[SiHae] Quédate conmigo: Capítulo final.

Capítulo cuatro: Quédate conmigo.

Como todas las veces Siwon había sido el primero en despertar.
Tenía la costumbre de abrir los ojos en cuanto salía el sol y ya después de eso no podía volver a cerrarlos por mucho esfuerzo que hiciera.
Ahora, ya bien despierto después de haberse desperezado, se acomodaba en su cama hasta quedar ligeramente recostado sobre un par de inmensas almohadas blancas y observaba al delicado angelito que yacía dormido semidesnudo a su lado enredado entre las sabanas.

Habían sido largos minutos en los que había recordado su vida entera durante estos tres largos meses, desde que comenzó todo cuando DongHae llegó triste a su departamento buscando consuelo, escena que se repetiría muchas veces mas, la visita a HyukJae, hasta el encuentro de anoche. Todo lo había revivido con tal claridad que la nostalgia no demoró en aparecer.
Esos tres últimos meses veces habían sido los mejores como tambien los mas sufridos y le angustiaba creer que tal vez eso se prolongaría, si fuera por él así seria, amaba a DongHae y con tal de vivir aquellos momentos tan especiales con el estaba dispuesto a sufrir el doble después.

“Soy un maldito masoquista”

El sol poco a poco comenzaba a iluminar la habitación débilmente a través de las cortinas. Un pequeño rayo había alcanzado los ojos de DongHae haciendo que arrugara el ceño y corriera un poco la cabeza apretándose aun más a la almohada. El gesto a Siwon le hizo gracia porque a pesar de todo seguía durmiendo tan tranquilamente como antes.

¿Es que algún día lo dejaría de encontrar tan hermoso?
¿Algún día lo dejaría de amar?

Mientras estiraba una mano para apartarle el pelito de la frente recordó nuevamente lo ocurrido anoche. La verdad es que no sabia bien como es que esta vez habían ocurrido las cosas, o mejor dicho, como habían llegado a la cama.
Se acuerda haber estado bebiendo, solo, tratando de pasar sus penas en vano con el alcohol, cuando había oído la puerta, se trataba de DongHae, y en cuanto la abrió recordaba que el chico de inmediato se había lanzado a su cuello y le había besado tan exquisitamente, como solo el sabia hacerlo, que de inmediato le arrastro entre tumbos a la habitación. De ahí en adelante todo eran imágenes placenteras y excitantes de las tantas posiciones, que como otras noches, había disfrutado con DongHae.
Ahora Siwon abandonaba esos pensamientos para caer en la realidad y odiar al estúpido rayo sol que amenazaba con despertar definitivamente a su compañero.

Que daría por quedarse así para siempre. Si fuera por el se pasaría la vida entera viéndole dormir.

El rayo de sol al final logra su cometido y DongHae comienza a pestañar somnoliento.
Siwon ya sabia de memoria todo lo que venia ahora y se preparó.

– Es tarde Hae – dijo firme antes de que el otro puediera decir cualquier cosa.

El moreno se revuelca un poco entre las sabanas antes de abrir definitivamente los ojos y mirar a Siwon con cara de pocos amigos.

– Pero aun tengo sueño – ronroneó.

Su expresión le causo tanta ternura que estuvo a punto de saltar sobre él y comérselo a besos. Era increíble como sus simples gestos lograban aplacar momentáneamente su tristeza, devolverle aunque fuera por segundos la alegría y la vitalidad que había perdido hace semanas atrás.

– Por mi que te quedaras.. – dijo sin pensar, cayendo de inmediato en la cuenta de que ya flaqueaba de nuevo, quiso volver en su error y adoptó otra vez esa actitud medio indiferente – pero ya se.. tienes que irte.

DongHae solo le sonrió.

¿Se estaba burlando de él?

Lo miro por largo rato y le incomodo ver como la sonrisa no se iba de su rostro. Comenzaba a sentirse estúpido.

– ¿Es así como lo llevas? – preguntó de pronto llamando nerviosamente toda la atención de Siwon.

Sí, se estaba burlando de él. ¡Pero que descaro!

– No se de que hablas – apartó la mirada. De pronto se sentía terriblemente triste y los ojos le escocían queriendo llorar. En un minuto DongHae lograba hacerlo feliz y al siguiente ya se sentía triste de nuevo con ganas de llorar.

– Imagino que ha de ser difícil – dijo el otro en un tono más comprensivo.

Siwon se encogió de hombros como restándole importancia pero sus lagrimas advertían con salir en cualquier momento. No sabia a donde quería llegar el moreno con su actitud, pero quería que acabara pronto o lloraría frente a él y no quería dar esa clase de lastima.

– Vi a Hyuk este fin de semana…

Aquello fue un cambio de tema muy repentino para el, casi, alivio de Siwon.

– Oh… – expresó con un entusiasmo falso – que bien – trató de sonreír -, cada vez sus visitas se hacen mas frecuentes.

– ¿Sabes hace cuanto que no lo veía? – pregunto extrañado. Siwon negó con la cabeza – tres semanas…., además, él no vino, yo fui a verlo..

Esa información heló le heló la sangre y paralizó a las traviesas lagrimas que inundaban sus ojos.

¿Qué quería decir eso?
¿DongHae lo sabia todo?
¿Todo?
¿Hyuk le habría contado de su visita?
Dios. ¡No!

– Y si – contestó el moreno a las preguntas mentales que se formulaban en las expresiones faciales de Siwon – Hyuk me contó todo.

Desesperación.
¿Qué hacer para retener las humillantes lagrimas?
¿Qué no era costumbre de Hae despertar e irse?
¡Porque le hacia esto!
¿Para que revivir todo aquello?

– Asíque al final lo encontraste.. – dijo casi en un hilo de voz.

– ¿Por qué no me dijiste nada? – la rudeza infantil de su pregunta lo descolocó – ¿Por qué no me dijiste que sabias donde estaba?

No hubo respuesta por parte de Siwon.
DongHae se enderezó hasta quedar sentado en la cama y ahora miraba a su compañero directo a los ojos.

– Bueno.. no importa.. se que Hyuk te pidió que no me lo dijeras.

Siwon solo atinó a asentir vagamente apretando el nudo en la garganta para evitar el llanto. El moreno seguía mirándolo como esperando algún otro tipo de respuesta o de reacción.

– Fuiste muy amable en pedirle que volviera y me escribiera… – hizo una pausa – … o muy tonto.

Siwon le miró de soslayo.

¿Había sido un tonto?
Claro. Solo un tonto enamorado haría lo que fuera por ver feliz a la persona que ama.

– Por el remitente de las cartas supe donde encontrarlo .. – contó.

“Claro.. que “tonto” en no pensar en eso”

– Y que pena que Hyuk no me conozca tan bien como dice hacerlo.. – silencio – … yo si lo hubiera entendido – agregó bajando la mirada.

Siwon no entendía porque DongHae le estaba contando esas cosas y tampoco quería saberlas, no había que ser muy inteligente para darse cuenta que todo eso le afectaba terriblemente.

¿Qué acaso DongHae no lo veía?
¿No veía las lagrimas que estaban a punto de saltar de sus ojos?

– Pero ya lo encontraste y lo sabes todo ¿no? – habló en voz alta, tratando de menospreciar la situación – ¿No te sientes mal?

DongHae levanto confundido la mirada.

– ¿Por qué habría de sentirme mal?

– ¡Por qué mientras tu te acuestas conmigo él se sacrifica por un futuro para ambos! – exclamó esta vez entre enfurecido y melancólico – …maldición… – espetó sentándose en la cama y llevándose las manos a la cara, no sabia por cuanto mas iba a poder mantener su llanto -. Me sentí pésimo cuando me contó el porque de sus largas ausencias, soy su amigo y me metí con su novio, le hicimos algo horrible, y sigues aquí… sabes la razón de porque se fue y sigues aquí ¡Sigues viniendo!

Si Hae se iba a marchar como todas las mañanas era el momento de que lo hiciera ya, porque Siwon no aguantaba más las lagrimas.

– No lo entiendes ¿verdad? – preguntó el moreno desilusionado -. Aun no lo entiendes.

Siwon quería entenderle pero el esfuerzo que hacia por retener su tristeza le impedía razonar en alguna otra cosa que no fuera aguantar… aguantar las lagrimas hasta que al menos Hae se hubiera ido.

Sintió como el moreno se movía hasta abandonar la cama. Se había puesto de pie y buscaba su ropa. Escucho vagamente como el chico se calzaba las prendas una a una hasta que al parecer estuvo listo.

Ni un adiós, ni un lo siento. Nada.
El moreno se había marchado, tan silenciosamente como siempre, que Siwon ni siquiera escucho el portazo de salida de la puerta principal porque en cuanto se sintió solo rompió en un angustioso llanto que advertía con hacerlo morir de pena.

¿Aquello había sido un adiós definitivo
Que iluso.. ¿Acaso creía que sus encuentros con DongHae iban a durar para siempre?
¡Que tonto? ¡Que estupido! ¡Que idiota enamorado!

Eso había sido el final. Y lloró. Tenia el corazón tan enteramente destruido que la presión en su pecho se hizo insostenible. Se llevó una mano al corazón y la otra a la cabeza, le costaba respirar, el dolor era enloquecedor y la única manera de sobrellevarlo era llorando. Las lágrimas resbalan una tras otra y caían como aguacero sobre las sabanas.
No sabia por cuanto tiempo estaría así y tampoco le importaba, solo tenía conciencia de que había perdido a la persona que mas amaba y que ahora solo le quedaba sufrir lenta y dolorosamente.

En su moribundo lecho pegó un grito desgarrador y azotó el puño contra las revolcadas sabanas.

Ya nada importaba.
Si las cosas dejaban de tener sentido ya nada importaba.

Sin poder detener su llanto y las expresiones de compungido dolor que le hacían sollozar amargamente como si se tratara de un niño, salió de la cama y dejándose llevar por la frustración y la impulsividad irrefrenada del momento aventó al suelo la cómoda en que guardaba artefactos personales y que estaba a un lado de su cama. El estruendo de la mueblería, al chocar contra el piso, fue enorme, todo lo que había en su interior salió rodando a cualquier parte y algunas cosas hasta se rompieron. Cosas que solo serian las primeras que destruiría.
Como un alma enceguecida por el dolor se movió por la habitación aventando y rompiendo cuanta cosa tenia en frente; pequeños muebles, repisas con diversos recuerdos, su reloj despertador, las lámparas de luz a ambos lados de la cama, unos adornos de molduras indefinidas, unos modernos cuadros que salieron disparados contra la pared haciéndose trizas y unos cuantos utensilios de oficina. También tomó las cortinas y las jaló hasta desprenderlas con cableado y todo, su closet quedó desperdigado por todos lados y ni el retrato de su familia, que tan bien mantenía sobre el velador de cabecera, se salvó. Y si hubiera sido posible, hasta el corazón también se lo hubiera sacado para arrojarlo lejos y que así dejara de lastimarle.
Arrojó todos los objetos como si ellos tuvieran la culpa de su desgracia. Pero no lo hizo porque sintiera odio, no estaba enfadado, si no descontroladamente ahogado por la pena y mediante el destrozo podía aplacar el sonido de su propio corazón haciéndose añicos por enésima vez.

– ¡Haeee…! – gritó desesperado a la nada. Las lágrimas brotaban peor que antes y ya la habitación estaba imposible de andar. Tomó como ultimo acto de descontrol las sabanas de su cama y las aventó contra la puerta entre abierta. Se sentó derrumbado en una esquina de la cama y volvió a hundir el rostro en sus manos, ya no sabía ni como tratar de ahogar sus sollozos que se habían vuelto mas fuertes con cada cosa que tiró.
Los típicos ataques de espasmo, que aparecen cuando el llanto es muy fuerte y prolongado, le azoraron, haciendo que respirara con mucha dificultad y se ahogara tratando de apaciguarse.

Aquello era tocar fondo.
¿Qué mas bajo se podía caer?
Estaba hundido en la infelicidad.
¿Vale la pena vivir así?

– Haee… – murmuró entre sollozos – Hae..

Lloraba… ya no quedaba mas que el llanto y solo lloró.. y siguió llorando incluso cuando..

– Siwon.. – llamó de pronto una voz. El chico la reconoció de inmediato. El joven que había hablado se quedó en la entrada observando el espectáculo que ahora era la habitación. A los segundos Siwon oyó sus pasos entre las cosas tiradas por el suelo y sintió la cama hundirse a su lado.

Una mano suave se paseó por su mejilla haciéndole levantar el rostro pero no abrir los ojos.

– ¿Qué paso? ¿Por qué lloras? – su voz se oía angustiada ¿Estaba preocupado?

Abrió sus ojos despacio y se encontró con el rostro dulce y afligido de DongHae.

¿Era él?
¿Era realmente él

– No llores Siwon – dijo con tal suplica y amabilidad que al mas alto se le volvió a hacer un nudo la garganta.

Era él. ¿Por qué seguía allí? Lo estaba viendo llorar, había visto su destrozo. Patético

Las manos tiernas de DongHae siguieron paseándose por las mejillas húmedas de Siwon, tratando en vano de apartar las lágrimas que no dejaban de caer.

– Siwon.. – murmuró tratando de captar su mirada. Cuando al fin lo hizo, la tristeza que le transmitieron aquellos ojos, le golpeó fuerte el corazón -. No llores.. – le deposito un beso suave en la frente – por favor… no llores.

El mas alto le miraba borroso por las lágrimas y, el apretón en el estomago que le produjo aquel beso, le hizo prestar atención a lo que realmente pasaba. El moreno ahora lo abrazaba.

– Lo siento… – le dijo al oído – …lo siento mucho…

Siwon sentía que podía retener su llano solo para volver a soltarlo cuando oyó aquellas palabras.

– No era mi intención que sufrieras… lo siento.

Los minutos pasaron y los sollozos de Siwon, ahora, se ahogaban en medio de un abrazo que necesitaba más que nunca. Esta vez DongHae había visto y comprendido su dolor y le hacia saber que era totalmente sabedor de ello.

Con ese simple “lo siento” Siwon al menos tendría excusas para creer que podría sobrellevar la tristeza, el sufrimiento y la soledad inmensa que se le venia encima. DongHae siempre había sido conciente de sus sentimientos y con ese abrazo y con ese “lo siento “, que para Siwon era la despedida casi perfecta, le querida decir que lo lamentaba, que quizás a él también le afectaba su sufrimiento, el verle así, tan destruido, y eso lo valoró una enormidad. Ahora Hae podía irse y él no le guardaría rencor, no podría, lo amaba demasiado, se limitaría a sufrir solo, hasta que ojala un día su corazón dejara de doler y sus ojos no se empañaran de lágrimas al recordarlo. Ese día tendría que llegar y lo esperaría como si se tratara de una condena a cumplir, esperaría a que su amor pasara.

Aquel abrazo había sido el mas largo que le habían dado. Ya sentía las mejillas algo tirantes porque sus lágrimas se habían secado dejando un par de ojos brillosos y enrojecidos en un rostro varonil que a pesar del prolongado llanto no perdía su belleza.
Para extrañeza de Siwon, DongHae seguía apretando su abrazo y su voz dulce volvía a entrar en su oído.

– Hace tres semanas… tres – enfatizó – que no veía a HyukJae… y el volver a verle no se comparó en nada a la felicidad que sentí cuando regresaste de tu viaje – hizo una pequeña pausa –. Me habías dicho que era un viaje de trabajo…. me mentiste… habías ido a ver a Hyuk – respiro hondo – … no te imaginas cuanto te extrañe – su voz necesitada reavivo de pronto su muerto corazón.

DongHae ahora se aferraba a él, a su cintura, como un niño pequeño, y las diminutas lágrimas que vio salir de sus ojos mientras intentaba ocultar el rostro en su pecho, le dijeron que el moreno le estaba hablando con la verdad.

“Dios… por favor” – rogó para sus adentros y apretó los ojos aforrándose a aquel chico que volvía a estar enredado en sus brazos – “Que no sea un sueño… por favor” – las lagrimas volvían a caer.

– Perdóname Siwon – dijo alzando el rostro – mi intención jamás fue hacerte sufrir.. cuando me pedías que te correspondiera pensaba que todo esto solo era un juego para ti…. – deposito su frente en su mentón – .. perdóname.

Eso era mas de lo que alguna vez pidió. El chico que tanto amaba, por primera vez era totalmente sincero con él, dejándole ver su propia angustia ante la situación. Si pensaba que DongHae se hacia el desentendido u lo olvidaba una ves abandonaba su cama estaba equivocado. ¿Cómo pudo pensar que para él era solo un juego? Cuando se desvivía por estar completamente con él.
Es revelación del moreno le hizo sentir que un pedazo de su corazón roto volvía a su lugar.

– No tengo nada que perdonarte Hae – habló por fin tragándose el nudo en la garganta, sus lagrimas poco a poco cesaban -, el tonto fui yo.. por enamorarte de ti.

– ¡No, no! – saltó de inmediato buscando su mirada -. No eres un tonto… – la ternura de su expresión afligida cautivo a Siwon al punto de hacerlo sonreír tristemente.

– No sabes cuanto desearía no amarte – su sonrisa se esfumo lentamente hasta quedar convertida en una mueca de profundo dolor.

– ¡No! – volvió a exclamar separándose un poco de él -. No lo hagas – pidió -. ¿Qué acaso no lo ves?

Siwon seguía mirándolo con tristeza, en su deprimente estado era poco lo que podía percibir. DongHae se separo de él y camino a través de la derruida habitación hasta salir de ella. El mas alto le siguió con la mirada hasta que lo vio perderse tras la puerta. No entendía nada, lo único que comprendía era que Hae sabia de su sufrimiento y se sentía culpable por ello.

“¿Cómo no amarte?”
“Si hasta cuando me haces más daño siento que te quiero mas que nunca.”

A los segundos la puerta volvió a abrirse, tras ella apareció DongHae arrastrando una inmensa maleta que dejo en el umbral porque no podía seguir avanzando con ella entre el desorden.

– Me lo pediste muchas veces – dijo con nostalgia. La suave sonrisa que se formuló en sus labios hizo derretirse a Siwon -, y aquí estoy… – silencio, un prolongado momento de quietud en que ambos se miraron tratando de hallar respuesta en los ojos del otro.

Siwon quería comprender pero la tristeza se lo impedía, lo que ahora veían sus ojos lo había deseado durante tanto tiempo que ahora que sucedía no lo podía creer.

– ¿Aun me quieres aquí? – preguntó despacio y Siwon sintió que otro trozo de corazón retornaba.

El chico de pie en el umbral le miraba ilusionado, sus ojitos le expresaban tantos sentimientos que creyó ahogarse en la enorme explosión de felicidad que estallo dentro de su cuerpo.

– ¿Por qué? – pregunto atónito, no lo podía creer, la extraña mescolanza de sentimientos le hicieron querer retomar el llanto -. ¿Por qué? – repitió.

DongHae le miró como si la respuesta fuera obvia.

– Porque no quiero que dejes de amarme.. – soltó desesperado – ¡Siwon! – exclamó – … Choi Siwon.. – su voz se oyó mas cariñosa –, no se como lo hiciste – le hablaba con ternura -, pero ahora no puedo sacarte de aquí – y se llevo una mano al corazón.

Siwon se quedo unos segundos procesando eso.

¿Lo quería?
¿Le estaba diciendo que lo quería?

Pero fue inevitable que no viera lo malo.

– Pero tu quieres a HyukJae y el te ama también.

El moreno le volvió a sonreír con dulzura.

– Siempre pensaste en mi primero que en ti – dijo con una voz cargada de emotividad -, y me preguntas ¿Por qué? …. ¡¿Por qué?! – su expresión fue de incredulidad -. Demonios.. eres lo mejor que me ha pasado y preguntas ¿Por qué? – le miro sobrecogido -. Buscaste mi felicidad por sobre la tuya… preferiste sufrir – apretó los puños -, me amaste aunque no lo merecía… hacías todo para hacerme sentir bien.. para verme feliz – bajó la mirada -, aunque yo no te respondiera igual.. – suspiró – pero llegaste de apoco a mi corazón, cuando me encontré con Hyuk sabia que no quería estar con él, yo quería verte a ti – levantó la mirada y se encontró con los ojos anegados de Siwon -. Quería estar contigo.. ¡Quedarme contigo! Te necesitaba mas que nunca y le conté todo a Hyuk – aquella confesión no altero la postura sumisa de Siwon y DongHae continuó -. Otro chico que no se merece sufrir por mi culpa… – desvió la mirada -, el me entendió perfectamente – y cuando dijo eso Siwon recordó las palabras de Hyuk.. “Si después de esto él encuentra a alguien mejor que yo no puedo hacer nada contra eso. Lo amo y si su felicidad esta lejos de mi no me quedara mas que aceptarlo, es el precio que pagare por mis actos.”
Diablos, cuanto estimaba a HyukJae, aquel chico simpático y amable de la preparatoria. Sintió una sensación de profundo aprecio hacia ól porque estaba cumpliendo con lo que le había dicho, al igual que él era capaz de sufrir con tal de ver la dicha en la persona que se quiere.

– ¿Sabes lo que me dijo el muy sin vergüenza? – siguió DongHae, con una sonrisa triste, atrayendo de nuevo la volátil atención de Siwon -, que yo era el tonto… – se torno serio – .. que yo he sido el único tonto todo este tiempo, que he estado ciego, por no verte… por no darme cuenta.. – volvió a sonreír amargamente… – pero el tonto fue él, porque yo ya sabia todo eso… – una lagrima resbaló por su mejilla – si viajó a verlo fue para decirle adiós… independiente de lo que me encontrara allá… ese seria el fin entre nosotros.
Disimuladamente se limpió aquella juguetona lágrima que se había escapado de su ojo. Y quiso seguir hablando antes de que el mar de emociones se lo impidiese.

– Han sido muchas horas de soledad… muchas horas para pensar… porque desde el primer encuentro jamás deje de pensar en ti… – aquella sinceridad que le transmitía se resbalo lento por el interior de Siwon sintiendo como otro pedacito, de aquel olvidado corazón, volvía. El llanto ya había cesado y respiraba con normalidad, la presión en el pecho descendía y lo único que podía sentir ahora, era su corazón rearmándose mientras oía esas palabras que hasta en sueños anhelaba escuchar.

– Todo se aclaró cuando Hyuk me contó lo que habías hecho por mi… ¡Lo fuiste a buscar! – exclamó -, me sentía tan egoísta… pero es que siempre tuve miedo, cuando me decías que me querías no lo creía, de verdad pensaba que no te lo tomabas en serio, que me veías solo como un amigo muy triste a quien darle consuelo y por eso salía huyendo por las mañanas de tu departamento, temía que tus lindas palabras fueran mentiras y luego te alejaras.. no creía en tu amor.. y eso me hacia esperar con mas temor aún el día en que me dijeses que ya no te buscara mas.. – se estremeció –, ese pensamiento hacia que se me apretara el estomago – se llevó la mano al rostro para apartar otra lagrima que caía despacio -, pero no… siempre tuviste tus sentimientos mas claros que los míos, siempre hablaste en serio y no lo supe hasta que Hyuk me lo hizo ver.

Siwon ladeo la cabeza y levanto el ceño en señal de pregunta.

– Si… Hyuk se dio cuenta de muchas cosas antes que yo…pero el no tiene nada que ver con mis sentimientos – agregó en cuanto notó que la mirada de Siwon se tornaba triste de nuevo -, el sabia que me querías de verdad… y era justo lo que necesitaba oír para regresar corriendo – sonrió -, confirmar que me querías de verdad.

Siwon se dejó contagiar por aquella hermosa sonrisa y se la devolvió. Luego cerró los ojos y agacho la cabeza. Su corazón volvía a latir con fuerza, despacio, pero volvía a latir reanimado. Y en ese momento solo rogaba que todo aquello fuera cierto para que no volviera a quebrarse, no sabía si aguantaría una desilusión mas.

– La idea de dejarlo a Hyuk le dolió mucho, pero el ya se lo veía venir… no puedo estar con una persona a la que ya no amo.. quiero a Hyuk con toda mi alma.. pero mi corazoncito ahora se lo ha llevado otro.. – lo miró con ternura -, él lo aceptó.. si esa era mi felicidad entonces estaba bien..

Un silencio arrullador se hizo en la habitación. DongHae había dicho todo lo que quería que Siwon supiese y esperaba ilusionado algún tipo de respuesta, aunque era conciente que luego de tanto tiempo, tantas penurias, tantas lágrimas y tanto sufrimiento el chico de mirada melancólica ante si no le respondiera como su descontrolado corazón quería. Y si era así estaría dispuesto a hacer cuanto fuera para recuperar ese amor que tanto le ofreció Siwon alguna vez.

– Hyuk y tu en eso se parecen… hicieron de todo por verme feliz.. – se sonrojó apenado, como si aquel acto de bondad no lo mereciera – pero en este momento me puede hacer feliz solo una cosa..

– Que te dejemos en paz.. – habló Siwon luego de varios minutos en silencio con una voz petrificada que parecía no haber salido de su boca.

– No, no, no… ¡No! – gritó –. No has entendido nada – exclamó frustrado atravesando la habitación. Una vez frente a Siwon se agachó quedando en cuclillas. Tomó sus manos y miró hacia arriba su rostro sereno pero aun triste -. Te estoy tratando de decir hace mas de una hora que te quiero. Desde anoche que lo estoy intentando – dijo terriblemente angustiado – ¡Te quiero! ¿Me escuchas? ¡Quiero estar contigo!

Las palabras que siempre quiso oír salir de sus labios, de esos labios que tantos suspiros le habían robado, por fin entraban por sus oídos y viajan a la velocidad de la luz como intermitente fuego por todas las partes de su cuerpo. Reanimando de una vez por todas su corazón sintiendo que la vida y la alegría volvían a fluir pos sus venas que creyó se habían secado. La ola de inmensa felicidad que lo inundó casi lo hace llorar de nuevo y el mareo de emociones que revoloteaban dentro de su pecho le hicieron respirar hondo para apaciguar la frenética adrenalina que sentía subírsele a la cabeza.
En su mente comenzaban a reproducirse esas palabras.. “Te quiero..” “Quiero estar contigo”

– Te quiero… te quiero.. te quiero.. – susurraba DongHae mientras depositaba un beso en su mano y luego se ponía de pie para dejarle otro en la mejilla -… te quiero.. te quiero… – se abrazo a él susurrando aquellas palabras en su oído.

“Me quiere” – se dijo cerrando los ojos. La tibieza del abrazo de DongHae traspasaba la ropa y hacia desfallecer encantadoramente el cuerpo de Siwon. Y queriendo fundirse mas aun en ese vital abrazo se puso de pie aforrándose a la cintura del moreno. El chico le había abrazado por el cuello y no dejaba de pronunciar esa simple frase que significaba la gloria.

Ahora lo entendía.
Ahora comprendía lo que había querido decirle desde anoche cuando se había abalanzado sobre el apenas lo vio. Cuando le decía al oído que lo necesitaba mientras lo hacía suyo. Cuando esta mañana no se había marchado frustrado ni arrepentido. No se había marchado. Estaba allí con él. Abrazándolo. Diciéndole que lo quería.

“Me quiere” – se volvió a repetir -, “Me quiere. ¡Me quiere!”

Apretó aun más el abrazo y alzó a DongHae para girar con él en el lugar.
El chico había soltado una encantadora risita cuando sintió la felicidad de Siwon expresada de aquella forma tan poco común en él. Cuando lo volvió a depositar en el suelo ambos se separaron un poco y se contemplaron como si fuera la primera vez que lo hacían.
El moreno llevó sus manos al rostro de Siwon y acaricio todas sus facciones, repasando con sus dedos en contorno de sus ojos, su nariz, sus mejillas, su mentón y la calida piel de sus labios. Siwon le tomó una mano y besó su palma con los ojos cerrando, dejando su mano allí para sentir y oler su suave piel. Aquella piel que en innumerables veces había tocado y besado. DongHae le siguió acariciando el rostro con su mano libre enredando sus dedos en el cabello del más alto. Siwon volvía a abrir sus ojos esta vez para besar sus labios. Un beso húmedo y demasiado melancólico porque había comenzado a llorar de nuevo. DongHae podía sentir su emoción y sabia que aquellas lagrimas ya no eran de dolor ni de sufrimiento, si no de felicidad. Y mientras seguía apretando, lamiendo y degustando aquellos labios que le habían hecho cambiar de lugar su corazón, con ambas manos secaba sus lagrimas. No quería volver a ver mas lagrimas en los ojos de su Siwon, no quería volver a ser el responsable de ellas y se juro que si de el dependía Siwon jamás volvería a llorar. Le quería tanto, tanto, tanto… que estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de nunca mas volver a ver tal sufrimiento en el. Porque le había partido el alma verle así, abatido y casi muerto en vida por su culpa, todo había sido su culpa, pero lo remediaría. Y allí estaba junto a él, besándole, entregándole todo el cariño y la ternura que se reprimió por meses y que ahora le daba sin inhibiciones, porque Siwon era su aire, su vida, su mundo.. su todo.. y sin él ya nada mas podía ser para DongHae.

– Te quiero… – le susurro por enésima vez mientras le besaba. El chico sonrió sin separarse de él. Cuanto amaba escuchar eso.

– Yo te quiero mas… – dijo aforrándose a su cuerpo y haciendo ese beso aun mas profundo.

– No es cierto… yo te quiero mas…

– No… yo mas..

Siwon sonreía… sonreía mientras le besaba. La tristeza se iba lentamente y en su lugar solo quedaban la dicha y la felicidad inmensa de ser correspondido y amado luego de haber sufrido tanto. Porque al igual que DongHae para Siwon el moreno era su universo entero, podía pasarse la existencia entera besándolo y aquello seria suficiente para vivir una vida entera. Solo con tenerlo a su lado y que Hae lo amara era mas que suficiente, el resto ya dejaba de tener importancia alguna.

– Te amo.. – musito bajito separando sus labios ligeramente y encontrándose con su deseosa mirada. DongHae se sonrojo al oír aquellas palabras y acarició con el pulgar de su mano el labio inferior de Siwon.

– Yo también te amo… – dijo con una de esas sonrisas tímidas y encantadoras que no tardaban en hacer flaquear al mas alto devolviéndole la sonrisa – … te amo.

Ambos se miraron como embobados. Para Siwon aquellas palabras eran en cielo y pensó que si su vida terminaba ahora podía irse en paz. Era querido.. era amado por el chico que le hacia perder el sueño y eso era mas de lo que alguna vez pidió.
Inmediatamente quedaron atrás aquellos días de terminante dolor y el hermoso futuro floreció ante sus ojos. Los tres meses vividos en el sufrimiento serian aplacados por una vida entera de felicidad y el precio que pagó, el haber sufrido tanto, por ahora tener lo que siempre quiso le pareció justo. Había luchado de la manera mas honesta por el amor y la felicidad de DongHae, aunque al final ya casi se había dejado vencer, y ahora recibía su recompensa y ese era todo su amor.. su amor.. que era solo para él por que era él el afortunado.. el que de entre tantos, entre ellos el hermoso corazón de HyukJae, él y solo él, Choi Siwon, había sido quien había conseguido quedarse con su amor y con todo su corazón.

Dios, sentía el pecho tan hinchado, su corazón tan lleno y sobrepasado de dicha que apenas si podía sentir el resto de su cuerpo.

– Quédate conmigo.. – dijo profundamente perdido en aquellos ojos oscuros y envolventes de Siwon… –conmigo siempre..

– Para siempre… – susurró cerrando los ojos y besándolo nuevamente. De ahora en adelante todo estaría bien. Ese importante momento solo era el comienzo de la eterna felicidad.

FIN~

***

Bonus~

Fue así como a pesar de haber sido amigos durante tantos años y jamás haberse visto con otros ojos que no fueran de hermandad, mas los tres angustiosos y dolorosos meses que le siguieron, se quisieron.. a pesar de todo ambos chicos encontraron ese amor tan especial en el otro.. ese amor de cuentos que dura para toda la vida. Porque el appa Siwon y la umma DongHae se amaron para siempre… hasta el fin de sus días..

– ¿Y vivieron felices para siempre? – preguntó de pronto una dulce e inocente voz a mi lado.

– Claro Minjoki – dije cerrando el diario de vida de mi umma y acariciándole en cabello a aquella adorable niña que tan atentamente había escuchado toda la historia.

– ¿Y después vivieron juntos? – volvió a preguntar.

– Si. Desde ese mismo día DongHae se mudó a vivir con Siwon… ¿recuerdan que había llegado con la maleta? – todos asintieron.

– ¿Y que paso con HyukJae? – preguntó Beatriz que estaba a los pies de mi silla muy pendiente también de todo el relato.

– Hyuk siguió estudiando y logró sacar su licencia de bailarín profesional – sonreí.

– Pero.. pero.. – habló otra de las pequeñas de mi clase que estaba sentada a unos centímetros de mi en el suelo -, ¿nunca mas fueron amigos?

– Claro que no Thania – contestó Nadith muy seria -, como crees que van a hacer amigos después de eso.

– Oh.. Nadith.. te equivocas.. claro que siguieron siendo amigos.. Hyuk quería a Hae y respetó que el ahora estuviera con Siwon.. asíque la amistad se mantuvo – guarde silencio – tal vez no como antes.. pero no dejaron que aquello arruinara la amistad que llevaban durante años.

– Aaaahh..

– ¿Y donde están ahora? – pregunto Namda, estaba sentada al lado de Nadith y alzaba una manita para que le prestara atención.

– Muy buena pregunta… – y con eso todos me miraron expectantes, volví a sonreír -, están en el cielo.

– ¿Eehhh? – una protesta de confusión general.

– ¿En el cielo? – remitió Andie mirando con el ceño fruncido a su compañera Cacchi que estaba acomodada junto a ella.

– ¿Acaso son ángeles? – preguntó Hee tirando despacito de mi falda.

Aquella pregunta hizo que todos se sobresaltaran.

– ¡Tía Mayita! – exclamó Zinno llamando divertidamente mi atención – ¿Sus papas eran ángeles?

Mire en rededor y reí encantada con las caritas entretenidas de todos con mi relato, todos me miraban como si les hubiese contado la historia del siglo y aquello me alegro mucho. Mas aun cuando ahora había salido el tema de los supuestos ángeles. Claro que mis padres para mi eran unos ángeles.

– Mmm… – luego de mirar sus caritas ilusionadas dije – digamos que si.. eran ángeles – mis palabras causaron un gran “Oooohhh” general.

– ¡Genial! – exclamaron algunos fascinados con la idea. Yo solo les mire con una gran sonrisa.

– Yo también quiero ser un ángel – empezaron a decir Sakura y Mizsy que se habían puesto de pie abriendo los brazos como si fueran alas.

– ¡Yo también! – saltó Nameji con los dos bracitos en alto – para amar para siempre.

– Es para vivir feliz para siempre… – le corrigió burlonamente Hangen quien seguía sentado en el piso.

– Pero yo quiero también para amar para siempre – agregó con una enorme sonrisa que me hizo querer abrazarla y apretarla de ternura.

Todos los niños uno por uno se habían puesto de pie hablando sobre el asunto de los ángeles que les parecía vivir felices y amar para siempre para luego ir al cielo. Porque la historia que les conté era real. Ocurrió de verdad. Es la historia de amor de mis padres. Y aunque divagué en ciertos detalles, como que son ángeles, todo lo que dije es cierto porque ellos se amaron tanto y tan feliz e intensamente que yo creo que ahora están en cielo. Tal vez no como ángeles, pero si como dos maravillosos seres que me cuidan a mi y a mi hermanita. Porque jamás nos dejaron solas, porque se que jamás nos abandonaron, porque aunque que se que ya no están aquí conmigo, siento que desde las alturas nos están cuidando y protegiendo con todo el amor y el cariño que siempre nos demostraron. Appa… Umma.. los amos..

Los ojos se me empiezan a humedecer y.. dios.. no.. que los niños no me vean..
Busco rápido la manga de mi delantal y me la paso por los ojos.. genial.. los niños siguen en lo suyo y no se han dado cuenta de mi debilidad.
Suena el timbre. Todos los niños en la clase gritan y se dirigen rápido a sus bolsos para sacar su colación y salir a jugar al patio. Es hora de recreo.
De a uno o de a dos comienzan a dejar la clase aun hablando animadamente sobre el relato, uno decía incluso que quería ser bailarín como Hyuk y otras chicas le contestaban que querían tener un novio así guapo como yo les había descrito a Siwon ya DongHae y que vivirían felices y luego convertirían en ángeles. Mirándolos salir tan contentos no me había percatado de que Silvi tiraba suavemente de la manga de mi delantal de parvularia*.

– Tía… – decía con aquella vocecita tan tierna – ¿Cuándo nos va a contar otra historia? – preguntó con toda la ingenuidad que se podía tener.

– Mmm.. si se portan tan bien como hoy quizá la otra semana les cuente otra.

– ¡Yo ahora quiero una historia de policías! – exclamo Neul, otro de los niños que quedaba en la sala, haciendo una especie de armas con sus manitas y apuntando hacia todos lados.

Reí divertida.

– Quizá la próxima sea de policías – dije haciéndole cariñito en la cabeza.

– ¡Yupi!

Entre saltos abandonaran el aula y me quede sola.
Mire el libro, el diario de vida de mi umma entre mis manos y me lo lleve al pecho, me puse de pie y cuando salí de la sala me encontré con Miya, mi querida hermana.

– ¿Otra vez contándoles esas historias a los niños? – me preguntó con una sonrisa burlona para luego pasar el brazo entre mi codo.

– Claro.. son las mejores historias.. – dije sonriendo.

– Supongo que te saltante toda esa parte del lemon…

Ahogue una risita traviesa.

– ¡Por dios Mayita! ¡Son niños de primaria! ¡Apenas unos críos! – exclamó asustada.

– Jajajaja… Miya.. como crees que les voy a estar contando esas cosas jajajja…

– Mmmm – me miro dudosa.

– ¿Qué? ¿Me viste cara de pervertida? – pregunte divertida.

– Ni siquiera tengo que contestar esa pregunta – dijo picándome la mejilla con el dedo índice y ambas nos reimos.

– Espera que te acuse con el director.. pobres niños..

– Fue la parte que menos tomaron en cuenta asíque no vale.. – dije riendo aun.

– Si, si.. como no.. mejor vamos por unos cafés ¿si? Mira que la jornada recién empieza y nos queda un largo día de trabajo por delante.

– A la orden Tía Miya… – dije imitando un oficial y apretando más el diario contra mi pecho. Ambas reímos de nuevo encaminándonos por en medio de patio, ahora lleno de niños, de risas y de felicidad.

Somos Miya y Mayita.. el único legado que dejó el SiHAe, mis padres. Y junto a mi hermana fuimos testigos, durante su larga vida, de todo el gran amor que juntos vivieron hasta el ultimo día.

DongHae… Siwon… en el cielo o donde quiera que estén quiero que sepan que siempre los amare.

Con mucho amorcito… Mayita ^^ que nunca los olvidara.
Gracias por hacerme su estrellita.

~~FIN~~

Nota: Este fico lo postie primeramente en el foro HATO, y el bonus trata sobre las lectoras que en ese entonces siguieron el fico ^^ estaba dedicado a ellas, por ello la aparición de sus nombres :)

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