[2Min] Dulce y salado.

Nombre: Dulce y salado.
Couple: 2min (Minho x Taemin), SHINee.
Género: Fluff.
Dedicado: A Nine.
Nota: Otro de mis intentos de dulzura :B, otra cosa medianamente decente.

 

De un tiempo a esta parte, los “juegos” entre Taemin y yo se habían vuelto pan de cada día. Si no estábamos haciendo luchas de espuma en la tina, estábamos en el cuarto descubriendo en que parte del cuerpo éramos más cosquillosos. Siempre había algo divertido que hacer y cosas nuevas que experimentar, como ahora, que jugábamos a “probar y adivinar”.

– Mmm… frutillas con crema – dije tragándome la fruta y besando sus labios cubiertos de muss.

– Siempre aciertas – susurró Taemin y se alejó de mí llevándose el trozo de tela con el que había cubierto mis ojos.

– Soy el mejor.

Le sonreí de aquella forma arrogante. De esa que siempre se escapa de mis labios cuando gano algo. Él se terminó de limpiar el resto de la crema que había quedado en su comisura y se vendó los ojos con el mismo trozo de tela.

– Tú turno – y se sentó erguido en la cama frente a mí. Salí de ella, esquivando el sembradío de frutas, postres y golosinas que habían esparcidos sobre el cobertor y parte del suelo. En puntillas llegué hasta el borde de la alfombra donde un paquete de suflés salados me hacía ojitos hace un rato. Lo tomé y tratando de no hacer mucho ruido lo abrí. Taemin tenía un oído especial para detectar el sonido de la bolsa plástica abrirse, estás cosas le encantaban y se volvía un animal si sabía de alguien comiendo unas.
Logré mi cometido sin hacer el más mínimo ruido, y con la misma precaución introduje mi mano y tome uno de los snack. Ya con el trocito salado en mi mano deje la bolsa y pensé en algo con que untarlo. La soya fue lo único que terminó convenciéndome. Abrí el pote y unte el suflé entero dentro del liquido.
Genial, con esto Taemin jamás sabría de que se trata.
Confiadísimo volví a subirme en la cama y me acomode de piernas cruzada frente a él.

– Listo – dije y me puse el suflé entre los dientes. Apenas le había tomado el rostro para conducirlo hasta mi boca cuando él cerró el espacio y devoró mis labios quitándome de forma maestra y sin violencia el untado suflé.
Aun con la venda en los ojos, masticó su snack mientras su boca se estiraba en una sonrisa apretada.

– Dulstocks con salsa de soya.

– Genial – musité -. ¿Aún con la salsa puedes reconocerlo?

– Claro, son mis favoritos – y se quitó la venda par verme triunfante -. Lo olí desde que abriste el paquete.

– Oye, eso es trampa.

– Mala suerte – se mofó -. Mi turno otra vez.

Me puso la venda en los ojos y lo sentí salir de la cama. Caminó por la habitación y volvió a los escasos segundos.

– Que rápido – comenté y al instante sentí como sus manos me atraían. Abrí la boca y choqué de lleno con sus labios, tanteé con mi lengua pero no encontré nada allí. Entonces Taemin abrió sus labios y saco la suya. Venía impregnada de algo que en mi vida había probado. Era un poco espeso, dulce… no, era salado. Comencé a frotar mi lengua contra la suya para captar mejor el sabor, pero no lograba encontrar nada especifico, solo era una mescla de algo que no tenía diferenciación.
Un ápice de gusto a banana me hizo suponer uno de los ingredientes.

– ¿Leche de banana? – dije sin despegar mi boca. Él lo confirmó con un “Uhum”. Seguí explorando, pero al cabo de un rato ya no había sabor en su boca y solo me quedé allí besándolo, no sé en qué momento el había comenzado a devolverme el beso pero estaba claro que el juego se había acabado. Ahora tenía un nuevo sabor en mi paladar, el de su boquita dulce y tierna. No sé por cuánto tiempo nos besamos, ni cuando me quité la venda de los ojos, solo sé que me perdí el resto de la tarde entre sus besos con sabor a caramelo y sus caricias de seda.

– Ya no adivinas – dijo separándose milimétricamente de mi.

– ¿Aún estamos jugando? – me pareció irónico luego de habernos besado por lo menos dos horas.

– Entonces ¿Yo gano? – y cortó de una vez nuestro beso. Fruncí el ceño e intente recordar los sabores que había sentido.

– ¿Qué cosa puede ser dulce y salada al mismo tiempo? – pregunté con sorna. “Nada” me respondí a mí mismo. Tengo que haberme equivocado al sentir el segundo sabor. De lo que si estaba seguro, era de la leche de Banana.

– ¿Te rindes? – me preguntó sonriente.

¡Diablos! Como odiaba perder.
Asentí sin mirarle del todo.

– ¡Era TaeSpecialMilk! – exclamó elevando los brazos.

– ¿Tae qué? – repetí.

– TaeSpecialMilk – dijo de nuevo -. Mi salsa especial de leche con plátano y mantequilla de maní.

– ¿Mesclaste algo dulce con algo salado? – pregunte extrañado, él asintió contento -. Eso no se vale.

– ¿Por qué no?

– Porque no existe tal mescla – inquirí con una sonrisa burlona -. Os es dulce, o es salado, no puede ser ambos a la vez.

– Pues, si existe – me rebatió -. Si puede ser ambos a la vez.

Puse los ojos en blanco y me giré en la cama para salir de ella. Mi reacción era sumamente infantil pero… ¿Que podía hacer? Odiaba perder.

– Que idiotez… ¿TaeSpecialMilk? – dije con sorna y caminé hasta la puerta para salir. No me interesaba comenzar una “pequeña” discusión por algo tan estúpido como eso. Taemin siempre salía con tonterías parecidas y a veces me preguntaba si era normal que se le ocurrieran tantos disparates -. Ordena tu este desorden – le dije antes de abandonar la habitación.

– ¡¿Qué?! ¡Pero Minho! – lo escuché gritar desde la habitación, lo ignoré, seguí mi camino hasta llegar a la sala donde el pequeño logró alcanzarme -. ¿Te molestaste? – me dijo encarándome, lo esquivé para continuar mi camino hacia la cocina pero él volvió a bloquearme el paso -. ¿Por qué te portas así? Es solo un juego.

– Un juego en el que haces trampa.

– Pero un juego al fin y al cabo… -espetó molesto. Genial, ahora era él el enfadado -. ¿Por qué te molesta tanto?

Guardé silencio, solo me quedé allí observándolo en menos.

– Idiota – murmuró y se alejó de mi para volver a la habitación, lo dejé, estaba demasiado fastidiado como para pisotear mi orgullo y reconocer que me estaba comportando como lo que me dijo, un verdadero idiota.

El resto del día fue un asco. Taemin no me hablaba y parecía que el resto de los miembros estaba de su lado porque tampoco me dirigían la palabra. Odiaba que estas cosas ocurrieran y más se eran provocadas por mi estupidez y por mi frustración ante mi derrota, lo cual era totalmente descabellado. Pero así era yo y Taemin conocía bien ese lado mi tan insoportable. Otras veces lo dejaba pasar y me seguía la corriente, pero ahora se había enfadado de verdad… y como iban las cosas parecía no querer hablarme ni ahora, ni mañana, ni el resto de la semana. Y acerté, esa noche no durmió en la habitación, si no con Kibum en su cuarto y a la mañana siguiente no me dio los buenos días cuando nos sentamos a la mesa a desayunar. Su frialdad me tenía tan descompuesto que pensé en gritarle para hacerle notar que existía, que el que me ignorará solo hacía que me sintiera más mal.

– Onew hyung, ¿me puedes pasas la mantequilla de maní?

Condenado Taemin, la mantequilla estaba al lado mío, ¿No pudo habérmelo pedido a mí?

Algo incomodo por la mirada asesina que le estaba echando, Onew estiró el brazo y tomo el frasco para dárselo al pequeño, el chico le agradeció con una sonrisa y se concentró en preparar algo en un frasco aparte.

– Oh.. –dijo Jong observando lo que hacía al igual que yo-, ¿es esa salsa especial que haces?

Taemin sonrió y asintió con la cabeza.

– Pues yo quiero una tostada con eso –exclamó Jong y me sorprendí. ¿Hablaban de esa salsa especial que Taem me dio a probar ayer?

Al parecer todos habían probado su dichosa salsa y les encantaba porque estiraban las tostadas para que Taemin las untara, ¡hasta Key lo hizo!

– Minho, ¿Tú no vas a probar? – me preguntó Onew. Me lo quedé viendo sin ánimos y de pronto se hizo un silencio, parecía que todos esperaban mi respuesta, menos Taemin que seguía untando otra tostada. Me terminé de enfadar.

– No estoy para probar porquerías – espeté con todo lo déspota que podía ser. La reacción fue inmediata, Taemin soltó la tostada y aventó el cuchillo sobre la mesa para mirarme colérico.

– ¿Porquería? – dijo bajito -. ¡¿Porquería?! – repitió más alto poniéndose de pie y encarándome de una forma que jamás había visto, tanto así que me exaltó -. ¡La porquería eres tú! – me gritó terriblemente dolido y procedió a abandonar la mesa para encerrarse en la pieza.
Me quedé allí, impresionado y sin saber qué hacer, si no es por Key que zamarrea mi hombro me quedó allí congelado quien sabe por cuantos minutos.

– ¿Qué estas esperando? – me dijo -. ¡Ve tras él!

Como si de una orden se tratase me puse de pie inmediato y algo desorientado fui hasta nuestro cuarto. Abrí la puerta con precaución y allí vi a Taemin, tendido sobre la cama con la cara hundida en la almohada. Estaba llorando.

Mierda, si que soy una gran porquería.

Me adentré con sigilo en la habitación y caminé hasta un costado de la cama, me agaché hasta estar en cuclillas y extendí una mano para tocar su cabello. Taemin inmediatamente se contrajo y detuvo un poco su llanto.

– Lo siento – murmuré de forma vacía, sabía que con eso no bastaría para que el pequeño dejase de llorar -. Soy un idiota, jamás quise decir eso, por favor… no llores.

– Minho ándate – dijo contra la almohada, apenas le escuche -. Déjame solo.

– No lo haré – espeté con autoridad -. Taemin lo siento, jamás quise tratarse así, pero es que… ya sabes cómo soy… -suspiré antes de decir lo siguiente y terminar de pisotear mi orgullo – …soy un idiota.

– Lo eres – no dudó en decir despegando un poco su rostro de la almohada. Inmediatamente quité con suavidad el cabello de su rostro y lo termine de levantar para limpiar sus mejillas.

– No hagas eso – dijo apartando mis manos e incorporándose en la cama para verme con una mirada llena de tristeza y rencor.

– Taemin, perdóname, no soporto estar así contigo…

Él seguía mirándome de la misma forma y parecía que mi corazón se partía cuando lo veía derramar una que otra lágrima.

– Siento haberte dicho esas cosas, siento ser un mal perdedor, siento que estés así por mi culpa, lo siento, lo siento.

No lo soporté más, me abrasé a él sin importar si le molestaba o intentaba alejarme, tenía que consolarlo, mimarlo y hacerle ver lo mucho que lo quería y lo idiota que había sido. Para mi fortuna él no intento deshacer mi abrazo, al contrario, me correspondió y apoyó el mentón en mi hombro.

– Minho babo –dijo en un susurró y yo no pude evitar sonreír.

– Perdona a este babo – musité y me alejé para tomar su carita y verlo a los ojos -. Ya no llores – le pedí, verlo así de verdad que me hacía sentir horrible. Lo abrasé de nuevo y me acerqué para besar su mejilla, más bien sus lagrimas. Él cerró los ojos cuando lo hice y se dejó querer por mí, yo seguí repartiendo besos suaves por su mentón y la comisura de sus labios. Por último lo besé y me quedé allí, totalmente entregado a su boca. Él me siguió y pronto ambos disfrutábamos de un dulce y reconciliador beso, aunque… de dulce no tenía mucho, más bien era salado. Mmm… creo no era ninguno de los dos.

Me separé de él y abrí los ojos para verlo con una sonrisa tierna, él hizo lo mismo.

– Creo que algo sí puede ser dulce y salado al mismo tiempo – dije entornando los ojos. Taemin ladeó la cabeza sin comprenderme -. Tus besos cuando lloras – expliqué y el sonrió avergonzado. Volví a besarlo y a disfrutar de ese nuevo sabor, aunque no pasó mucho tiempo para que el salado de las lágrimas desapareciera y solo quedara el dulzor de su boca.

– Igual mi TaeSpecialMilk es una buena prueba.

Me reí con eso y acepté el hecho de que un día tendría que probarlo y quizá darle el visto bueno.

– Vale, vale – dije acariciando su cabello-. Tu ganas – acepté y el sonrió más radiante aún.
Terminé de limpiar por completo sus ojos y me aseguré de darle un día increíble para que olvidara todo lo malo de las últimas horas. Luego de eso creo que nunca volvimos a discutir por algo tan estúpido, porque en todas las cosas que volvimos a jugar siempre dejé que me ganara. Taemin es mi excepción y no me importa perder si el que me gana es él, feliz tomo la derrota aunque al final igual me hago con el premio máximo; su exquisita boca y sus puros sentimientos. Aaahhh… son las consecuencias de estar… irreparablemente ¿enamorado?

Fin.

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  1. #1 por G. Ninel (@MinTae23) el agosto 11, 2011 - 12:21 am

    TT__TT no se como es que lo encontreee~ es el destinoo TT___TT te qedoo hermosoo~ …..
    Gracias no tenias porque~ TT__TT

  2. #3 por Cleis Antezana (@Cleiis) el agosto 13, 2011 - 1:55 am

    AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH♥ -suspira 8765768453124875432 veces-

    ¡Este oneshot es lo más tierno de la vida!

    Sí que eres un romántico empedernido jajajajajaja ^____^
    Como pusiste a ese Minho competitivo eiufhjaskncaiuzsv
    Y que su debilidad sea Taemin :DDDDDD
    Lo del TaeSpecialMilk me mató de risa, todo pasó por esa mezcla jajajajaja Ü !

    Lo amé ♥

    • #4 por AlexFrost el agosto 14, 2011 - 9:47 pm

      De verdad crees que soy romantic? *__* Woaaaah~ que emoción tu comentario~ me esfuerzo bastante cuando escribo cosas sweet~ >_<!!! Asique me alegro un montón de que gusten ;D asdsd es que Minho es muy competitivo ;D y se sabe que cae ante Taemin xD ahahah LOL
      Gracias, gracias *__*

      • #5 por Cleis Antezana (@Cleiis) el agosto 20, 2011 - 4:43 am

        Síiii, lo pusiste tal cual es ♥ ! Y me emociono porque soy hard 2min shipper (? Hahahahaa

        Sigueee escribiendo harto ^^, porque está demás decir que tienes un don para esto :D Cuídate ♥

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