevamente pasó sus manos por sus bien tonificados hombros e hizo resbalar la camisa por sus brazos y la espalda, quedando atascada a la altura de sus flectados codos. Al instante el cuerpo tan perfectamente formado de Siwon quedo a la vista y el chico soltó por unos instantes a DongHae para que su camisa, ahora tan molesta, terminara de caer.

No hubo tiempo para contemplaciones ni inhibiciones, puesto que los besos continuaron y las caricias más necesitadas y marcadas que antes ahora hacían lo suyo sobre los torsos desnudos de ambos chicos.
Fue tanto así que DongHae comenzó a sentir la presión de la hombría de Siwon, atrapada dentro de su pantalón, haciendo especial contacto cerca de la parte mas baja de su estomago. El chico ante si era mas alto y sus caderas por ende estaban algo mas elevadas que las suyas, por ello la señal de su compartida excitación la sentía allí e inmediatamente Siwon quiso hacer algo al respecto. Con sus manos en la espalda de DongHae esta vez se atrevió a bajar más de lo que el borde del pantalón señalaba como una zona decente para detenerse. Cuando el moreno sintió sus osadas manos en aquel lugar se abrazo a su cuello poniéndose ligeramente de puntillas. Siwon aprovechó su deleitado entusiasmo y tomó su trasero desde más abajo y con un repentino empuje lo montó sobre si aprisionando su excitante sexo contra el de DongHae. Aquel perfecto y tan cómodo enlace lo llevo a un punto de exquisito placer que se hizo mas fuerte aún cuando el moreno le rodeo las caderas con sus piernas, aforrándose a él y dándole a entender que ya a estas alturas podía hacer con el lo que quisiese. Ambos se habían entregado a los brazos del otro y ya nada podría detener ni frenar la pasión que los carcomía por dentro.

Apoyando un brazo sobre el suave colchón Siwon se había dejado caer hacia delante con DongHae aun aferrado a sus caderas y a su cuello. El moreno ahora aprisionado entre la cama y el estupendo cuerpo de Siwon alzaba nuevamente el mentón para que su compañero besara con irrefrenado deseo su cuello y parte de su hombro izquierdo.
Mientras se dejaba acariciar pasaba sus dedos por el oscuro cabello de Siwon bajando por su cuello, hombros y parte de la espalda, hasta donde sus manos alcanzaran a tocar. Pero la presión de la entrepiernas de Siwon estaba haciendo tal trabajo de excitación sobre la suya que cuando el mas alto comenzó a cargar sus caderas como si se tratara de pequeñas estocadas sobre la ropa DongHae sentía que desquiciadas sensaciones de hormigueo inundaba su abdomen y su parte baja.
Volviendo a inclinar la cabeza se percató que Siwon se había incorporado en sus antebrazos y ahora le miraba, sin dejar aquellos movimientos de presión sobre su entrepiernas que le hacían arder, con una expresión en su rostro cargada de mutuo deseo. Entonces le tomó por la cintura y se arrojó a un costado llevándose al moreno con él. Ahora DongHae con los brazos extendidos se apoyaba sobre su pecho. Siwon había quedado tendido en la cama y el menor yacía sentado sobre él.
Sus miradas anhelantes se encontraron un momento y entonces Siwon le sonrío. Le sonrío de manera tan seductora que DongHae como un autómata deslizo sus manos por su abdomen hasta llegar al botón de su pantalón que desabrochó sin problemas. Siwon, mientras, veía como el chico hacia lo suyo experimento una sensación de sublime calor cuando los dedos de DongHae corrieron su cremallera y su mano atrevida se posó sobre su erguido bulto.

– Dios… – exclamó y la risita encantadora de DongHae como respuesta solo hizo que su frénesi aumentara.

De inmediato se incorporó y se sentó, imposibilitándole al chico que siguiera con su tarea.
El rostro del moreno, ahora, unos centímetros elevados del suyo busco inmediatamente sus labios y mientras ambos volvían a compartir apasionados besos Siwon descendió con sus manos e hizo lo propio con el broche del pantalón de DongHae y su cremallera, haciéndolo gemir suavemente cuando sus dedos hicieron contacto con su hombría por sobre la ropa interior. Entonces lo volvió a tomar de la cintura y lo tumbo contra la cama. Volvía a estar arriba y ahora arrodillado sobre el colchón tiraba de los pantalones de DongHae deslizándolos despacio por sus piernas hasta retirarlos por completo y lanzarlos a un lado fuera de la cama.
El moreno ahora le miraba y le esperaba apoyado en sus antebrazos. La imagen a Siwon se le hizo exquisitamente atractiva y sin hacer esperar mas al ansioso deseo que los embargaba se dejo caer nuevamente sobre DongHae besándolo y acariciándolo sin restricciones.

El duro borde de la cremallera abierta de sus pantalones junto con el erguido bulto sobre su delgada ropa interior le provocaban al moreno sensaciones cada vez más estremecedoras. Y mientras se revolcaron entre las sabanas tratando de aumentar la deliciosa excitación mediante los húmedos besos y el roce pronunciado de sus hombrías Siwon se había sacado los pantalones y ahora despojaba eróticamente a DongHae de su ropa interior.
El cuerpo completamente desnudo del moreno bajo sí le hizo experimentar una ola de sensaciones tan aterradoramente fascinantes que solo consiguió aumentar cuando DongHae estiro sus brazos hacia él, pidiéndole con ese gesto que no detuvieran aquello, que no se detuviera a pensar, ni a razonar, que solo disfrutaran y vivieran aquel momento sin inhibiciones.

– Ven Siwon… – susurro de manera tan complaciente que casi hace flaquear la voluntad de Siwon por llevar lento todo aquello para disfrutarlo.
Entonces sin hacerlo esperar fue al encuentro de esas manos que se abrían a él y las beso con sumo cariño. Agachó la cabeza hasta la altura de su cuello, y mientras las manos de DongHae revolvían su cabello, Siwon besaba su pecho, mojando con su delirante lengua sus tetillas.
La respiración del moreno se hizo fuerte de pronto y Siwon hasta podía oír el fuerte palpitar de su corazón contra su pecho cuando deposito por unos segundos su oído allí. Ansioso por los efectos que causaba en DongHae siguió deslizando sus labios por el abdomen hasta llegar a su ombligo, allí se detuvo unos segundos para luego continuar mas abajo.
En cuanto la mano de Siwon sujeto su excitada entrepiernas, el moreno se tenso y soltó un gemido que fue como una señal de partida para el mas alto. Y cuando la suave boca de Siwon hizo contacto con la punta de su hombría, las sensaciones explotaron al instante dentro el cuerpo de su cuerpo haciendo que se llevase las manos a la cara como para tratar de contener el maravilloso sentimiento de extenso calor que lo inundaba por completo.
La lengua de Siwon ahora se paseaba por toda su extensión y el moreno no hacia mas que disfrutar todo aquello, creyendo que no se podría sentir mas bien hasta que sintió su miembro dentro de la boca del otro. El gemido ahogado que soltó lo hizo levantar la cabeza y volver a dejarla caer sobre la almohada como si esta pesara una tonelada. Su respiración se había agitado de sobre manera y ahora no le quedaba de otra mas que disfrutar, solo disfrutar.
Comenzaba a sentir que se acostumbraba a esa sensación cuando observó que Siwon se retiraba y se terminaba de desvestir. Se incorporó torpemente sobre sus rodillas para mirarle y antes de que pudiera terminar de contemplar aquel espectacular físico, que sin duda había visto antes, pero que nunca había mirada con otros ojos que no fueran los de amistad, vio como Siwon se ponía de pie sobre la cama y con sus fuertes brazos se inclinaba para agarrarlo por la cintura y estamparlo contra la pared. Su cuerpo musculoso presionaba sobre el suyo de manera tan exacta que cuando Siwon le soltó para tomar sus muslos y alzarlo a la altura de sus caderas no resbaló por la pared, si no que se quedo allí, abrazado con piernas y brazos nuevamente a aquel cuerpo tan suculento y sintiendo el desenfrenado rose que hacia su hombría desnuda contar la de él. Ahora Siwon solo se sujetaba a él con una mano mientras que con la otra buscaba aquel punto tan delicado y por el que seria voluntariamente profanado.

Mediante besos que casi le arrancan el alma, Siwon introdujo sus dedos con suma delicadeza dentro de DongHae. Cuando lo hizo, el chico en sus brazos, apretó los ojos y abrió la boca en señal de evidente excitación. Entonces volvió a tomar los muslos alzados de DongHae y lo montó un poco más sobre sí para que ahora su hombría hiciera lo suyo dentro de él. Con la ayuda de su mano, aferro su miembro y se introdujo lentamente dentro del moreno, tan lentamente que DongHae creía que moriría en el letargo. Su extensión ahora colada dentro de él le hizo tensionarse por completo y aferrarse con mas ímpetu al vigoroso cuerpo de Siwon, poco a poco se acostumbró a la sensación y besó apasionadamente al mas alto cuando este se hubo aquietado esperando no haberle echo daño.

– Hazlo… – le susurró al oído entre jadeos haciéndole saber que ya estaba preparado.

Con una mano aferrada a su cintura y la otra puesta sobre la pared Siwon había comenzado con suaves presiones que amenazaban con desquiciar el autocontrol de DongHae, ahora la temperatura estaba por las nubes y el esfuerzo de Siwon por mantener al moreno contra la pared mientras le embestía de aquella manera tan pasional se hacia notar en lo elevado de sus respiraciones, los latidos desenfrenados de sus corazones y el resbaladizo sudor que bañaba sus cuerpos perfectos y los hacia brillar como si se tratase de muebles recién barnizados.
DongHae aferrado a su cuello no paraba de gemir ahora que la penetración y la excitación de su miembro contra el estomago plano de Siwon le había llevado a punto en el que ya no pensaba ni razonaba. Había cerrado sus ojos y con su boca permanentemente abierta dejaba salir todas aquellas expresiones de satisfacción cerca del oído de Siwon, quien no hacia mas que derretirse y aumentar la frecuencia de sus profundas estocadas con cada gemido de su dulce compañero.

Soltando un jadeo ronco Siwon separó a DongHae de la pared y se dejó caer hacia atrás sobre la cama nuevamente. Ahora era el turno del moreno y el chico lo entendió en cuanto las manos del más alto se aferraron a sus caderas. Con las respiraciones terriblemente alocadas comenzó de nuevo el juego. DongHae se elevaba y luego se dejaba caer pesadamente sobre Siwon mandándole sensaciones electrizante por la rapidez con que se introducía su hombría dentro de él cuando caía tan abruptamente. Fue tanto así que Siwon tuvo que soltarlo y llevarse una mano a la boca para no gritar. Si seguían así lo mas probable era que el fuera el primero en correrse y no quería eso. Intento aguantar un poco sintiendo las manos de DongHae sujetándose contra su pecho mientras su cuerpo seguía cayendo con malicia intencionada sobre su miembro. La mirada traviesa que en ese momento se hizo en el rostro de DongHae que iba y venia junto con el vaivén de su lacio cabello negro, le hizo contener un poco más aquella sensación desenfrenada para volver a tomarlo y tumbarlo contra la cama.

Seguía penetrándolo como si su vida ahora solo dependiera de ello y lo haría al menos hasta que ambos llegasen a aquel punto culmine tan alto, tan llenador y extremadamente embriagador que los dejaría sin aliento. Y es que aquel cuerpo bajo suyo y aquel rostro tan bien formado le comenzaban a provocar tantas cosas que en ese momento tan loco le dio medio preguntarse de que se trataba. Mas tarde, mañana quizás, ya habría tiempo para pensar en aquello.

Unas estocadas más y ambos terminarían conjuntamente rodeados de satisfacción.
Siwon sintió que se venia y lo notó también en el rostro de DongHae que se comenzaba a contraer. Observó durante esos últimos segundos sus rojos y provocativos labios entre abiertos que dejaban salir su acelerada respiración y gemidos que no se habían acallado ni cuando le había besado de nuevo antes de terminar dentro de él.
Con un grito sordo que por segundos hizo eco dentro de la habitación Siwon finalmente había acabado dentro de DongHae con una penetración total. El chico bajo suyo que se aferró a su cuerpo en el ultimo instante se había corrido manchando todo su abdomen con aquella sustancia blanquecina que tan bien conocía. El gemido profundamente ahogado que había dejado escapar cerca de su oído le hizo terminar de desfallecer y caer desplomado sobre su frágil cuerpo.

Ambos se quedaron allí tratando de recuperar el aliento, sus cuerpos sudorosos, aun entrelazados, yacían exactos y a Siwon el encantó el hecho de que aunque ya todo hubiera terminado DongHae aun seguía abrazado a él respirando irregularmente sobre su oído.
Totalmente embriagado de felicidad, puesto que no tenía otra palabra para definir aquella consumación más que MARAVILLOSO, cerró los ojos y se dejo estar por aquella sensación tan placentera. Lo había hecho con DongHae, con uno de sus amigos, el chico más tierno y dulce y al que más quería dentro del grupo. Y para su satisfacción el hecho había sido más que genial. El moreno había resultado ser tan apetecible y fascinante en la cama como lo era afuera su tierna amistad. Por eso quedó encantadoramente sorprendido cuanto el chico el susurro en el oído:

– Otra vez…

Siwon había quedado tan estupefacto que se incorporo rápido en sus codos y le observó algo desconfiado.
Allí estaba DongHae con una sonrisa a medias que más que brindarle alegría o tranquilidad le produjo cierta tristeza porque era la sonrisa más penosa que había visto.

La realidad se vino sobre el como un gran balde de agua muy helada y mientras se hundía en los ojos indiferentes del moreno comprendió lo que hasta entonces le era imposible ver.
DongHae lo estaba utilizando. Porque, aunque trató de demostrarle todo lo bueno que él podía ser, el moreno solo había buscado en el una vía de escape para su tristeza importándole poco el verdadero efecto que podía causar dentro del corazón de Siwon con aquel encuentro.

Totalmente frustrado se hizo a un lado, y sintiendo toda la vergüenza del momento se limpió los residuos de semen en su abdomen con una toalla de mano cercana y luego se volvió a tirar en la cama y se tapó hasta la cintura con su revolcada sábana.
Observó por el rabillo del ojo a DongHae hacer lo mismo, solo que este se perdió unos segundos dentro de su baño para luego salir y volver a tumbarse a su lado.
Resultaba increíble como había pasado de un momento de perfecta felicidad a sentirse un completo odiota. La instancia recién vivida había sido tan grandiosa, el sexo con DongHae no había sido solo eso, no había sido solo sexo, se hubiera atrevido a decir que hasta había hecho el amor porque su compenetración había sido mas que pura pasión y deseo desenfrenado, pero dentro de la cabeza del moreno al parecer eso era lo único que había sido.

Apretaba los ojos frustrado sin saber que hacer cuando sintió una mano suave que se paseaba por su vientre y su pecho hasta que llegó a su cara. DongHae le estaba volteando el rostro y se encontró con su mirada calida al abrir los ojos.

“Como tienes la desfachatez de mirarme así” – reclamó para sus adentros frunciendo el ceño.

– Hagámoslo otra vez – pidió el moreno arrimándose a su cuerpo.

– No – soltó de inmediato.

Como si aquella respuesta en vez de un no hubiera sido un sí, DongHae buscó sus labios y los besó. Siwon no quería dejar que aquella boca le envolviera de nuevo y corrió el rostro.

– ¿Porque no? – escuchó que preguntaba inocentemente y tuvo ganas de gritarle todas las razones y la mas importante de ellas de porque no quería volver a repetir aquello. Pero… ¿que era esa decepción que casi le hace reprocharle sus intenciones?
¿Acaso estaba sufriendo? ¿DongHae le había hecho daño con su actitud? ¿Por qué? Solo lo quería como amigo y voluntariamente se había prestado a consolarlo. ¿Pero porque la idea de no ser nada más que un juguete de satisfacción personal le producía tal tristeza?

Los brazos del moreno volvían a rodearlo sintiendo exquisitamente como esta vez depositaba suaves besos sobre su hombro. Una mano bajaba por sobre las sabanas mas de lo debido y se quedaba encima de su dormida entrepiernas. Tuvo ganas de retirar esa mano y apartarse inmediatamente de allí pero la deliciosa fricción que estaba haciendo DongHae sobre su miembro le hizo imposible la huida.
¿Cómo negarse a eso? ¿Cómo negarse a la provocación? ¿Cómo negarse a lo inevitable? ¿Cómo negarle algo a DongHae?

Apretó los puños ante su evidente debilidad, se odió por ser tan fácil de convencer y por haberse convertido en el desahogadero de su amigo. Pero.. ¿Qué podía hacer? Le había encantado el primer encuentro con DongHae y era evidente que su entrepiernas ahora estaba ansioso de un segundo encuentro o quizás más.

Suspiró compungido mientras el moreno le susurraba una serie de invitante palabras. No se conocía ese lado tan seductor de DongHae y le encantó, porque se sintió derretir cuando escuchó la voz tan erótica entrar por su sensible oído.

“¡Al diablo lo que quiera de mi! ¡Al demonio sus intenciones! ¡Ya basta de esta estúpida tristeza! No se trata solo de consolarle y ser su juguete. Si no de lo que yo también quiero en este momento.”

Embargado por la resignación y el deseo que volvía a aparecer dentro de sí, tomó por la cintura al dispuesto DongHae y se montó sobre él para comenzar nuevamente con otra sesión de besos y caricias que terminarían por sumergirlos otra vez en esas sensaciones que tanto habían disfrutado antes.

La suerte ya estaba echada y ahora solo debían afrontar lo que se les venia, ya que ninguno de los dos, y menos Siwon, pensó en los terribles días que le seguirían, viviendo un naciente y palpitante amor que al parecer no seria correspondido a ninguno de los dos.

CONTINUARA~~

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